Javier Sorribes, Alexandru Teodor Gherghe y Pablo Segura.
El 'dress-code' del verano pasa por prendas cortas y ligeras, en las que tejidos como el lino y colores como el blanco o el beige predominan. Sin embargo, a veces, el tedio cromático del estío desaparece a favor de la estridencia. Tonalidades chillonas y metalizadas se apoderan de la indumentaria de miles de personas en determinadas ocasiones. El 'glitter', la transparencia o el 'animal print' complementan una apariencia que roza la frontera de lo hortera. Un terror estético que forma parte del ADN de la estación, garantizado por la celebración de múltiples
festivales de música. En España, se llevan a cabo casi 900 durante todo el año, la mayoría en los meses de junio, julio y agosto, con una importante afluencia de público. Motivo por el que el 'outfit' festivalero se combina con trajes rojos y chalecos amarillo fluorescente. El uniforme de las decenas de sanitarios que aseguran
el proceso asistencial en estos acontecimientos.
"Son un sitio peculiar para ejercer la Medicina", ha señalado
Javier Sorribes, médico de
Familia en el centro de salud de Albocàsser (Castellón). El facultativo ha formado parte de los equipos sanitarios del FIB, el Arenal Sound o el Rototom Sunsplash, entre otros. Incluso, ha saltado a otras comunidades autónomas para atender a pacientes en eventos como el Viña Rock. "En Castellón tenemos mucha experiencia en festivales", ha recalcado.
Una capacitación que comparte con
Pablo Segura, enfermero en el servicio de diálisis del
Hospital General de Castellón. El sanitario, a través de Prevesan, ha presentado asistencia en Arenal Sound, FIB, Rototom y SanSan Festival. También en citas con Elrow, Viña Rock, Madrid Salvaje, Brava Madrid o Interestelar. Un listado similar al de
Alexandru Teodor Gherghe, técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y coordinador en recinto, posición relacionada con la organización de los equipos sanitarios dentro del festival y la cooperación con el resto de trabajadores del evento.
"Es una experiencia intensa y gratificante"
|
Además, ambos coinciden en que trabajar en un festival, pese al sobreesfuerzo que supone, es
una experiencia única. "Es algo intenso y gratificante", ha calificado Segura, focalizado en la asistencia sanitaria prehospitalaria, la prevención de riesgos o la vigilancia del estado de salud pública. "Yo se lo recomiendo a cualquier sanitario", ha agregado Gherghe.
¿Cómo es trabajar en un festival?
La jornada de los sanitarios comienza una hora antes de que lleguen los asistentes. Momento que aprovechan para organizar los equipos y dividirse entre los distintos puntos en los que se da asistencial sanitaria. Por norma general, suelen ser
dos postas, cada una con un médico, una enfermera y un TES. Asimismo, se establecen
varios binomios formados por dos TES o un TES y una enfermera, dedicados a acudir a los avisos y trasladar a los pacientes a los puestos en los que se ubica el resto del personal.
El
orden es clave para garantizar una correcta atención. A través de walkie-talkies, los sanitarios se comunican con los distintos trabajadores en el recinto. El coordinador de los equipos es el encargado de recibir los avisos procedentes del personal auxiliar o vigilantes y distribuirlos entre los diferentes binomios repartidos por el recinto.
Respecto al tipo de incidencias tratadas, estas varían considerablemente según el público o tipo de música. "Por ejemplo, en los festivales más rockeros, donde acostumbran a formarse 'pogo', lo más habitual es que se atiendan lesiones como esguinces", ha apuntado Sorribes. Más allá de
traumatismos y lesiones musculoesqueléticas en extremidades, Segura ha indicado que las lipotimias, las heridas, las cefaleas y el malestar general forman parte del día a día del sanitario en un festival.
Menos habituales son las intoxicaciones etílicas o por estupefacientes. Además, deben estar preparados para abordar cualquier patología que pueda padecer el asistente. "Hay que recordar que son personas que están varios días fuera de casa y puede suceder cualquier cosa. Eso sí, en ningún sitio van a estar mejor, ya que los festivales son de los pocos lugares de ocio que cuentan con asistencia sanitaria garantizada", ha apuntado el médico.
"Los festivales son de los pocos lugares de ocio que cuentan con asistencia sanitaria garantizada"
|
Ninguno recuerda momentos de especial gravedad durante sus actuaciones. No obstante, el enfermero ha incidido que, en ocasiones,
resulta complicado atender al paciente, especialmente si se encuentra bajo el efecto de algún narcótico. También lidiar con sus acompañantes, que se agolpan alrededor de los sanitarios, presa de los nervios. "Tratar con el público nunca es fácil, pero todo se acaba solucionando", ha agregado Gherghe. Tampoco es fácil
trabajar por la noche, pero no es nada nuevo para los titulados en Ciencias de la Salud. "Los turnos nocturnos suelen ser exigentes tanto física como mentalmente, similares a una guardia, aunque con momentos de mayor demanda asistencial", ha apostillado Segura.
La afluencia de pacientes se intenta contrarrestar con equipos sanitarios de gran tamaño. Según Sorribes, el personal
se suele sobredimensionar para estar preparados en caso de tragedia. No obstante, Gherghe ha compartido que algunos eventos "piden menos profesionales de la salud" de los necesarios. "Esto se nota al final", ha afirmado el TES.
Equipo de sanitarios en el Arenal Sound (Burriana, Castellón).
|
Formación para festivales
La cobertura asistencial de eventos privados no es una especialidad. Sin embargo, los tres sanitarios consideran que es importante que el personal contratado para trabajar en un festival
cuente con experiencia en el ámbito de Urgencias y Emergencias extrahospitalarias. Algo que no siempre sucede. "Hay veces que acuden compañeros recién salidos de la facultad y lo que se requiere para estos casos son profesionales con experiencia", ha respondido el facultativo. Una circunstancia que podría resolverse con el nacimiento de las disciplinas médica y enfermera de
Urgencias. Algo que no quita la influencia positiva de contar con formaciones específicas para preparar la asistencia en este tipo de eventos.
Y es que el ajetreo, la nocturnidad o la exposición constante a ruido no es para todos. Sorribes, quien disfruta de su labor en estas circunstancias, reconoce que
no le gustaría dedicarse únicamente a esto. "Al final, la conciliación familiar es complicada si solo trabajas en eventos privados", ha remarcado el médico. Tampoco a Segura, quien asevera que quiere potenciar su desarrollo en el ámbito de las Urgencias y Emergencias extrahospitalarias. La nota disonante la pone Gherghe. "Me encantaría dedicarme exclusivamente a este tipo de citas, ya que
es donde más aprendo", ha sentenciado.
"Se requieren profesionales con experiencia para estos eventos"
|
Los festivales son
un nicho a explotar por las profesiones sanitarias. Así lo atestiguan los casi 1.000 encuentros musicales de este tipo que se organizan en España. Una oportunidad laboral para médicos, enfermeras o TES. Y es que no todo es plata, cuero o flecos. En la pista de baile, el reflejo amarillento del chaleco es un habitual. Y nunca se pasa de moda.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.