Redacción. Madrid
El problema, desde el punto de vista sanitario, es la desaparición de la llamada colegiación obligatoria para profesiones como la médica o la enfermera, cuyos líderes se resisten a pensar que puedan estar reguladas simplemente por su mayor contratante, las administraciones. Hace unos días la mera mención en Consejo de Ministros de abrir de nuevo el melón de la liberalización de las profesiones encendió de nuevo la alarma en el seno de las mencionadas, que no hace casi un año ya evitaron una intención similar del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero esta vez parece que la amenaza no es tal para las profesiones sanitarias. Fuentes que están trabajando en el proyecto anunciado por el Gobierno de liberalizar los servicios profesionales, han señalado a Redacción Médica que de momento no existe ningún texto conocido ni articulado en el que se aborde el asunto de la liberalización de los servicios profesionales. Y cualquiera que sea el texto de ese futuro anteproyecto, tendrá en cuenta que las profesiones sanitarias y jurídicas no se rigen por normas de liberalización, según la normativa comunitaria. Por este motivo, existe una base jurídica suficiente para que las profesiones sanitarias y las jurídicas continúen siendo servicios regulados, por lo que los criterios de liberalización serían aplicables a otras profesiones de distinta naturaleza. |