El cumplimiento de los protocolos no exime de responsabilidad

Ricardo Martínez Platel / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
Los protocolos médicos no pueden ser objeto de interpretación, sino que tienen que estar claros para que se puedan aplicar de forma uniforme. Es una de las conclusiones que se han podido extraer de la jornada del Foro Sanidad y Derecho, organizado por el Hospital La Paz, donde el magistrado del Tribunal Constitucional, Enrique López, ha incidido que su cumplimiento, en sí mismo, no exime de responsabilidad.

Enrique López, magistrado del Tribunal Constitucional.

Se trata de documentos que proporcionan seguridad a la actividad desarrollada, ya que condensan la actuación que debe realizarse dentro del riesgo permitido. José María Lailla, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha destacado que son guías,  de actuación, que deben contener la evidencia científica y la fuerza de recomendación.  Además, conllevan una exigencia de renovación, teniendo en cuenta el archivo histórico.

Sin embargo, el abogado Emilio Lizárraga ha reconocido su importancia, pero no de un manera determinante, puesto que "no objetiviza una responsabilidad". El magistrado López subrayado que los protocolos ayudan a los médicos, porque les ofrece una seguridad y al juzgador. Los expertos han coincidido que en que es difícil enjuiciar a un profesional que se ha ceñido a ellos.

En ocasiones el concepto mala praxis aparece, en términos procesales, cuando se produce un daño o un perjuicio como consecuencia de la asistencia sanitaria en sus distintas facetas, pero no siempre es sinónimo de de culpa o negligencia en el servicio sanitario.  Hay momentos en los que el cumplimiento de los mismos no significa que no se pueda incurrir en responsabilidad, porque no pueden prever todas las circunstancias.

Los protocolos exigen que se sigan con cuidado, atención y diligencia, Tanto es así, que hay sentencias del Tribunal Supremo que, pese a que se había seguido el protocolo, se había hecho descuidadamente, sin la atención suficiente que exigía ese acto médico concreto. Por lo tanto, en algún caso extremo se ha apreciado responsabilidad, a pesar de haber seguido el protocolo. Aunque es evidente que ofrece al profesional sanitario garantías y marca cual es el camino a seguir.