La candidata de Sumar a lehendakari, Alba García, apuesta también por fijar 10 minutos por consulta en Osakidetza

"Garantizaremos al sanitario 3 horas al día para investigación y docencia"
Alba García, candidata de Sumar a lehendakari.


27 mar. 2024 18:10H
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Sumar tiene el reto de lograr entrar en un Parlamento autonómico tras su intento fallido en las elecciones autonómicas gallegas del pasado 18 de febrero. La plataforma de Yolanda Díaz no pudo lograr representación en la cámara gallega con la candidatura de su escudera Marta Lois, a pesar de Díaz jugaba en casa, pues es natural de Ferrol. Ahora, el reto para el debut autonómico de Sumar recae en otra mujer. Concretamente, en Alba García, una mujer comprometida con el espacio denominado izquierda confederal vasca. Es decir, esa izquierda a la izquierda del Partido Socialista no independentista. Y, para el cometido que se le ha encomendado, García tiene claro que la sanidad tendrá que ser uno de sus pilares de campaña. Más allá de denunciar la temporalidad que viven los profesionales de Osakidetza, la candidata a lehendakari de Sumar plantea la entrevista con Redacción Médica desde el prisma de la mejora de las condiciones laborales de los sanitarios. “Los profesionales tienen que tener tiempo para la investigación o docencia”, ha resaltado una García que ha propuesto fijar un “máximo” de tres horas diarias para dichas actividades.

Y es que la cabeza de lista de Sumar aboga por mejorar el bienestar de los trabajadores de Osakidetza de cara a las elecciones vascas del 21 de abril, incentivando su estancia en el Servicio Vasco de Salud con medidas que más están demandando en los últimos años desde la primera línea sanitaria. “Creemos que hay que limitar las ratios, pues no puede ser que los profesionales atiendan a 60 pacientes al día. Tienen que limitarse a 1.500 tarjetas individuales sanitarias (TIS)”, ha añadido. Pero sus planteamientos en materia sanitaria van más allá, pues ha puesto de relieve la necesidad y promesa de llevar a cabo un Plan Vasco de Salud Mental, con un especial énfasis en la población infanto-juvenil, o en aumentar la cartera de servicios de Osakidetza, para que la atención de oculistas y dentistas esté garantizado en la sanidad pública.

Se presenta como candidata a lehendakari por parte de Sumar. ¿Cómo está afrontando estas semanas de precampaña?

La verdad es que lo estoy afrontando muy bien, con mucha ilusión. Es verdad que son semanas muy complejas, de mucho trabajo. Como candidata hay muchos cambios de rutina, de horas del día, de poco sueño, mal comer muchas veces... contemplamos que eso es parte también de esto. Pero lo afronto bien, con mucha ilusión, como un reto muy bonito, porque lo vivo así. También es verdad que es una responsabilidad enorme. Son muchas horas de estudio, de madrugón y de curro, pero la verdad es que con mucha ilusión y con muchas ganas.

En las elecciones municipales de mayo de 2023 fue coordinadora de campaña de Elkarrekin Podemos. Ha pasado de Podemos a Sumar, como otros tantos en todo el Estado. ¿Su nombre ha sido el inconveniente principal y definitivo para que las dos formaciones no hayan podido ponerse de acuerdo para las elecciones vascas?

Me gustaría incidir en mi trayectoria profesional y política. Yo vengo de estar muchos años haciendo política municipal, en los movimientos sociales y en la militancia política. Y desde ahí he estado unos años trabajando en este espacio que en Euskadi llamamos izquierda confederal, teniendo diferentes funciones como personal técnico. Esto sí que me gustaría resaltar, porque en cierta parte yo trabajaba para un espacio político y hacía todas las labores que tenían que ver con la coordinación del programa electoral, de la acción institucional más vinculada a la política municipal, Juntas Generales y también al Parlamento Vasco. En ese sentido, estoy muy tranquila porque pertenezco al espacio político de la izquierda confederal vasca. He estado militando, participando y trabajando como una persona asalariada en ese espacio, y sigo en él. No me he ido. Para mí no es un salto. Es el lugar en el que he estado unos años y ahora sigo aquí. Estoy en una coalición de cuatro partidos políticos, que tenemos un programa y unas ideas.

¿Qué ha faltado para que hubiera un acuerdo de coalición entre Podemos y Sumar en Euskadi? Porque de un lado y de otro nos han ido recalcando que por programa no sería.

