Un 12 de mayo, pero de 1820, nacía Florence Nightingale hoy reconocida en todo el mundo como impulsora del modelo moderno de enfermería. Nightingale fue un claro ejemplo de mujer valiente, comprometida con la sociedad, luchadora y defensora de los derechos sociales. De hecho podemos hablar de ella como una verdadera revolucionaria en su época que se enfrentó primero a su propia familia – que se oponía de forma férrea a que se dedicara a esta profesión –, y mas tarde contra los que fueron sus superiores sanitarios en la Guerra de Crimea con quienes emprendió su propia batalla personal para conseguir establecer una serie de pautas o protocolos de asistencia que acabaron salvando cientos de vidas al evitar infecciones y complicaciones en los heridos. Fue entonces cuando le pusieron el apodo que le acompañaría el resto de su vida: 'la dama de la lámpara', denominación que se ganó gracias a la costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para controlar el estado de a los pacientes.

La tenacidad y la capacidad de luchar por sus convicciones, llevaron a Florence Nightingale a conseguir asentar las bases de la profesionalización de la enfermería con la creación de la primera escuela laica de enfermería en el mundo en el hospital Saint Thomas de Londres. No en vano Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja, siempre reconoció abiertamente que Nightingale había sido para él fuente de inspiración a la hora de crear dicha institución humanitaria internacional que en nuestros días sigue siendo referencia humanitaria en cualquier conflicto bélico, emergencia o desastre humanitario.

Un día dedicado a los pacientes

El nacimiento de 'la dama de la lámpara' ha servido de inspiración al Consejo Internacional de Enfermería (CIE) – máximo órgano de representación mundial de nuestra profesión – de cara a organizar todos los años el 'Día Internacional de la Enfermera'. Una festividad que se traslada a todo el planeta a través de las diferentes instituciones de carácter nacional que conforman parte de esta entidad – el Consejo General de Enfermería, en el caso de España.

Este año la campaña tiene por lema 'Las enfermeras: una fuerza para el cambio. Un recurso vital para la salud' y viene acompañada de un Estudio elaborado por un grupo de expertos de todo el mundo, donde se reivindica la necesidad de garantizar que las enfermeras puedan desarrollar su trabajo en “un entorno seguro” para poder prestar una asistencia de calidad que garantice la seguridad de los pacientes. Entendiendo como tales “entornos” aquellos donde se cumplan unos requisitos básicos en cuanto a número de profesionales por paciente; recursos sanitarios en calidad y número; así como, condiciones optimas sanitarias, personales y laborales.

Así los expertos del CIE denuncian en su documento que existe una grave escasez de enfermeras y matronas, que trabajan en condiciones lamentables, con una gran carga de trabajo, en lugares inseguros, que su formación y especialización no es todo lo adecuada que debiera o que la crisis económica se está cebando con este colectivo en forma de despidos masivos o drásticas bajadas de salarios Situaciones, todas ellas aunque puedan parecer propias de países lejanos, se producen en nuestro país. Y es que en España son más que numerosos los centros sanitarios done las enfermeras que desarrollan su labor deben sortear situaciones absolutamente precarias en lo que se refiere a estas condiciones sanitarias y profesionales denominadas por el CIE como “entornos seguros”.

No en vano en España venimos sufriendo desde hace décadas una cada vez más grave escasez de enfermeras –se necesitan más de 108.000 para llegar a la media existente en Europa por cada 100.000 habitantes–, que se une a otras circunstancias como la excesiva carga de trabajo pone en riesgo su seguridad y la de sus pacientes; su especialización, cuando la tienen, no se les reconoce y es, desde luego, el colectivo sanitario que está pagando la crisis económica en nuestro país con despidos masivos: casi 20.000 enfermeros desempleados y un incremento del 209% en el paro en la profesión en los últimos cuatro años.

Carga de trabajo y mortalidad

Frente al cada vez más acuciante déficit de enfermeras, cabe destacar los estudios que demuestran, desde la evidencia científica, cómo reducir el número de enfermeras por paciente supone un incremento de la mortalidad, las complicaciones, los días de hospitalización y los costes por paciente. Sin ir más lejos, el último de estos estudios que ha sido publicado en la revista 'The Lancet' hace pocos meses, ha venido a demostrar que el incremento de un solo paciente en la carga de trabajo de un enfermero aumenta en un 7% la probabilidad de que una persona ingresada fallezca en un plazo de 30 días desde su ingreso. Y en este sentido cabe recordar que España es uno de los países europeos con tasas más elevadas de número de pacientes por enfermero, con una media de 12,7, frente a, por ejemplo, los 5 y 7 de Noruega e Irlanda respectivamente.

En su calidad de órgano regulador de la profesión enfermera y autoridad competente, el Consejo General de Enfermería de España ha puesto en marcha la web www.seguridaddelpacienteyenfermero.com donde profesionales y pacientes pueden denunciar cualquier situación que menoscabe su seguridad y ponga en riesgo vidas con plenas garantías de seguridad. Nuestro objetivo es actuar ante el incumplimiento de las recomendaciones y los estándares mínimos establecidos por el propio Sistema Nacional de Salud. Y cada una de las denuncias recibidas – 137 hasta la fecha de hoy –son analizadas por un equipo de expertos sanitarios y juristas para que, en aquellos casos donde se compruebe la falta de seguridad, poner en marcha un protocolo de actuación que va desde la comunicación directa a los máximos responsables del centro hasta la denuncia administrativa y mediática, incluyendo, por supuesto, la vía judicial.

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