El lugar donde 'apetece' ser médico de Familia: hasta 9.000 euros al mes

Después de ver como la especialidad de medicina de Familia lograba completar sus plazas el último día de adjudicaciones MIR 2025, mejorando las previsiones y los resultados de todos estos últimos años post-pandemia en la elección de plazas MIR 2025, finalmente se han agotado las 2.508 vacantes ofertadas en esta especialidad.

No obstante, los profesionales ya han advertido de que la preocupación persiste, sobre todo en el número de renuncias que se pueden producir a partir de ahora entre los médicos que han elegido plaza en Medicina Familiar y Comunitaria.

Al tratar de compensar esta cuota en comparación con otros países, sorprende comprobar cómo de bien está pagada una plaza de médico de Familia en Francia, por ejemplo. Según una reciente oferta publicada por el SEPE se busca médico de Familia en el sur del país galo con una remuneración de entre 6.000 a 9.000 euros al mes.

Aunque se trata de un ingreso indicativo, la oferta, además, ofrece apoyo con los trámites para obtener autorización de trabajar en Francia: “Proponemos una formación en línea con un profesor de francés para el aprendizaje del idioma si fuese necesario”.

En cuanto a la ubicación, se informa de que varios centros de salud en Francia están buscando médicos para completar sus equipos. Están localizados a proximidad de ciudades del Suroeste de Francia, principalmente Toulouse, Pau y la zona de Lourdes.

Requisitos

Para postularse a este puesto, se requieren diplomas de medicina y especialidad en medicina de Familia. Además, se recomienda un nivel de francés correcto (A2) para aplicar, aunque no es imprescindible.

El método de solicitud es enviando el CV a offreuromedical@gmail.com con copia a eures.franciasuizabenelux@sepe.es indicando de referencia 'MÉDICO FAMILIA'.

En nuestro país, el reparto geográfico de las vacantes disponibles en esta especialidad tiene a tres CCAA destacando por encima del resto en cuanto a disponibilidad: Andalucía, Cataluña y Castilla y León.

Se trata de la disciplina facultativa que más plazas pone a disposición de los candidatos, pero también la que acostumbra a no alcanzar una cobertura integra. Y es que el alto volumen de puestos, el carácter rural, la sobrecarga de trabajo o las preferencias de los aspirantes por otras especialidades provocan que las vacantes no se hayan completado en los últimos cuatro años.

Recordemos, que ya el pasado año el proceso de adjudicación en Medicina Familiar y Comunitaria finalizó con 246 plazas desiertas. Es más, esta fue la única especialidad que no pudo llenar toda la oferta, ni tan siquiera tras la fase extraordinaria.