La Revista

Silvia Meseguer estudia Medicina y cada día compagina esta tarea con la de defender el escudo del Atlético de Madrid

A medio camino entre el césped y el hospital
Silvia Meseguer, con el número 15, celebra un gol con sus compañeras del Atlético de Madrid.


30 sept. 2017 20:00H
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POR JESÚS ARROYO
No es fácil compaginar la vida universitaria con la laboral. Menos aún si eres una deportista de élite. Y si no, que le pregunten a Silvia Meseguer (Alcañiz, 1989) estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y jugadora del Atlético de Madrid que con esta doble vida consigue combinar las dos pasiones de su vida.

Silvia se encuentra en estos momentos realizando su sexto año de Medicina, la antesala de MIR, y comenzando la temporada un año más con el Atleti Femenino, hasta la fecha con pleno de victorias en Liga. Desde hace dos semanas también compagina las rotaciones de prácticas en el área de Urgencias del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, “donde más estoy aprendiendo gracias a los conocimientos que vas adquiriendo en primera persona”.

“Ahora voy a prácticas antes del entrenamiento, que es a las doce de la mañana. En el hospital estoy desde las ocho de la mañana hasta la hora que empiezo a entrenar y es duro, muy duro, porque no tengo tiempo ni para descansar, y sin contar los días que tenemos doble sesión de entrenamiento. Pero bueno, no se puede hacer de otra manera. Te terminas acostumbrando”, explica sin perder de vista el reloj que cuenta los minutos que faltan para regresar a su espacio de estudio.  

Si por ella fuera, sus días durarían 25 horas para poder descansar, al menos, una hora más. El poco tiempo que tiene libre lo dedica a descansar, y sobre todo el fin de semana. “Ese día lo dedico para mí. Me gusta leer o ver alguna buena película. También desconecto montando en bicicleta”. Precisamente, en estos momentos está terminando de leer la trilogía sobre Escipión el Africano de Santiago Posteguillo (Ediciones B).

Silvia Meseguer posa con el título de Liga conseguido el año pasado con su equipo. 

Meseguer lo tiene claro. Cuando cada domingo salta al terreno de juego deja en el vestuario su bata de médico y se centra en el partido. Lo mismo hace cuando llega al hospital. Dos roles muy diferentes pero que hasta la fecha ha podido compaginar sin problema. Es más, como bien explica ella, nunca ha dado la casualidad que un paciente la haya reconocido como jugadora del Atlético de Madrid porque “cambio mucho fuera del campo”.
“En realidad sé que mi futuro será la medicina pero ahora, mientras pueda, voy a intentar compaginar los estudios con el fútbol porque me gustan las dos cosas. Soy consciente de que la carrera de futbolista se va a acabar y voy a aprovechar al máximo. Ahora mismo soy más futbolista que médico pero es lo que me toca vivir. No puedo obviar que tengo 28 años y que esto se acabará antes o después”, responde con seguridad Meseguer cuando se le pregunta sobre su futuro. Aunque reconoce que “todo esto depende de cómo me encuentre sobre el terreno de juego y de las sensaciones que tenga con el balón. Si  veo que puedo aguantar jugando a un buen nivel no me plantearé realizar el MIR, por el momento”

PARTIDO A PARTIDO

Aunque suena a tópico, la frase del Cholo Simeone de “partido a partido” es un axioma también utilizado por Silvia Meseguer. La misma filosofía que defiende el argentino para arengar a sus jugadores es la que utiliza ella día a día en su estudio. “En la Medicina hay que estar renovándose constantemente por los diferentes avances médicos que van apareciendo y en el deporte es igual, tienes que ir trabajando día a día, partido a partido, para seguir siendo el mejor”.

Además, este año será especialmente duro para ella. Su equipo, el Atlético de Madrid, viene de ganar la Liga la temporada pasada y este año, como mínimo, el reto vuelve a ser revalidar el título, aunque el favorito sea un año más el FC Barcelona.

“También jugamos Champions y nos ha tocado un rival muy difícil como es el Wolfsburgo, un equipo alemán que siempre opta a ganar el título”, explica Meseguer sin olvidar que ganar esta competición sería un sueño para ella. Aún así, la joven responde entre risas cuando se le pregunta qué es más difícil, si ganar una Champions o atender una urgencia: "Vamos, sin ninguna duda atender una urgencia, pero con mucha diferencia". 

