Los directores del curso de Valoración y Abordaje Global en Heridas Crónicas y Agudas de Ifses valoran la nueva norma

"El protocolo en manejo de heridas aporta autonomía a la Enfermería"
Una enfermera curando unas heridas.


30 nov. 2020 14:00H
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El pasado 29 de octubre, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la resolución mediante la cual se valida la guía de práctica clínica y asistencial para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros de heridas. Una medida que “ayuda a los profesionales sanitarios a mejorar los resultados en salud”.

Así lo expresan José Piedecausa y José Francisco Villalba, directores del Curso de Experto en Valoración y Abordaje Global en Heridas Crónicas y Agudas de Ifses, destacando que “los contenidos descritos en estas guías pretenden ser una ayuda a los profesionales para mejorar los resultados en salud de las personas que atienden, a través de una atención sanitaria integral, segura, colaborativa, de calidad, basada en la evidencia y centrada en la persona y están realizadas dentro de un equipo de trabajo multidisciplinar”.

“Por un lado, el objetivo de estas guías es definir los medicamentos, sujetos a prescripción médica, que los enfermeros pueden indicar, usar y autorizar su dispensación en determinadas situaciones y de forma protocolizada, ya sea para iniciar su uso, modificar la pauta, prorrogar o suspender el tratamiento, en un trabajo colaborativo y/o complementario con la finalidad de proporcionar una respuesta adecuada y eficiente a las necesidades de la ciudadanía”, prosiguen.

En este sentido, la aplicación de estas guías en la práctica asistencial supone la optimización de las competencias profesionales de los enfermeros en el desarrollo de actuaciones de valor consistentes. Según los expertos los valores a tener en cuenta son los siguientes:
  • Educar a la persona y/o al cuidador en el manejo del tratamiento farmacológico y en el de los cuidados asociados.
  • Establecer estrategias para mejorar la adherencia.
  • Detectar e informar de efectos adversos relacionados con el tratamiento farmacológico.
  • Realizar un seguimiento con el objetivo de prevenir la aparición de complicaciones asociadas al tratamiento y a la propia patología.
  • Reducir la variabilidad en la práctica clínica, adecuando y actualizando estas guías y los protocolos que se deriven de ellas a las últimas evidencias disponibles.
  • Maximizar la eficiencia y efectividad de la atención sanitaria y los tratamientos que se derivan de la misma.

Manejo de heridas 


“Desde el punto de vista de las enfermeras especialistas en el manejo de heridas, consideramos que es un avance dentro de nuestro ámbito y creemos que debe ser valorado como algo muy positivo, ya que, con ello, conseguimos una optimización de las competencias profesionales de las enfermeras, así como nuestra autonomía dentro del equipo multidisciplinar”, reconocen.

Po este motivo es importante “la protocolarización de estos procedimientos, dado que unifica criterios y disminuye la variabilidad en la práctica clínica y, como indicábamos con anterioridad, nos refuerza y nos aporta autonomía como enfermeras expertas en el cuidado de paciente con heridas”.

“Ahora bien, como enfermeras, debemos asumir nuestra responsabilidad, que es la de ofrecer a nuestros pacientes lo mejor de nosotras mismas, lo cual viene traducido en intentar plasmar en su salud toda nuestra profesionalidad, toda nuestra implicación y todo nuestro conocimiento, el cual se consigue con una formación de postgrado actualizada y de gran calidad”, concluyen.
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