Simon Biles nos ha dado en la cara con cuestiones que muchas veces se intentan esconder bajo la alfombra. Si ya ha sido referente como deportista de élite ayer mandó un mensaje desde una plataforma tan importante como los Juegos Olímpicos.

Habló en voz alta de la realidad en la salud mental y, en concreto, de su realidad. Ella no estaba bien. La presión y el peso de tener que llegar a las expectativas de todo un país y del extranjero habían hecho mella en su estado mental. Exteriorizó su debilidad y su miedo. Hizo algo que hoy en día está penalizando aún a ojos de la sociedad: dio un paso atrás sin poner excusas que ocultasen la verdadera razón.


"Simon Biles ha normalizado que algún momento todo el mundo necesita parar y curarse algunas heridas"



Con solo 24 años y delante de todo el planeta, Simone Biles nos ha dado una lección a todos: a veces tenemos que decir basta y pedir ayuda. Debemos dejar de ver como un defecto o un fracaso la vulnerabilidad que demuestran las personas. . La opción opuesta, no hablar cuando uno necesita ayuda, ya sabemos bien qué final tiene en España.

España no ha sabido poner en el lugar que le corresponde la salud mental de sus ciudadanos y tenemos un claro suspenso en estas labores asistenciales. Vivimos en un país donde nombrar la tasa de suicidios sigue siendo tabú y la medicación ansiolítica es de las más altas del mundo.


"Debemos dejar de ver como un defecto las personas que nos muestran su vulnerabilidad"



Sin embargo, salvo superficiales acercamientos por parte de algunos políticos que no se traducen en acciones, persistimos impasibles ante la necesidad de avanzar hacia un abordaje más correcto de la salud mental. Y el primer paso para hacerlo es dejar de crear estigmas y normalizar los discursos que hablan sobre los problemas mentales.

Estamos viviendo la segunda gran crisis de este país en poco más de una década. La precarización de la vida, la falta de respiro ante los problemas, el futuro incierto para todos o la falta de confianza en la clase política que debería sacarnos adelante generan un caldo de cultivo perfecto para que se acrecienten patologías como la ansiedad o la depresión. Sin olvidarnos de los pacientes que padecen otras dolencias crónicas de salud mental y están empeorando por la situación actual.


"Persistimos impasibles ante la necesidad de avanzar hacia un abordaje más correcto de la Salud Mental"



Hasta que no levantemos la alfombra y pongamos el foco sobre la frágil salud mental de los españoles no podremos empezar a buscar soluciones reales y muy necesarias ante este problema silenciado. Por eso es tan importante el mensaje que ha transmitido Simone Biles. Ha normalizado que todo el mundo, en algún momento, necesita parar y curarse algunas heridas. Quizá no se vean, pero nos pueden arruinar la vida. Ahora la pregunta es: ¿qué vamos a hacer al respecto?