La Comisión de Farmacia debate todavía sobre los dosieres de salud sexual, cuya publicación se preveía para abril

La aprobación de guías de indicación enfermera se retrasa en 2025
El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.


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La prescripción completa de fármacos se encuentra entre los principales objetivos de la profesión enfermera. De momento, dicha función aparece certificada en el anteproyecto de la Ley sobre los Medicamentos y Productos Sanitarios, pese a las críticas vertidas por otros sectores del ámbito de la salud. No obstante, hasta que no se apruebe esta normativa -siempre que se mantenga el texto inicial-, las tituladas en Enfermería dependen de las guías de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica. Motivo por el que el conjunto del colectivo se afana en la aprobación de estos manuales que permiten el acceso a la mencionada competencia sobre determinados preparados. Eso sí, su incorporación se ralentiza en este 2025.

En concreto, la publicación de las tres guías de indicación de medicamentos con la salud y reproductiva de las mujeres. El Consejo General de Enfermería (CGE) preveía que los manuales relativos a la consulta preconcepcional, la anticoncepción y las nauseas recibieran luz verde durante la primera mitad del año. Sin embargo, fuentes del organismo colegial han señalado que estas todavía son objeto de debate en la Comisión permanente de Farmacia, organismo formado por distintos representantes del ámbito sanitario -Ministerio de Sanidad, Consejerías de Salud regionales, Organización Médica Colegial…- y encargado de su aprobación.

Una situación de parálisis que impide que las enfermeras puedan ampliar su catálogo de fármacos empleados en 2025. Y es que, a diferencia de 2024, el Ministerio de Sanidad no ha publicado aún ninguna guía de indicación este año. Hay que recordar que el pasado se agregaron tres, las destinadas a preparados para la infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas, la deshabituación tabáquica o procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren el uso de anestésicos locales.


Trabajo en otras guías


Mientras se desbloquea la aprobación de las guías de indicación de temática sexual y reproductiva, la entidad colegial se fija en otras áreas de la salud de los pacientes. "Seguimos trabajando incansablemente en la redacción de otras", han puntualizado las fuentes consultadas por Redacción Médica.

En concreto, el CGE, junto a las distintas instituciones tenientes de la cartera sanitaria, labora en la construcción de manuales focalizados en la sedación, el dolor quirúrgico y la insuficiencia cardiaca, confirmados por la propia alianza colegial y el Ministerio de Sanidad. Eso sí, su redacción se encuentra todavía en fases iniciales y se intuye lejana su oficialización.


"Seguimos trabajando incansablemente en la redacción de otras guías de indicación enfermera"



De esta forma, la profesión contabiliza seis guías de indicación en proceso de elaboración o tramitación, algunas más avanzadas que otras. Se espera que todas puedan sumarse a las que ya han sido certificadas por parte de la Comisión permanente de Sanidad y presentadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE): infección de tracto urinario inferior no complicada en mujeres adultas, deshabituación tabáquica, procedimientos diagnósticos o terapéuticos que precisan anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, ostomías, quemaduras, hipertensión, diabetes mellitus tipo uno y dos y heridas.


Futuro sin guías


Pese al gran interés del CGE por la publicación de las guías de indicación, esta tan solo es una meta a corto plazo. Y es que la organización colegial apunta a la validación definitiva de su competencia prescriptora. Así, las sanitarias se liberarían del empleo de estos documentos y tendrían acceso al catálogo completo de medicamentos autorizados en el Sistema Nacional de Salud (SNS), sin depender de las decisiones de otros actores del campo de la salud. A su vez, el uso de los fármacos por parte de Enfermería se desligaría de las comunidades autónomas, responsables del diseño de protocolos para la implantación de estos dosieres. Precisamente, los representantes de la profesión denuncian que muchos de estos manuales no están vigentes en buena parte de la geografía española por el retraso de implementación por parte de las regiones.

Desde el CGE defienden que las enfermeras están capacitadas para la prescripción de fármacos, gracias a la formación que reciben durante el grado, en el que existen materias centradas en el medicamento. Opinión que contrasta con la de la profesión médica, cuyos responsables aseguran que no están preparadas para asumir esta competencia. Razón por la que han presentado enmiendas contra este punto de la futura Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios.
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