Estudiantes preparándose para un examen.
Existe una relación "positivamente significativa" en que una
reducida calidad de sueño conduce al síndrome del
burnout académico, ya que aumenta los
niveles de estrés que uno es capaz de percibir. Esa es la conclusión a la que ha llegado el estudio denominado 'El mecanismo del efecto de la calidad del sueño en el síndrome de burnout académico: análisis del papel mediador del estrés percibido' para identificar en qué medida todos estos factores están involucrados.
Ya es sabido que la
calidad del sueño es un elemento muy importante en los
estudiantes de Medicina, especialmente cuando atraviesan la etapa de
preparación para el MIR, por ello la necesidad de indagar en los "factores psicológicos relacionados con el estrés y el burnout académico", según plantea la investigación de cinco académicos de Irán.
En ese sentido, surge la siguiente pregunta: ¿deben las Universidades tomar acción y enseñar a los alumnos de Medicina desde la Facultad a gestionar el estrés y poner atención en el sueño? La indagación
propone que sí, por lo que recomienda que los responsables de las políticas y "planificadores educativos prioricen la
mejora de la calidad del sueño de los estudiantes y organicen talleres apropiados para
abordar el estrés entre los estudiantes".
Y es que, cuando los estudiantes perciben que su sueño es inadecuado, son más
propensos a experimentar fatiga y baja energía a lo largo del día. Esta sensación de agotamiento puede contribuir directamente al agotamiento académico, según subraya el estudio.
Calidad del sueño, estrés y agotamiento académico
Además, la investigación arroja datos como que un mayor número de problemas de sueño "se asocia con
mayores niveles de estrés percibido" y que una peor calidad de sueño se asocia con un
menor rendimiento cognitivo.
Por otro lado, la mala calidad del sueño también se relaciona con la
depresión, por lo que plantea que
ambos pueden contribuir al síndrome del burnout académico, "una relación que ya se ha confirmado". "Las alteraciones del sueño pueden provocar fatiga,
disminución de la motivación y sentimientos de ineficacia en el desempeño de las tareas académicas, componentes centrales del síndrome del burnout académico", indica.
Este estudio se realizó de manera transversal en estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Kermanshah, en Irán, en 2024. Según indica, se analizaron los datos de
476 participantes, de los cuales 313, es decir, el 66,4 por ciento, fueron mujeres.
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