Su capacidad para analizar datos y detectar patrones ayuda a los médicos a tomar decisiones más precisas

Inteligencia artificial en Medicina


4 mar. 2024 7:00H
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La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando la medicina, ofreciendo avances en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Su aplicación en radiología, con la radiómica a la cabeza, permite análisis más precisos y abre la puerta a una medicina personalizada y predictiva.

Sin embargo, la IA no reemplaza al profesional médico, sino que lo complementa. Su capacidad para analizar datos y detectar patrones ayuda a los médicos a tomar decisiones más precisas, pero la empatía, el juicio clínico y la comprensión holística del paciente siguen siendo invaluables.

¿Qué es la Inteligencia Artificial en la Medicina?


La IA es un término que evoca un amplio espectro de tecnologías, desde algoritmos simples hasta complejas implementaciones como los grandes modelos de lenguaje. La IA impacta, cada vez más, en nuestra vida y en prácticamente todos los ámbitos profesionales. Sin embargo, la aplicación de esta nueva tecnología en el ámbito médico es una de las que más interés está despertando por el avance que puede suponer, pero también por los límites profesionales y éticos que pueden derivarse de su uso.

La utilización de la IA en medicina supone enormes avances en el diagnóstico y tratamiento, pero genera la necesidad de tratar esta nueva tecnología con prudencia, estableciendo unos criterios éticos y de buen uso para toda la comunidad médica.

¿Cuáles son los beneficios de la inteligencia artificial en la Sanidad?


La radiología destaca como uno de los campos en los que se está aplicando la IA y podemos decir que su uso es ya crucial en el diagnóstico. Tanto es así, que el uso de esta tecnología ha dado lugar a un nuevo paradigma en la radiología, la radiómica, que extrae un diagnóstico a través del análisis de datos imperceptibles al ojo humano.

La combinación de la radiómica con la información que se extrae de otras disciplinas como la patología y la genética se concreta en la posibilidad más real de avanzar hacia una medicina personalizada y cada vez más precisa, que potencia, además, las capacidades predictivas y la atención temprana.

Según explica Jesús Silva, doctor en Física y docente del Máster en Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en Sanidad en el Centro Europeo de Másteres y Posgrados (CEMP), “la IA ya se está integrando en los flujos de trabajo médicos, proporcionando a los profesionales las herramientas para mejorar diagnósticos y personalizar tratamientos”. Además, Silva apunta: “La IA nos puede ayudar a detectar cosas que nosotros podríamos pasar por alto, como tumores en etapas muy tempranas. Además, tiene el potencial de revolucionar la medicina personalizada”.

“Al analizar la imagen en profundidad, la IA puede predecir qué tratamiento funcionará mejor en cada paciente, en función de las características del tumor”, incide el experto.

En este escenario, cada vez son más los profesionales de la medicina que deciden formarse en la materia para complementar su especialidad. El Máster en Aplicaciones de Inteligencia Artificial en Sanidad de CEMP, es un excelente ejemplo de ello.

La irrupción de la IA en el panorama médico no pretende sustituir al doctor, sino aportarle una herramienta de diagnóstico y tratamiento más precisa, que apoya en la detección temprana.

Surge una pregunta inevitable: ¿Estamos avanzando hacia un escenario en el que la IA reemplace por completo a los profesionales sanitarios? La respuesta, que no da lugar a debates, es no. La IA se percibe como una herramienta, no como un sustituto. La empatía, el juicio clínico y la comprensión holística del estado de salud del paciente son elementos intrínsecamente humanos que la IA no puede replicar. Sin embargo, esta inteligencia potencia estas capacidades humanas al proporcionar información y precisión, transformando gradualmente el paradigma de la atención médica hacia una intervención más temprana y preventiva.

En un mundo donde la información está al alcance de todos, el mal uso de internet para buscar tratamientos médicos es un problema conocido. ¿Ha incrementado este problema con la llegada de la IA al ámbito doméstico? Aunque no se puede afirmar con certeza un aumento, existe el riesgo de que las personas confíen en exceso en herramientas como ChatGPT para obtener orientación médica.

Es esencial entender que estas herramientas son de uso general y no médico, y no deben sustituir la evaluación personalizada de un profesional de la salud. A pesar de los chatbots médicos en desarrollo, diseñados para brindar asistencia y triajes preliminares, la precaución y la utilización de las herramientas proporcionadas por los servicios de salud son fundamentales para recibir una atención adecuada.

En resumen, la IA en medicina es un aliado valioso, pero no pretende reemplazar la consulta médica. Es una herramienta de soporte que, consciente y en combinación con la experiencia de los facultativos, puede mejorar significativamente la atención sanitaria. La distinción entre su papel de soporte y la atención médica personalizada es esencial para aprovechar al máximo las ventajas de la IA en el campo de la salud.
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