Lo habitual es encadenar dos jornadas seguidas, una diurna y otra nocturna, y librar entre 4 y 5 días

Labor de una enfermera, profesionales que ahora abordan la jornada de 12 horas
Reunión reciente del Consejo General de Enfermería.


18 ago. 2023 15:30H
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Trabajar la mitad de un día completo y librar cinco días en vez de invertir siete horas de lunes a viernes. Esta es la opción que ofrecen países como Reino Unido o Noruega a su personal enfermero y la preferida por aquellas profesionales de nuestro Sistema Nacional de Salud dispuestas a anteponer una mayor cantidad de libranzas al esfuerzo que supone realizar turnos de 12 horas. No obstante, esta medida, permisible por necesidades del servicio en este momento, deberá estar supeditada a factores como la presión de cada unidad con el fin de preservar la calidad asistencial prestada, según defiente el Consejo General de Enfermería (CGE)

Cuando se alarga la duración de las jornadas tradicionales, con turnos de siete horas diurnas o diez nocturnas, se consigue un mayor número de libranzas semanales y, por tanto, mayor tiempo para invertir en el ámbito personal, reitera Diego Ayuso, secretario general de esta entidad, al señalar los beneficios que suponen los turnos de 12 horas en Enfermería. 

En el otro extremo de la balanza, como punto negativo, sitúa, sin embargo, la sobrecarga laboral derivada de acumular tantas horas de forma ininterrumpida, sobre todo, en aquellas unidades donde pueda haber mucha "presión asistencial" y este tipo de turnos se convierta en un reto "agotador" para las profesionales.

Sin embargo, son precisamente las áreas con una mayor carga de trabajo, como Urgencias o las Unidades de Cuidados Intensivos, y no aquellas más 'aliviadas', las que asumen este modelo de forma parcial en nuestro sistema de salud. "En estas secciones es en las que más encaja y en las que más se hace, pero no tiene que ser así por decreto", recordaban desde el consejo en una entrevista concedida a este diario. 

Preservar la calidad asistencial 


Salvo en situaciones concretas, aún así, el CGE no considera que este sistema de turnicidad entrañe perjuicios para el desempeño profesional del colectivo, siempre y cuando su implantación se haga bajo una serie de condicionantes. En este sentido, la instauración de estas jornadas de 12 horas deberá proceder siempre de una demanda expresa de las enfermeras y contar con el consenso de todo el equipo integrante del Servicio, especifica Ayuso. Además, con el fin de influir lo menos posible en la atención prestada al paciente, el consejo recomienda contar con "indicadores de calidad de cuidados" que permitan "monitorizar si la calidad asistencial disminuye o se mantiene en valores aceptables con estos turnos". 

En esta estructura concreta, mantener siempre el mismo horario, mañana o tarde, no es lo más ventajoso. Lo habitual, explica el experto, es intercalar un turno de 12 horas de día con otro de 12 horas nocturno y a continuación establecer las libranzas correspondientes, a excepción de aquellas enfermeras mayores de 55 años con exención de guardias nocturnas en algunos servicios de salud.

¿Cuántos días libres suponen los turnos de 12 horas?


De esta forma, se dispondría de dos turnos de 12 horas seguidos, uno diurno y el siguiente nocturno, y 4 o 5 días libres, dependiendo, eso sí, de la jornada laboral mensual que se tenga establecida en los diferentes centros asistenciales y de cara a evitar una fatiga excesiva por parte del profesional. "Mensualmente hay que realizar la jornada establecida para cumplir la jornada anual y esto varía", puntualiza Ayuso, tras reconocer que, en cualquier caso, "las enfermeras que tienen esta distribución de horario suelen estar muy satisfechas". 

Puede ocurrir que, de forma puntual, por necesidades del Servicio se llegue a doblar el turno de 12 horas y hacer uno de 24, pero, por norma general, se mantiene la disposición establecida y se "cumple con el descanso entre jornadas" salvo cuando se solicitan ajustes o la propia enfermera pida un cambio en sus días libres, matiza. 

Pese a la simpatía que despierta entre el colectivo, este modelo, el preferido en España y el más popular entre los enfermeros más jóvenes, sigue siendo algo coyuntural a las demandas de un área hospitalaria concreta y no un sistema estandárizado que sustituya al actual de siete u ocho horas, como ocurre en otros países como Reino Unido, Alemania o Bélgica. 

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