La idea que quiero remarcar, sobre todo, tiene que ver con la confianza. No solo en política, en la vida en general para cualquier persona que quiera llegar a un acuerdo con otra o con veinte, es fundamental que pueda confiar. Y en este caso la otra parte no nos garantizaba que hubiera esa confianza para que se dieran las condiciones políticas para un acuerdo. No podemos olvidar cómo se han dado las situaciones, las cuestiones que han pasado también en Madrid, porque hay una dirección estatal que les han dicho hacia dónde ir, tal y como hemos visto en las elecciones gallegas, con esa consulta a la militancia. Ha habido un montón de elementos que todo el mundo sabe que estaban encima de la mesa. No era una cuestión de que fuera yo o fuera otra persona (la candidata), sino que era una cuestión de que su dirección política (la de Podemos Euskadi) desde Madrid decidió su postura.


"Se ve una clara falta de recursos cada vez más limitados y un sistema que está absolutamente fatigado"



Entrando ya en materia electoral, ¿qué diagnóstico hace de la sanidad vasca en general y de Osakidetza en particular?

Nosotras pensamos que Osakidetza ha sido tradicionalmente un ejemplo de lo que debiera ser un sistema público de salud. Lo que decimos mucho de que ha sido la joya de la corona de Euskadi. Y así lo hemos pensado durante mucho tiempo, porque ha sido la garantía de salud y bienestar para miles de personas en Euskadi. Pero también es cierto que el diagnóstico que hacemos a día de hoy es que (Osakidetza) no está pasando por su mejor momento. Venimos, además, de una crisis como la del Covid-19, que ha servido para sacar a luz muchos de problemas que ya estaban latentes, pero que han estallado con el coronavirus, que afectan, especialmente, a todo lo relacionado con la Atención Primaria. Se ha visto, se ve y seguimos recalcando una falta clara de personal, una falta clara de recursos cada vez más limitados y un sistema que está absolutamente fatigado, con unas listas de espera muy altas, y no solo para la atención con especialistas, sino que también para toda cirugía. Por lo tanto, este sería nuestro diagnóstico de los servicios.

Por otro lado, si hacemos un análisis del personal sanitario, de cómo están las trabajadoras de Osakdietza, podemos decir que estamos viendo, y también nos lo trasladan ellas, que hay una altísima temporalidad. Osakidetza cuenta a día de hoy con alrededor de 25.000 empeladas interinas, de las que unas 14.000 tienen más de tres años de antigüedad. Otros 9.000 tienen una antigüedad de más de ocho años. Estamos hablando de que un tercio de la plantilla de Osakidetza es temporal. Y tal y como han denunciado en numerosas ocasiones los sindicatos, la temporalidad es la primera puerta para que llegue la privatización. La situación de los servicios, por supuesto, tiene unos responsables muy claros que en este caso son el Gobierno Vasco, el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista.

¿Cuál es el proyecto sanitario de Sumar para Euskadi?

Primero que todo queremos recalcar que nuestro diagnóstico no es una casualidad ni es mágico. Es decir, que tiene unos responsables muy claros que han pasado por varios escenarios. Primero, ignorar el problema. Segundo, juzgar a las y los sanitarios. Y por último, ahora en campaña, hacer ver que el señor Pradales (candidato a lehendakari del PNV) acaba de llegar a la Tierra y a Euskadi y que él no tiene nada que ver con cómo está Osakidetza. Nosotras lo que queremos es recuperar el orgullo de Osakidetza y de lo público. Y cuando hablamos de cómo está Osakidetza, tenemos que hacer hincapié en que lo decimos con mucha cautela porque lo último que querríamos es desprestigiar al personal sanitario, que es lo más valioso que tenemos en nuestro sistema de salud público. Entonces, me parece que hay que hablar de esto, porque no es una cuestión de que (Osakidetza) esté así por ellos (profesionales sanitarios), está así por la gestión que ha tenido Osakidetza, que ha sido nefasta.

Nosotras proponemos blindar Osakidetza. Y blindar Osakidetza y garantizar que el servicio de salud cuente con recursos implica que la Atención Primaria, que nosotras entendemos que es el pilar de la sanidad pública, tenga al menos un 25 por ciento de la inversión destinada a sanidad. Esto para nosotras es primordial, porque entendemos que el primer nivel asistencial es la puerta de entrada a la salud pública. En segundo lugar, queremos facilitar la vida a los profesionales de la salud. Estamos hablando de las ratios en Primaria, que son una locura, y así nos lo trasladan tanto los sindicatos como los profesionales sanitarios. Creemos que hay que blindar y limitar las ratios. No puede ser que los profesionales estén atendiendo a 60 pacientes al día. Tienen que limitarse a 1500 TIS, pero también el tiempo asistencial de los sanitarios. Como máximo, pondríamos cinco horas diarias para la asistencia y el resto para que los profesionales puedan tener también tiempo para investigar, para la docencia o para otras cuestiones. Es decir, que el sanitario pueda hacer más trabajo comunitario a lo que es la atención propiamente dicha. Y también deberíamos fijar un tiempo de consulta estipulado en 10 minutos.


