Claramente la pandemia ha puesto en jaque a la sanidad española y a la vez ha demostrado la importancia de contar con un sistema sólido y de calidad. En este caso, nuestro sistema sanitario ha aprobado y ha conseguido dar respuesta a una situación inimaginable hace un par de años. De todas maneras, centrándonos en la parte de pruebas diagnósticas, y concretamente las de laboratorio, la sobrecarga de pruebas Covid realizadas, supuso un retraso de otras pruebas más de rutina, provocando que éstas pasaran a segundo plano con las consecuencias que esto supone, como diagnósticos tardíos. Teniendo en cuenta que el 70% de las decisiones clínicas están basadas en pruebas de diagnóstico in vitro, imagínense ustedes de que estamos hablando.

Las pruebas diagnósticas de laboratorio juegan un papel importantísimo a lo largo de nuestra vida: desde la prevención durante el embarazo hasta los últimos tratamientos y el seguimiento de las enfermedades crónicas propias de edades avanzadas. Por lo tanto, contribuyen claramente y de forma determinante a mejorar la calidad asistencial, como también la calidad de vida de nuestros pacientes. La pandemia, además, ha puesto de manifiesto, cuán importante es el rol del laboratorio y de las pruebas diagnósticas en el entorno de nuestro sistema sanitario y también a nivel de sociedad.

Dicho esto, y demostrada la importancia del diagnóstico in vitro, sorprenden dos aspectos que me gustaría comentar:

Siendo un sector clave para la toma de decisiones terapéuticas que ha demostrado sobradamente su relevancia en situaciones de emergencia sanitaria creemos que merece un reconocimiento y disponibilidad presupuestaria que permitan incorporar la innovación y dotar a los laboratorios de los imprescindibles recursos tecnológicos necesarios para gestionar esta y futuras crisis que puedan aparecer.

Creemos además que debemos abordar el gran desconocimiento que se tiene hoy de estas tecnologías diagnósticas, en referencia al proceso derivado desde que se toma una muestra, hasta que consultas los resultados con tu médico y que comporta desde innovación tecnológica y automatización hasta validación clínica y que requiere un trabajo detrás importantísimo de profesionales y su altísima contribución, a pesar de que solo representa el 0´8% del gasto sanitario, que debe ser reconocida por la Administración y los ciudadanos priorizando la inversión e incorporación al proceso asistencial. 

Es por estos dos motivos, y principalmente pensando mucho en los pacientes, que desde la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin, hace unos meses pusimos en marcha la campaña #EspíasDeLaboratorio para animar a la gente a que se ‘cuele’ en el laboratorio de un gran hospital.

El objetivo es dar a conocer un espacio al que tan pocos tienen acceso, para que la gente pueda comprobar por sí mismos cómo funciona, desde que se recoge una muestra de sangre o de orina de un paciente y hasta que llegan los resultados al profesional que los ha solicitado. Espías muestra además el impacto de la COVID-19 en sus momentos más duros en el día a día del Laboratorio de Microbiología de un gran hospital, que en este caso ha sido La Paz de Madrid, gracias al que hemos podido contar con toda la información y recursos necesarios para poner en marcha esta iniciativa

Conocer por parte de los pacientes, en particular, y de la población, en general, toda esta labor puede servir de motor para seguir impulsando la aportación del DIV, algo que ha quedado de manifiesto en estos meses a nivel de diagnóstico, pronóstico, y seguimiento de los pacientes con coronavirus. Aprovecho este espacio para animar a todo el mundo a que se ¡cuele! en  https://espiasdelaboratorio.fenin.es/ .