El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, y la enfermera de Neumología del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, Marta Rivas.
El tabaco se posiciona como uno de los 'principales enemigos' del Sistema Nacional de Salud (SNS). Y es que el Ministerio de Sanidad estima
cerca de 50.000 muertes al año relacionadas con su consumo o exposición. Motivo por el que los distintos actores del ámbito sanitario -desde instituciones gubernamentales hasta sociedades científicas- se esfuerzan por conseguir que la población
deje de fumar. Un grupo en el que también se incluyen los colectivos profesionales. Medicina, Farmacia o Enfermería luchan contra esta problemática, ya sea a través de la prevención o el acompañamiento terapéutico a pacientes que buscan abandonar este hábito, proceso que en ocasiones requiere de intervención farmacopólica. Una actuación que se ve limitada por la escasa
implantación de la guía de indicación enfermera para medicamentos de
deshabituación tabáquica. Tan solo una comunidad autónoma la
ha implementado desde su aprobación.
"Se trata de una de las guías que
más impacto podría tener ahora mismo en el sistema sanitario", han destacado fuentes del Consejo General de Enfermería (CGE) a
Redacción Médica. Razón por la que abogan por "la puesta en marcha de esta guía" en todas las regiones, lo que facilitaría el acceso por parte de los pacientes a estos preparados, ahorraría tiempo en el SNS y descongestionaría consultas relativas a este asunto". Asimismo, sería un paso hacia el alivio de las cuentas de hospitales y centros de Atención Primaria, dado
el millonario coste de los problemas de salud de los fumadores.
"Hay que tener en cuenta que muchas de las consultas de deshabituación tabáquica están llevadas por enfermeras", han puntualizado desde el organismo colegial. En este sentido, tener la
posibilidad de indicar este tipo de fármacos facilitaría el trabajo a dichas profesionales. "Creo que avanzar en esa dirección es súper importante, ya que tendríamos más a mano este tipo de tratamientos para poder pautarlos cuanto antes", ha remarcado la enfermera del Servicio de Neumología del
Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda (Madrid), Marta Rivas, a este diario.
"Se trata de una de las guías que más impacto podría tener ahora mismo en el sistema sanitario", han destacado desde el CGE
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La guía de indicación enfermera para medicamentos empleados para la cesación tabáquica fue aprobada por Sanidad el 4 de abril de 2024. Desde entonces,
tan solo Cataluña ha avanzado hasta su implantación. De esta forma, únicamente las tituladas en Enfermería catalanas tienen la posibilidad de pautar vareniclina y citisiniclina, los dos preparados incluidos en este manual.
Rol de Enfermería en la deshabituación tabáquica
Rivas pasa su jornada laboral en una sala de broncoscopia, donde realiza pruebas de función respiratoria. Muchos de los pacientes a los que atiende son fumadores o lo han sido. De estos, un volumen importante está
afectado por patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o
cáncer de pulmón. "Lo primero que dicen cuando se les diagnostica es 'en qué hora no dejé el tabaco'", ha relatado la enfermera del hospital madrileño.
Por ello, una parte importante de la labor de las enfermeras con los consumidores de tabaco pasa por
la detección temprana, la promoción del abandono del vicio de fumar y la educación del paciente. "Nos centramos sobre todo en los riesgos y efectos que conlleva esta costumbre. Especialmente en la población joven, ya que no deja de aumentar el número de fumadores a esas edades, gracias a los vapeadores, que creen que son más 'light' y todo lo contrario", ha explicado la sanitaria. "Es más, este suele ser el paso inicial hacia el tabaco e incluso sustancias como el cannabis", ha continuado.
"Las enfermeras nos centrasmos sobre todo en los riesgos y efectos que conlleva el tabaquismo", ha indicado Rivas
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Según la encuesta Estudes 2023, encuadrada dentro del Plan Nacional sobre Drogas,
más de la mitad de los jóvenes entre 14 y 18 años había vapeado en algún momento de su vida. Asimismo, el 25 por ciento de los niños de 12 o 13 años lo habían probado. Hay que recordar que su empleo puede derivar en problemas respiratorios, además de cerebrales y cardiovasculares.
Reducir estos porcentajes y que los menores de edad -y los que no lo son- no fumen es la misión de Enfermería. "Los médicos se centran más en la patología que deriva y en su tratamiento, aunque también recomiendan abandonar el tabaco.
Nuestro objetivo es evitar que el tabaco llegue a comprometer la salud del paciente, por lo que focalizamos nuestra intervención en comentar los beneficios de no consumir tabaco o similares, insistiendo mucho desde consulta, incluso con la recomendación de tomar algún tipo de tratamiento, siempre en los casos más extremos", ha argumentado Rivas.
Espacios libres de humo
Más allá de la labor realizada desde el proceso asistencial, la profesión trabaja en medidas que recorten las posibilidades de la población de prender un cigarrillo. Así, el CGE ha pedido
la inclusión de los vehículos privados como espacios en los que fumar esté prohibido, dado que la concentración de humo en lugares cerrados es altamente nociva. Se trata de una de las
alegaciones que ha presentado la entidad al anteproyecto de ley para la modificación de Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco.
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