Según las investigaciones del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona

La cerveza es la bebida fermentada con más efecto cardioprotector
Lina Badimon, directora del Centro de Investigación Cardiovascular CSIC-ICCC.


16 nov. 2016 16:50H
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POR REDACCIÓN
La cerveza se revela como la bebida alcohólica fermentada más cardioprotectora gracias a su contenido en polifenoles, según se deduce de una jornada científica en la que ha participado Gemma Vilahur, investigadora del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC) de Barcelona.

El foro, de título Efectos del consumo moderado de cerveza en la salud cardiovascular, ha tenido lugar en el marco del Foro de Gastronomía y Salud Aragón 2016, que se celebra en Zaragoza.

La investigadora ha explicado que, en un estudio elaborado junto a la profesora Lina Badimon, directora del Centro de Investigación Cardiovascular CSIC-ICCC, ambas han observado, en un modelo experimental, que la ingesta de cerveza confiere protección cardiaca y favorece el proceso de remodelado del corazón tras sufrir un infarto de miocardio.

Los datos de la investigación dan a conocer que, en efecto, el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, favorece los procesos de reparación del corazón dañado gracias a los nutrientes que contiene derivados de sus ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), entre los que destacan las vitaminas del grupo B (en especial el ácido fólico), la fibra, los minerales (silicio, potasio, magnesio y poco sodio) así como el xanthohumol, uno de los polifenoles (antioxidantes naturales) más característicos de la cerveza, que se relaciona con efectos protectores en la salud cardiovascular.

Entre los efectos protectores del consumo moderado de cerveza y otras bebidas fermentadas destacan la mejoría en los niveles de HDL (conocido como el colesterol bueno), disminución de la agregación plaquetaria, aumento de la disolución del coágulo, reducción de los marcadores de inflamación, mejora de la función endotelial y aumento de la capacidad antioxidante.
Todos estos efectos protegen contra el desarrollo de la aterosclerosis, enfermedad que subyace en la mayoría de los eventos cardiovasculares.

Otros trabajos: el estudio dirigido por Ramón Estruch

Existen otros trabajos que ratifican los hallazgos que expone Vilahur, como el estudio Bases científicas de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cerveza en el sistema cardiovascular dirigido por Ramón Estruch, consultor senior del Hospital Clínic de Barcelona y que ha sido publicado en las revistas de referencia internacional como Atherosclerosis y Nutrition Metabolism and Cardiovascular Disease.

Estruch y su grupo de investigación han observado a un colectivo de pacientes con elevado riesgo cardiovascular de entre 55 y 80 años de edad, a los que se les suministró durante 28 días una bebida destilada sin polifenoles, cerveza tradicional y cerveza sin alcohol, respectivamente, sin sobrepasar el consumo moderado.

Así, se observó que los marcadores inflamatorios y la estabilidad de la placa de ateroma (cúmulo de grasa en la pared de la arteria) relacionados con la enfermedad cardiovascular se redujeron tras la ingesta moderada de cerveza.

Otras investigaciones, como el estudio Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular, dirigido también por Ramón Estruch y enmarcado en la investigación Prevención con Dieta Mediterránea (Predimed), ha concluido que las personas que consumían cerveza de forma moderada, pero habitual, presentaban una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, así como unas cifras mayores de HDL o colesterol bueno y menores de LDL o colesterol malo.
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