Un estudio alemán identifica que las estudiantes de Enfermería son quienes muestran una mayor afinidad por las jerarquías en el entorno clínico, mientras que las matronas son las más críticas con este modelo organizativo.
Las futuras enfermeras generalistas, sin especialidad, son el colectivo del ámbito sanitario con mayor orientación hacia la dominancia social, un indicador psicológico que refleja preferencia por las jerarquías y la desigualdad estructural. Así lo recoge una investigación publicada en BMC Medical Education, basada en una encuesta a 252 estudiantes de profesiones sanitarias realizada en la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (Alemania).
El estudio comparó los niveles de empatía y jerarquización interna entre cuatro perfiles académicos: estudiantes de Medicina, Enfermería (Grado), Matronería (Grado) y un máster en Ciencias de la Salud. Para ello utilizó, entre otros instrumentos, la Escala de Orientación hacia la Dominancia Social (SDO, por sus siglas en inglés), un índice que mide la afinidad de una persona con estructuras sociales jerarquizadas.
Los resultados mostraron que las estudiantes de Enfermería obtuvieron una media de 7,67 puntos en la escala SDO, la más alta de todos los grupos analizados. En comparación, los estudiantes de Medicina marcaron una media de 6,88; los del máster, 6,60; y las estudiantes de Matronería, solo 6,46, el valor más bajo.
En contraposición, las estudiantes de matrona no solo fueron las que mostraron mayor empatía (según la escala JSE-HPS), sino también las menos alineadas con modelos jerárquicos. Una diferencia que, para los autores del trabajo, podría deberse al diseño formativo de estos programas y al grado de reconocimiento institucional percibido.
Las enfermeras generalistas quieren jerarquía por adaptación
El artículo sugiere que la elevada orientación jerárquica en las estudiantes de Enfermería podría no reflejar una convicción personal, sino una respuesta adaptativa a un sistema donde su rol profesional todavía no está plenamente definido ni reconocido.
“Estos estudiantes pueden ser percibidos como intrusos por compañeros con formación vocacional y, al mismo tiempo, recibir poco reconocimiento por parte de los médicos”, explican los investigadores.
En ese contexto, una mayor afinidad con la jerarquía podría funcionar como un mecanismo defensivo o de búsqueda de estatus profesional, en un sistema que aún no les ofrece una diferenciación clara respecto a sus funciones o carrera laboral.
Por el contrario, el grado de matrona, de creación reciente en Alemania, presenta una estructura más estable y con tutorización intensiva, lo que favorece una actitud más crítica hacia las jerarquías y una percepción más autónoma del rol profesional.
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