Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander.
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La instalación de desfibriladores en lugares públicos es un asunto cada vez más de moda entre las empresas socialmente responsables. No obstante, hay algunas que no entienden el concepto de responsabilidad social sociosanitaria, según cuenta un importante cardiólogo. Este propuso al Banco Santander que colocara uno en cada cajero automático, lo que hubiera sido un importante avance en la prevención de las consecuencias de un infarto en la vía pública, pero además una gran publicidad para la entidad. No obstante, al cardiólogo no le convencía el espíritu con que el banco acogió la propuesta: según él, buscaban obtener algún rédito directo de su implantación, lo que echó para atrás al especialista en su proyecto. No quiere decir qué tipo de beneficio era el buscado, pero con un poco de ironía uno puede imaginar el tener que llevar 'suelto' si quiere reanimar a algún infartado en plena calle…
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