DORSAL 15

Silvia luce cada partido el número 15 a sus espaldas, como Savić, jugador en el equipo masculino. Ambos comparten posición sobre el campo de fútbol: centrocampista defensivo. Pero entre uno y otro hay una diferencia abismal en su salario. Meseguer no ha obviado este debate y reconoce que “al final los futbolista cobran el dinero que cobran por lo que generan y en definitiva mueven mucho dinero. No es lo mismo la expectación que se crea detrás de un médico que la de un futbolista. No es que sea ni mejor ni peor. La sociedad lo ha elegido así y ya está”


 "Ahora mismo soy más futbolista que médico pero es lo que me toca vivir. No puedo obviar que tengo 28 años y que esto se acabará"


Quizás esa desigualdad en el deporte femenino se podría subsanar invirtiendo más en el mismo. Así lo cree ella, que piensa que “se necesita más inversión en muchos deportes minoritarios para que puedan seguir progresando. En el mío se necesita más visibilidad para que la gente lo vea y pueda generar más ingresos. Pero es la pescadilla que se muerde la cola, si los medios de comunicación no nos dan eco, no se genera dinero y nosotras no podemos avanzar”.

Aunque ahora, y sobre todo gracias a la firme apuesta del Atlético de Madrid por su sección femenina, “tenemos más repercusión”. “Tranquiliza mucho tener un club como el Atleti apoyándote. Antes, por ejemplo, no formábamos parte de la entidad, y desde el año pasado ya no es así. Ahora, nos televisan bastantes partidos, hemos jugado varias veces en el Calderón. Son cosas que hace cinco años ni me las planteaba”.

La misma inversión que reclama para el deporte femenino es la que pide para la sanidad pública. Silvia se muestra una defensora acérrima del sistema público porque “esto es lo más importante que hay en un país y es en lo que más se tendría que invertir. Es decir, sin salud no tendría sentido nada”.

DESDE PEQUEÑA

A día de hoy, Silvia se sigue preguntando de donde viene la faceta de la medicina y el fútbol porque “en mi familia no hay ningún médico ni ningún futbolista”. Pero ella desde pequeña tenía claro que quería estudiar medicina y marcar goles.

Sivlia Meseguer disputa un balón en el primer partido de Liga contra la Real Sociedad. 


“No tengo ni idea de donde han salido estas dos facetas, pero siempre tuve claro que quería estudiar Medicina. Cuando fui a hacer selectividad me quede a las puertas de entrar a la carrera, volví a repetir la selectividad, subí la nota y al final pude entrar gracias al cupo de  deportista de élite”, recuerda Meseguer siendo consciente que el fútbol y el deporte le abrió las puertas de la universidad. 

SUFRIDORES DE CORAZÓN

El camino para terminar Medicina no está siendo fácil, y ella lo sabe. Pero afortunadamente los padres de Meseguer siempre han estado detrás de ella apoyándola en cada decisión que ha tomado hasta ahora. “Mis padres son los primeros que me animan a hacer lo que más me gusta, pero siempre han priorizado en mis estudios de Medicina. Esto es por lo primero que me preguntan siempre y si en algún momento no hubiera podido compaginarla con el fútbol hubieran sido ellos los que me habrían dicho que abandonara el fútbol. De momento no es así y son los primeros que me animan a seguir con ambas cosas”, reconoce con satisfacción. 
Su último partido será cuando decida elegir la especialidad, pero como muchos de sus compañeros, Meseguer no sabe aún por cual se decantará en el futuro “porque depende de muchos factores”.

“Ahora mismo no tengo nada claro que especialidad me gustaría elegir. Estoy diciendo entre las que me gustan, pero todo ello dependerá de la nota que saque en el MIR, pues tendré que elegir en función de la misma. Cardiología, por ejemplo, sería una de esas especialidades que me gustan, por eso de que los atléticos sufrimos del corazón, pero conseguir esa nota es muy complicado”, reconoce Silvia recordando la estrofa del himno del Atleti entonado por Joaquín Sabina: ¡Qué manera de sufrir!
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