No son buenos tiempos para la sanidad catalana, que ha visto lastrado el presupuesto de 8.716,5 millones de euros en salud que se había pronosticado para 2016, y que contemplaba 317 millones más respecto a 2015. Desde ese ‘no’ inamovible de la CUP (desintegrada ahora por desavenencias sobre esta decisión), parece que el nivel ejecutor de la Consejería ha disminuido. En los últimos días, el departamento dirigido por Antoni Comín no ha querido explicar a los medios su proyecto de un Área del Medicamento ni de una futura Agencia Catalana del Medicamento. Lo curioso es que ambas medidas iban encaminadas a construir un sistema autónomo de Salud para una Cataluña independiente de España, proceso quizá ralentizado ahora que se mezclan la falta de cuentas para el año en curso con las dudas de quien permitió la llave de gobierno…
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Aviso importante
El usuario desde el que está intentando acceder a este contenido no está registrado como profesional autorizado para acceder a esta información. Esta noticia informa sobre novedades farmacológicas y, por ley, está reservada a profesionales de la salud habilitados para la prescripción o dispensación de medicamentos.
Volver a la portada de Redacción Médica
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.