Tratamientos de tercera línea para frenar el avance de la sarna en España

La escabiosis, comúnmente conocida como sarna, es una infestación producida por un parásito y que los dermatólogos tratan con cierta frecuencia. En los últimos dos años se han llegado a detectar no solamente casos de sarna con mayor reiteración, sino que también una posible mayor ineficacia de los tratamientos que se han ido realizando hasta ahora. Esta situación ha provocado que los dermatólogos se planteen y ejecuten tratamientos de tercera línea.

El dermatólogo, médico adjunto y facultativo especialista en el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de Las Nieves de Granada, Francisco Vílchez, afirma en Redacción Médica que la sarna “no es una enfermedad nueva, muchos pacientes vienen preocupados, se tiene la idea que eso es una enfermedad ligada a la mala higiene. Se trata de una enfermedad que se contagia rápidamente entre los convivientes. Una persona que se contagia en una familia, contagia a todo el resto”.

Ante esta situación, los dermatólogos están valorando una posible ineficacia de los métodos o una mayor resistencia por parte del parásito a los tratamientos de primera línea, que es la permetrina. “Todavía no está claro si realmente el parásito adquiere resistencia al tratamiento”, valora el dermatólogo.

En esta misma línea se ha manifestado Alejandro Lobato, dermatólogo en el Hospital del Mar, afirmando que “todavía no hay ningún estudio que haya demostrado la resistencia por parte del parásito. Una de las principales sospechas es que el tratamiento y las medidas no se realizan de forma adecuada". El tratamiento en primera línea, "que es la permetrina en crema, se tiene que dejar aplicada entre 8 y 12 horas y repetir a los 7 días, y si no mejora, el tratamiento de segunda línea sería administrar la ivermectina, fármaco que hace poco tiempo no estaba comercializado en España. Esto nos ha permitido mejorar el tratamiento", afirma el especialista.

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"Todavía no hay ningún estudio que haya demostrado la resistencia por parte del parásito"

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Hasta ahora, la permetrina había logrado una enorme eficacia, y tal y como afirma Vílchez, “de más del 90 por ciento. Como vemos ahora un mayor número de casos de resistencia a la permetrina, hemos de usar otros tratamientos que, aunque antiguamente se empleaban también, se realizaban con menos frecuencia. Antes solamente con permetrina era suficiente”.

Los nuevos tratamientos de tercera línea: La vaselina azufrada

Tras percatarse de una posible ineficacia de los métodos contra la sarna se ha usado, tal y como recuerda Lobato, una segunda línea de tratamiento que es la ivermectina, por vía oral, y ahora se están empezando a usar varios tratamientos de tercera línea para vencer a la escabiosis. “Uno de ellos es la vaselina azufrada, que es un azufre precipitado en una crema para eliminar el parásito. Otros tratamientos de tercera línea que se utilizan con menos frecuencia, pero que no se descarta que en un futuro llegamos a utilizarlos comás asiduidad, son el lindano o el benzoato de bencilo. Se trata de otros posibles tratamientos que vemos que en un futuro nos podemos ver obligados a usar si seguimos viendo tantos casos de sarna resistente a los tratamientos convencionales”, manifiesta Vílchez.

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"No se descarta utilizar tratamientos como el lindano o el benzoato de bencilo"

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Lobato también es partidario de vaselina azufrada, afirmando que “el tratamiento es más corto, hay que dejarlo aplicado tres noches seguidas, mientras que la permetrina es una aplicación por la noche y repetirlo los siete días, dejándose aplicada entre 8 y 12 horas. Los pacientes que he tratado con azufre han ido bien, aunque también tiene su lado negativo, ya que huele mal y mancha la ropa”.

Por otra parte, ambos especialistas no descartan que el tratamiento contra la sarna se esté realizando de forma errónea. Lobato afirma que “cuando realizamos un método para la escabiosis, generalmente va acompañado de un tratamiento de los convivientes del paciente, además de que tiene que cumplir una serie de medidas higiénicas, como el lavado de ropa a temperatura alta, guardar ropa en bolsas durante unos días, o incluso congelar en el congelador durante unas horas…”.