Interfiere en una adjudicación del Ministerio de Sanidad y distorsiona la opinión de los técnicos



22 oct. 2015 19:31H
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Redacción. Madrid
El Ministerio de Hacienda prefiere ahorrarse unos miles de euros a asegurar que pensionistas que padecen enfermedades crónicas, o que por sus dolencias son polimedicados, puedan hacer turismo en unas condiciones óptimas dentro del plan de viajes que anualmente organiza el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda.

Y es que el departamento que dirige Cristóbal Montoro, muy posiblemente con la colaboración de alguien dentro del Ministerio de Sanidad, ha dinamitado el acuerdo inicial de la comisión técnica del propio Imserso que analizó las propuestas para esta adjudicación presentadas por Mundosenior (que lleva prestando el servicio 25 años) y la novata Mundiplan.

Mundosenior es una unión temporal de empresas (UTE) formada por Globalia y Barceló, mientras que la competidora nace de la alianza de Iberia y Alsa, principalmente. El contrato que hay sobre la mesa se divide en tres lotes: el primero es el de la costa peninsular, de 335,4 millones; el segundo el de turismo en costa insular, 240 –pero el más interesante porque incluye vuelos-; y el tercero corresponde a interior e intercambio internacional, que representa unos 86 millones.

La polémica que puede dejar a miles de jubilados sin viajar (Mundosenior tiene hasta este lunes para presentar un nuevo recurso) comenzó hace meses, cuando tras semanas de análisis la mesa técnica encargada del concurso decidió otorgarlo de nuevo en su totalidad a Mundosenior, pero, ante el recurso de Mundiplan, Hacienda se entrometió y nombró un tribunal administrativo que en solo tres días anuló lo indicado por los técnicos y ordenó un criterio de valoración por el que prácticamente se adjudicaban los tres lotes a la UTE de Mundiplan (sin experiencia en la prestación de este servicio) basándose solo en un criterio economicista, sin contemplar la opinión de los técnicos que había antepuesto la calidad de vida de los pensionistas en los viajes.

Finalmente, ante la posibilidad de una nueva apelación de Mundosenior, Hacienda (al parecer con la mediación del Ministerio de Sanidad) quiso hacer un apaño final: el lote 1 y 3 para Globalia y Barceló, y el 2, el más jugoso, para Iberia y Alsa. Y Mundosenior no está dispuesto a entrar por el aro, porque considera que no se ha respetado la opinión de los técnicos, y porque denuncia irregularidades en su competidora, como la falta de acreditación como agencia de viajes y el hecho de que se dilataran los plazos iniciales de forma anómala para que se presentase al concurso.

Pero la verdadera preocupación en el seno del Imserso es que Hacienda haya distorsionado la adjudicación del concurso de tal forma que las condiciones en que puedan viajar miles de jubilados que padecen enfermedades crónicas o son polimedicados desemboquen en trastornos de la salud graves e incluso fallecimientos. Y es que la propuesta de Mundiplan recoge viajes en avión a horas intempestivas u horarios de comidas disparatados, que pueden alterar los hábitos de estas personas y complicar sus dolencias.

En juego parece que está no solo el viaje de miles de personas, sino su salud y la reputación del Imserso, de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales y del propio Ministerio de Sanidad. Por eso el mismísimo ministro Alfonso Alonso habría intentado mediar sin conseguir de momento solucionar este espinoso asunto, que puede llegar a alcanzar una dimensión de salud pública preocupante.
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