Dos especialistas analizan cómo se complementan la Dermatología y la Psicología en el tratamiento de pacientes

La dermatóloga Gadea Braceras y el psicólogo Carlos Van-der Hofstadt.
La dermatóloga Gadea Braceras y el psicólogo clínico Carlos Van-der Hofstadt.


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La relación entre los profesionales en Psicología y Dermatología ha cobrado mayor importancia con el paso de los años, aunque no la suficiente como para atender a los pacientes desde una perspectiva conjunta y más completa. De hecho, un diagnóstico precoz de trastornos emocionales o psicológicos asociados a una patología dermatológica, contribuiría a brindar el acompañamiento a las personas afectadas.

El planteamiento lo hace la dermatóloga Gadea Braceras, quien en conversación con Redacción Médica, señala que "la parte psicológica es muy importante" en casos, por ejemplo, de urticaria o psoriasis. "También creo que si se hiciesen recomendaciones más generales o si se diesen herramientas a nivel poblacional sobre la aceptación o autocuidado -que ya se empiezan a dar- se aceptaría de mejor manera algunas de las patologías que, aunque no sean graves, afectan mucho emocionalmente", puntualiza.

Pese a que, desde su experiencia, todavía no ha trabajado de la mano de psicólogos o psiquiatras en determinados casos, sí destaca que hay "trastornos que requieren de una valoración psiquiátrica" no solo por consecuencias dermatológicas, sino de Medicina en general. "Diría que hay más trastornos sociales que psicólogos acompañando a patologías, a no ser que se trate de Oncología, pero sí, por supuesto que los psicólogos serían un apoyo importante para algunos pacientes dermatológicos", señala.

Y es que, en el caso de las enfermedades dermatológicas, al manifestarse en la piel y ser tan visibles, generan repercusiones "no solo en cómo se siente la persona hacia sí mismo, sino en cómo los demás lo perciben". "En patologías como la psoriasis, que vista por personas que desconocen esa enfermedad puede generar ciertos rechazos, claro que se complementan. Una persona que no acepta su enfermedad porque no le gusta lo que ve, necesita un trabajo psicológico detrás", subraya.

Apoyo psicológico en otras patologías


Por su parte, para Carlos Van-der Hofstadt, psicólogo clínico y responsable de la Unidad de Psicología Hospitalaria del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, hace falta un plan que cuente con psicólogos de la salud. "Lo importante ya no es que esté en Primaria o en Especializada, es que esté en tareas de Psicología de la salud, que es todo lo que tiene que ver con los aspectos psicológicos relacionados con la enfermedad física", dice a este periódico, lo que incluye casos dermatológicos, así como enfermedades inflamatorias, casos de asma, entre otros. 

"Haría falta considerar de alguna manera la importancia de la Psicología de la Salud, en el sentido de que trabaja, estudia, interviene en todos los aspectos psicológicos relacionados con la aparición de la enfermedad física, del tipo que sea", insiste. En ese sentido, considera que esta atención debería estar direccionada a aquellos casos más graves o que tienen una relación más directa con los aspectos psicológicos, por lo que "puede tener más lógica que esté en Atención Especializada", aunque fuera de Salud Mental, para no generar un impacto negativo. 
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