Se trata de la tercera agresión a personal sanitario en la provincia a lo largo de 2024

Un hombre le rompe la nariz al pediatra que atendía a su hijo
Para este tipo de actos la ley contempla penas de prisión de entre 6 meses y 3 años.


29 abr. 2024 16:20H
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La Policía Nacional ha detenido por los delitos de atentado y lesiones a un hombre por golpear violentamente en la cara al pediatra que había atendido a su hijo en un hospital de Burgos, al que le ha ocasionado una rotura nasal, de la que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente, y numerosas contusiones en el rostro.

Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves, 25 de abril, sobre las 20:30 horas cuando el hombre entró en las urgencias del hospital y, sin mediar palabra, se coló en un box y comenzó a agredir con violencia al médico que había atendido horas antes a su hijo menor de edad, ha explicado la Policía Nacional este lunes en nota de prensa.

La agresión se produjo delante de varios sanitarios, que fueron testigos de lo ocurrido, lo mismo que un guardia civil que se encontraba fuera de servicio, y que avisaron a la Policía Nacional al tiempo que intentaron calmar al agresor.

El Grupo de Atención al Ciudadano-Radiopatrullas de la Policía Nacional acudió al centro hospitalario donde se encontró con el médico que sangraba por la nariz y presentaba visibles moratones y contusiones en la cara, así como abundantes manchas de sangre en el suelo y la mesa despacho de la consulta.

Tras escuchar al doctor y al resto de testigos, los agentes detuvieron la hombre, que fue puesto a disposición judicial investigado por sendos delitos de lesiones y atentado.

El detenido había acudido previamente junto a su mujer y su hijo al mismo servicio de pediatría esa tarde, para que atendieran al menor por un problema de salud. De hecho, él mismo requirió la presencia de una dotación policial puesto que no estaba de acuerdo con la atención recibida por el facultativo que después fue agredido, y pretendía denunciarle.

Tercera agresión a sanitarios en Burgos del año


La agresión ocurrida el pasado jueves es la tercera que se registra en Burgos en lo que va de año, tras dos previas ocurridas en la capital y en Miranda de Ebro.

De acuerdo con la información facilitada por la Policía Nacional, el 19 de abril se produjo un episodio de intimidación a sanitarios que fue denunciado en la Comisaría Provincial, y que había tenido lugar en las consultas de pediatría de un centro de salud de la capital.

Unos progenitores que habían llegado tarde con su hijo a la cita programada irrumpieron a las bravas en la consulta de la pediatra exigiendo atención inmediata y negándose a abandonar la misma pese a las indicaciones de la profesional de que atendería a su hijo en cuanto tuviera un hueco libre.

Al lugar acudió una patrulla de Policía para expulsar a estas personas de la sala y que la pediatra pudiera continuar con su trabajo.

A esto se suma que el pasado enero, en un centro sanitario de Miranda de Ebro, el padre de un bebé ingresado profirió supuestamente amenazas contra pediatras y una enfermera, a los que amenazó de muerte porque no estaba de acuerdo con que a su hijo le dieran el alta médica.

A los pediatras les dirigió frases como “Os creéis intocables, a las 3 acaba vuestro turno, si le pasa algo al niño os rajo el cuello, os mato”, mientras que, a la enfermera, de origen latino, le espetó expresiones de contenido racista con “Eres una puta mona, sabes como hacen los monos: uh uh uh, vete a la jungla a comer plátanos y matar monos”.

Los sanitarios denunciaron los hechos en la Comisaría Local de Miranda, que elevó el correspondiente atestado policial a la Autoridad Judicial.

Penas de prisión de entre 6 meses y 3 años


La Policía Nacional recuerda que, tras la reforma del Código Penal del año 2015, la legislación contempla como delito de atentado cualquier agresión física o intimidación grave cometida contra el personal sanitario o docente, y por lo tanto se persigue cualquier conducta violenta contra estos profesionales “cuando se hallen en el ejercicio de las funciones propias de sus cargos o con ocasión de ellas”.

Para este tipo de actos la ley contempla penas de prisión de entre 6 meses y 3 años, que pueden agravarse en supuestos en que se haga uso de armas u objetos peligrosos o también cuando “el acto de violencia ejecutado resulte potencialmente peligroso para la vida de las personas o pueda causar lesiones graves”.
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