Un estudio revela que las enfermedades cutáneas se sitúan en el undécimo problema de salud más dañino

El acné, una de las enfermedades que más impactan en la piel del paciente
Robert Dellavalle.


19 feb. 2018 12:20H
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POR REDACCIÓN
El acné puede ser muy dañino para quienes lo padecen. Así se manifiesta en el estudio de la carga mundial de morbilidad, una iniciativa para cuantificar el coste de salud financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates.

El nuevo sistema para clasificar las enfermedades de la piel por lesión podría cambiar las prioridades de investigación y la forma en la que los dermatólogos ven a sus pacientes, tal y como afirma el autor principal, Robert Dellavalle, profesor de la Universidad de Colorado en Denver, a Medscape Medical News. "Afecta a mi práctica clínica al darle más prioridad a la enfermedad inflamatoria de la piel", dijo Dellavalle. Su estudiante, Parker Hollingsworth, de la Northeast Ohio Medical University, en Rootstown, presentó este hallazgo en el encuentro anual de la Academia Americana de Dermatología 2018.

El análisis se ajusta a una tendencia por la que los investigadores intentan determinar qué características de su salud son más importantes para los pacientes, tal y como explicó el moderador de la sesión, Sewon Kang, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. Incluso la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU "pone cada vez más énfasis en los resultados reportados por los pacientes", dijo en una entrevista. "Quizás de manera similar, esta forma de medir el impacto de la enfermedad es más significativa".

Datos de más de 11.000 fuentes

El estudio evaluó 333 enfermedades y lesiones en 195 países. Usando 11.552 fuentes de datos de 2016, dividió más de 1.000 enfermedades de la piel en categorías, explicó Hollingsworth.

Su unidad de medida primaria es el año de vida ajustado por discapacidad, que se obtiene al combinar los años de vida perdidos con la cantidad de años vividos con discapacidad.

Para sopesar la importancia relativa de una esperanza de vida acortada con una discapacidad, los investigadores recopilan datos de encuestas de pacientes. A los participantes les dan elecciones hipotéticas entre los años de vida y los años de varios tipos de discapacidad para medir cómo evalúan los efectos.

Calcular los pesos de discapacidad

Por ejemplo, les pueden decir a pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular que se imaginen que les quedan 10 años de vida y preguntarles cuántos años darían a cambio de no haber sufrido el derrame cerebral. Si el paciente promedio estuviera dispuesto a renunciar a cinco años de vida por la cura, los investigadores asignarían la discapacidad del accidente cerebrovascular un valor del 50 por ciento de un año de vida.

Los pesos de discapacidad se miden en una escala de 0 a 1, donde cero significa salud total y uno implica un estado equivalente a la muerte. Así que, en este ejemplo hipotético, un golpe sería ponderado 0.5.

Los años vividos con discapacidad se calculan multiplicando la prevalencia de una enfermedad por un peso de discapacidad.

En el estudio sobre la carga global de la enfermedad, las afecciones de la piel representaron 60 millones de años de vida ajustados por discapacidad, que es aproximadamente del 2,5 por ciento. El porcentaje parece haberse mantenido estable al menos desde la década de 1990, según señaló Hollingsworth. Las enfermedades de la piel se sitúan en el undécimo problema de salud más dañino en las categorías utilizadas por el estudio.

Resultados según la edad

Al agrupar las enfermedades de la piel en categorías, los investigadores calcularon miles de años de vida ajustados por discapacidad. La clasificación varió cuando los investigadores observaron la edad de los pacientes. El acné es más dañino en jóvenes de 10 a 24 años y se vuelve menos importante con la edad. Por el contrario, las enfermedades virales de la piel y el cáncer se vuelven más problemáticas cuando se van cumpliendo años.

El estudio de la carga mundial de la morbilidad ha desafiado a los sistemas anteriores para comparar la importancia de diferentes problemas de salud, según explica Dellavalle. "Es excelente para priorizar qué enfermedades de la piel deberían obtener más investigación", dice. "No hay tanta investigación en el  acné como debería haber", prosigue.

Aunque los pacientes no mueren de acné, pueden sufrir estigma social y quizás perder oportunidades de empleo cuando la enfermedad se desfigura, dijo.

Según Dellavalle, es demasiado pronto para decir que los informes de este estudio vayan a rpoducir un cambio en la forma en la que se asignan los recursos, pero algunos investigadores ya los están utilizando para respaldar sus solicitudes de financiamiento.


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