Se atribuye a Napoleón Bonaparte esta célebre frase: "Si quieres que algo sea hecho nombra un responsable. Si quieres que algo se demoreeternamente nombra una  comisión".

Inicio este artículo con esta frase porque creo que representa muy bien lo sucedido en el último Consejo Interterritorial monográfico sobre Atención Primaria, un consejo en el que se reúnen lo “mejor de cada comunidad” y la ministra de Sanidad, es decir los consejeros y la ministra se juntan para debatir y buscar soluciones a los graves problemas de la Atención Primaria, unos problemas que ellos mismos contribuyen a crear, vamos que de nuevo ponemos al zorro a cuidar de las gallinas.

Pretender que la solución a la crisis de la Atención Primaria salga de una reunión de los más altos cargos políticos de la Sanidad es creer que los milagros existen. Y en esta ocasión tengo que decir que, al menos, hay un profesional de la Primaria, médico de familia que ha ejercido como tal, en la reunión. El secretario de estado, Dr. Javier Padilla, al menos sabe de lo que habla. Otra cosa es que la ideología impregne en demasía la opinión y posibles soluciones. Pero, de entrada, es un buen profesional que puede aportar mucho en este debate.

Había cierta expectación por ver que se decidía en esta reunión, parecía que las diferentes Comunidades Autónomas, con sensibilidades diferentes, coincidían en el diagnóstico y, con ello, podría ser más fácil encontrar el tratamiento para este mal.

No sé qué se habló, desconozco los detalles, pero si he visto lo que la ministra escribe a modo de resumen en su cuenta de Twitter. En concreto, y literal, esto es lo que dice:

“Hemos establecido importantes compromisos con todas las Comunidades
Autónomas:

- Revisar los criterios de acreditación de plazas manteniendo la calidad de la
formación.

- Mejorar las condiciones laborales de los profesionales. Ver 60 pacientes al
día es una trituradora de vocaciones.

- Completar la inclusión de los profesionales en el Registro Estatal.

- Crear una comisión permanente de atención primaria y desarrollar el Plan de Acción 2024-2025".

Aparece la palabra mágica, “compromisos”, un término que en boca de los políticos es equivalente a nada. Tengo mucha experiencia en el incumplimiento de acuerdos firmados, como para creer en simples compromisos. El compromiso de un político vale menos que una moneda de peseta en estos momentos.

Revisar criterios de acreditación para que todos puedan ser tutores de residentes de Medicina de Familia es hacer que se devalúe la formación.

Puedo entender que cualquier médico de familia pueda tutorizar a un residente, pero no en cualquier centro de salud se dan las condiciones necesarias para formar adecuadamente a los residentes.

Mejorar las condiciones laborales es necesario, imprescindible, de ello venimos hablando hace mucho tiempo, por ello venimos peleando hace años, hay modelos y planes de mejora que siempre terminan en el mismo basurero.

Sin financiación, sin apoyo para hacer frente a la desburocratización, sin incentivos adecuados, no son solo económicos, esto es inviable. ¿Dónde está el dinero, quién lo financia, cómo se reparte?

“Ver 60 pacientes al día es una trituradora de vocaciones”. ¡Qué frase más buena! Lo primero, afortunadamente, hace tiempo que ya hemos superado eso de que la vocación nos hace aguantar todo. Y, al menos en Madrid, la consejera de sanidad dice que ya no se ven mas de 34 pacientes al día. Yo es que con esta afirmación me parto.

Aplican la “nueva matemática” y una teoría que dice que el número 0 no cuenta, no vale nada, es algo inexistente. Te ponen una agenda numerada del 1 al 34, a cada número le asignas un paciente, le das 10 minutos, y a partir del 34 ya solo se añade 0, 0, 0, 0… hasta esos 60 o ¿por qué no?, 70, 80…lo que haga falta.

No digo en público lo que pienso de esto porque no quiero dar pie a una denuncia.

Completar el registro estatal de profesionales. Esto es para nota. Después de 12 años aún no sabemos los profesionales que trabajan en el sistema.


"Sin financiación, sin apoyo para hacer frente a la desburocratización, sin incentivos adecuados, no son solo económicos, esto es inviable. ¿Dónde está el dinero, quién lo financia, cómo se reparte?"



Cuando digo que debemos hacer una planificación a 5, 10, 15 años para saber las necesidades de personal, equilibrar las entradas al sistema con las jubilaciones, planificar las necesidades de los diferentes especialistas, número de facultades y plazas de estudiantes de Medicina, acompasar número de especialistas y evolución de necesidades con la incorporación de nuevas tecnologías, inteligencia artificial, etc., y vemos que aún no conocemos ni con lo que contamos actualmente, no puedo hacer otra cosa que tirar la toalla, pensar que no hay solución.

Y ya para rematar y al hilo de lo que decía al inicio de este artículo, hacemos nuestra la frase de Napoleón, ¡creamos una comisión!, y con ello demoramos eternamente la solución.

Y en esta ocasión hay un “plan de acción”, menos mal que no es otro plan estratégico, libro blanco o comisión de expertos, este es un plan de acción.

En resumen, creo que el modelo actual de Atención Primaria no tiene solución, que es necesario replantearse un nuevo modelo organizativo, un nuevo modelo de relación laboral, salirse del modelo funcionarial que encorseta y no incentiva, ser valientes a la hora de decir a la población que se puede pedir y, sobre todo, que no se puede exigir a los médicos de Atención Primaria, fomentar los autocuidados, educación sanitaria, prevención, mejora de los condicionantes sociales, modelos de atención profesional para problemas sociales que actualmente se quiere trasformar en sanitarios, etc.

Me contradigo y termino cambiando el titular: NO “habemus” solución para la Atención Primaria.