Diccionario de enfermedades

Bronquiolitis

¿Cómo se contagia la bronquiolitis?

¿Qué es la bronquiolitis?


La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa aguda producida por virus. El virus responsable de la misma con mayor frecuencia es el virus respiratorio sincitial (VRS). Los virus provocan una inflamación y obstrucción de las pequeñas vías aéreas en los pulmones (bronquiolos). Es una enfermedad que se produce en el niño lactante, sobre todo durante los primeros 6 meses de vida, y que provoca muchos ingresos hospitalarios en época epidémica (generalmente en invierno).

¿Cuáles son las causas de la bronquiolitis?


El principal virus causante de bronquiolitis es el virus respiratorio sincitial (VRS), aunque también pueden ser responsables otros virus (parainfluenza, adenovirus, rinovirus, enterovirus). Aunque las bronquiolitis pueden ocurrir en cualquier época del año, generalmente se producen como una epidemia desde finales de otoño hasta principios de primavera.

¿Cómo se contagia la enfermedad?


La bronquiolitis se adquiere por contagio desde personas infectadas. La fuente de infección es un niño o un adulto con una infección respiratoria leve. La infección se disemina por contacto directo o indirecto con las secreciones respiratorias infectadas, sobre todo a través de las manos, pero también a través del aire, por la tos o el estornudo.

El humo del tabaco, el contacto con otros niños y la asistencia a guardería son de los factores más importantes que se han relacionado con la aparición de bronquiolitis. Otros factores de riesgo para su aparición son el recibir lactancia artificial, vivir en el centro de la ciudad, tener una vivienda poco ventilada, el hacinamiento y los antecedentes de enfermedad respiratoria de recién nacido.

¿Por qué se produce?


De forma general es una inflamación de las vías aéreas más pequeñas de los pulmones (bronquiolos). La inflamación de los bronquiolos produce obstrucción de las vías aéreas por lo que el aire las atraviesa con dificultad. La mayor parte de las bronquiolitis ocurren en lactantes, probablemente como consecuencia de tener las vías aéreas más pequeñas y unas menores defensas (inmunidad inmadura).

Síntomas de la bronquiolitis


El tiempo que transcurre desde el contagio de la bronquiolitis hasta que aparecen los síntomas (periodo de incubación) es de 3 a 8 días. Al principio se presenta como un catarro común con tos, aumento de la secreción nasal y lagrimeo. Posteriormente, la enfermedad progresa durante 3 a 7 días hasta que la respiración se dificulta y se hace más rápida y ruidosa con pitos audibles en el pecho (sibilancias). Suele existir fiebre menor de 38 °C e irritabilidad o somnolencia excesiva. Los lactantes más pequeños pueden comenzar directamente con periodos de interrupción completa de la respiración de menos de 10 segundos de duración (apnea) como primer signo de infección.

Se puede presentar como un cuadro muy leve, moderado o grave.

La bronquiolitis grave se caracteriza por:
  • Esfuerzo importante y persistente para respirar (respiración entrecortada y rápida, aleteo nasal, movimiento de los músculos hacia adentro entre las costillas, retención de aire en los pulmones, etc.).
  • Periodos de interrupción completa de la respiración de menos de 10 segundos de duración (apnea).
  • Falta de oxígeno en sangre (insuficiencia respiratoria).
  • Coloración azulada de la piel.
Las recidivas de la enfermedad son frecuentes pero tienden a ser leves.

Los pacientes con bronquiolitis pueden sufrir una sobreinfección bacteriana, como una otitis o una neumonía.



¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico de bronquiolitis se realiza por la historia clínica y el examen físico. La dificultad consiste en diferenciar la bronquiolitis de otras enfermedades respiratorias y, en los casos de bronquiolitis, identificar a los niños que pueden sufrir complicaciones.

En general no se realizan pruebas adicionales, como análisis de sangre o radiografías del tórax, a no ser que la evolución no sea buena. Los servicios de urgencias de los hospitales disponen de pruebas de detección rápida del VRS.  La forma más rápida y simple es la detección del VRS en moco nasal que tarda 2 horas.

¿Cuál es el pronóstico de los enfermos?


La mayoría de los casos de bronquiolitis se resuelven por completo, aunque en ocasiones pueden producir problemas respiratorios en el futuro. Los niños que han tenido bronquiolitis (sobre todo si han precisado hospitalización) pueden desarrollar catarros de repetición y cuadros respiratorios con síntomas semejantes a los de la bronquiolitis inicial (tos, dificultad para respirar, pitos en el pecho).

Existen factores de riesgo que predisponen a padecer una bronquiolitis grave y que son indicación de ingreso hospitalario, como los niños que fueron prematuros y aquellos con enfermedades pulmonares o cardiacas.

Algunos trabajos de investigación han demostrado que estos niños tienen un mayor riesgo de desarrollar asma durante la segunda infancia y la adolescencia.

La mortalidad (2 % en niños hospitalizados) es más alta entre los lactantes con alteraciones cardiorrespiratorias previas o con defensas bajas.

Tratamiento de la bronquiolitis


Cuando la insuficiencia respiratoria no es grave, el tratamiento de la bronquiolitis puede realizarse en el domicilio. El tratamiento es sintomático y requiere:
  • Control de la fiebre con antitérmicos.
  • Buena hidratación (aportar suficientes líquidos).
  • Extracción de las secreciones nasales. A veces el médico puede recomendar la utilización de gotas o suero salino para limpiar los conductos de la nariz.
  • En algunos casos los médicos pueden recomendar la utilización de broncodilatadores (medicinas que se toman inhaladas para abrir los bronquiolos).
En los casos graves puede ser necesaria la hospitalización. Las indicaciones de ingreso hospitalario son:
  • Dificultad respiratoria moderada o marcada (respiración entrecortada y rápida, aleteo nasal, movimiento de los músculos hacia adentro entre las costillas, retención de aire en los pulmones, etc.).
  • Bajos niveles de oxígeno en sangre.
  • Interrupción completa de la respiración de menos de 10 segundos de duración (apnea).
  • Mal aspecto general, somnolencia exagerada, deshidratación.
  • Intolerancia a la alimentación oral.

¿Cómo prevenir la bronquiolitis?


Dado que la bronquiolitis es muy contagiosa y que los niños están muy expuestos a personas con infecciones, lo que se puede hacer para prevenir es:
  • Evitar que estén en contacto con niños con bronquiolitis o con infecciones respiratorias del tracto superior. Si el enfermo está en la misma casa se le debe aislar de los otros niños y no debe asistir a la guardería hasta que se encuentre bien.
  • Lavado frecuente de manos para minimizar la diseminación de la enfermedad.
  • Evitar la exposición de los niños al tabaco. Actúa irritando su aparato respiratorio y aumenta el riesgo de que enferme.
  • Cubrirse la boca al estornudar o al toser.
En lactantes de alto riesgo (con enfermedad pulmonar crónica, cardiopatías congénitas, muy bajo peso, defectos del sistema inmunitario) pueden administrarse inyecciones mensuales de un anticuerpo específico contra el virus sincitial respiratorio (Palivizumab, con un máximo de 5 dosis al mes) desde finales de otoño hasta principios de primavera, que parecen conferir alguna protección. Este tratamiento previene la severidad de la infección aunque no es útil para tratar a niños con bronquiolitis.

No existen vacunas contra los virus que causan bronquiolitis con más frecuencia. La vacuna antigripal en niños mayores de 6 meses puede prevenir la bronquiolitis asociada a la gripe.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.