Más de la mitad de los sanitarios con un parte de enfermedad queda sin baja

Más de la mitad de los partes comunicados en el sector sanitario por enfermedad profesional en lo que va de año no han requerido baja médica. Según la estadística publicada recientemente por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, de los 703 partes acumulados entre enero y octubre, 382 no han conllevado baja laboral, esto es, el 54,3 por ciento del total, frente a los 321 que se han saldado con baja, el 45,7 por ciento.

En octubre se han registrado 141 de estos más de 700 partes, lo que supone un aumento del 25,09 por ciento respecto a los 562 acumulados hasta septiembre. Las mujeres son las más afectadas en este sentido: los 570 partes comunicados de empleadas del ámbito sanitario representan el 81,1 por ciento del total, frente al 18,9 por ciento que suponen los 133 partes de hombres contabilizados en lo que va de año.

Entre todos los sectores de actividad, más allá del sanitario, el aumento interanual de los partes comunicados por enfermedad profesional con baja supera los niveles prepandemia. Hasta ahora, el porcentaje más alto era el 13,13 por ciento registrado entre 2019 y 2018, antes de la caída del 32,68 por ciento entre 2020 y 2019 tras la paralización de la actividad laboral por las medidas restrictivas anticovid.

Según la información de Trabajo, entre enero y octubre se han registrado 9.302, un 13,38 por ciento más respecto al mismo periodo de 2022. Este dato de partes de bajas por enfermedad profesional comunicados en lo que va de 2023 se convierte en la mayor subida de un año a otro de los últimos catorce. 

Los partes de baja comunicados que se han contabilizado hasta octubre son sólo 324 menos de los que se registraron en todo 2022. Cabe resaltar que en ninguno de los meses de este 2023 se ha descendido de los 645 partes de baja comunicados, cifra de abril. En octubre ha habido 994, y el mes con más notificaciones de baja por este motivo fue junio, con 1.416.

Reparto equitativo de partes de baja entre hombres y mujeres

Aunque la mayoría de los trabajadores afectados por estos más de 9.300 partes en lo que va de año han sido hombres, la diferencia con respecto a las mujeres es de sólo 122 casos. En concreto, los 4.712 hombres con parte de baja comunicado por enfermedad laboral suponen el 50,6 por ciento del total, y las 4.590 mujeres, el 49,4 por ciento.

Por otro lado, las cifras hablan de un alto crecimiento interanual del número de partes entre las trabajadoras. Mientras que en el caso de los hombres el dato registrada entre enero y octubre de este año ha subido un 7,02 por ciento respecto al mismo periodo de 2022, en el de las mujeres se ha elevado un 20,76 por ciento.

Se trata de un dato que contrasta fuertemente con el balance interanual de hace un año: en los primeros diez meses de 2022, los partes de baja comunicados de mujeres por enfermedad profesional subieron sólo un 0,25 por ciento respecto a 2021, cuando la variación masculina fue ligeramente inferior a la de este año, el 5,58 por ciento.

Crece el tiempo medio de baja por enfermedad laboral

La duración media de las bajas por enfermedad profesional también ha experimentado un crecimiento entre enero y octubre, en este caso, del 4,62 por ciento de media. En cuanto a los hombres la variación interanual ha sido del 2,99 por ciento y en lo referente a las mujeres, del 5,27 por ciento.

El tiempo medio que los trabajadores están de baja en lo que va de año es de 108 días -100,66 días en el caso de los hombres y 115,29 días en el de las mujeres-. En octubre, la duración de las bajas por enfermedad laboral fue de 103,6 días de media -106,36 días en el caso de los hombres y 101,22 días en el de las mujeres-.

Ampliación del catálogo de enfermedades profesionales

El acuerdo de Gobierno de coalición alcanzado entre PSOE y Sumar a finales de octubre incluye la promesa de actualizar la legislación de prevención de riesgos laborales, el catálogo de enfermedades profesionales y el procedimiento de notificación accidentes de trabajo.

Según reza el texto, se pretende evaluar "con especial atención" la prevención de "nuevos riesgos asociados al uso de las TIC, los psicosociales y de determinadas sustancias químicas dañinas para la salud, así como la creciente digitalización y robotización y las nuevas formas de organización del trabajo". También se afirma que se incoporporará la perspectiva de impacto de género en este sentido.