"Queremos aumentar la cartera de servicios de Osakidetza, incluyendo el oculista y dentista en el sistema público"



Por otro lado, también queremos aumentar la cartera de servicios. Creemos que el oculista y el dentista deberían formar parte de la cartera de servicios de Osakidetza, porque estamos viendo que son servicios a los que no todo el mundo tiene acceso. Son servicios a los que acude la gente que puede pagarlos. Y esto no puede ser. También queremos llevar a cabo un plan de reducción de las listas de espera, y eso pasa por finalizar con las externalizaciones y privatizaciones. Una de las últimas medidas que puso en marcha la consejera Sagardui en Euskadi, diciendo que era la panacea, ha sido privatizar y externalizar las pruebas médicas y los servicios como, por ejemplo, el aborto. En Euskadi el 95 por ciento de abortos se realizan en clínicas privadas. Nosotras pensamos que hay que garantizar que esto se haga desde lo público.

Pero más allá de la mejora de la gestión, abogamos por la revisión de las OSI, por mejorar las condiciones del personal sanitario, de los MIR y EIR, que están en una situación muy precaria... Pero me gustaría atender a una cuestión, también por mi profesión como psicóloga, que es la salud mental. Creo que es una de las grandes olvidadas en la salud pública. Creemos que la salud mental tiene una pata fundamental en la salud pública, ya que la prevención o estudiar los determinantes sociales en la salud mental y su impacto en la vida, como el tener o no una casa, por ejemplo. Pero si hablamos de que la salud mental inserta en la salud pública, tenemos que meter recursos. Lo que no puede ser es que no haya recursos, no puede ser que haya gente a la que no se le ingrese porque no haya plazas, no puede ser que la gente tenga que estar esperando meses a una consulta de Psiquiatría y que en ese tiempo de espera pasen cosas terribles. Osakidetza tiene que tener un plan claro para cuidar la salud mental, y por eso creemos que hay que hacer un plan de salud mental vasco que ayude a prevenir y a solventar el tema de la salud mental. Tenemos que garantizar que haya recursos. Es decir, que haya dinero y que haya medios. Lo que no puede ser es que digamos que vamos a hacer y luego no poner ni responsables ni dinero público para ello. Y en especial, porque creo que tenemos que dar una especial atención a algún tipo de plan de salud mental para personas jóvenes. Tenemos que hablar de qué pasa con la gente joven y tenemos que dotarlo, con una inversión necesaria, para reducir el tiempo de espera para la atención psicológica que en sistema de salud público es bastante dramático.

Las largas listas de espera son un reclamo de la sociedad, y muchos profesionales critican el colapso de la Primaria y de las Urgencias. ¿Cómo se puede cohesionar el sistema sanitario?

Las listas de espera van en aumento. La Atención Primaria, que está olvidada y a falta de recursos y de profesionales, está absolutamente está saturada. Los Puntos de Atención Continuada (PAC) se están cerrando... Hay muchos PACs en Euskadi que atienden sin médicos, muchos PACs que cierran en verano y no se vuelven a abrir. Los PACs eran unos lugares que quitaban un poco de presión a las Urgencias Hospitalarias. Y lo que estamos viendo es que las Urgencias están saturadas. Y esto pasa por un refuerzo de la Atención Primaria, un refuerzo de personal y de recursos. La cosa no va de que con la gente que hay se atienda al doble de personas. La cosa va de que desde lo público se entienda que la Primaria es el pilar fundamental de la sanidad, y con ese refuerzo de destinar el 25 por ciento del presupuesto sanitario a blindar esa AP, creemos que se podría resolver mucho.

¿Cuántos profesionales haría falta para paliar ese déficit de sanitarios en Osakidetza?

Ahora mismo no te puedo dar cifras. Los compañeros tienen alguna estimación basada en una serie de informes de diagnóstico. Lo que sí tenemos claro es que hay que bajar las ratios. Antes hablábamos de ellas y de los tiempos de espera. Tenemos claro que la gente no puede estar esperando más de dos meses para ser atendida. Los datos que tenemos son del Ministerio de Sanidad, porque Osakidetza lleva cuatro años sin publicar un solo dato en el Portal de Transparencia, sin un solo dato en listas de espera. Y eso es muy simbólico de cómo está Osakidetza. Los datos del Ministerio nos dicen que en junio de 2022 la media de días de espera estaba en 29, y en junio del 2023 en 44. Esto no puede ser. Nosotras tenemos claro que esto hay que reducirlo de alguna manera.

¿Se plantean incentivar a los sanitarios para que vayan a trabajar a las zonas de difícil cobertura?, ¿De qué incentivos estamos hablando?

Lo de las condiciones laborales en Osakidetza es bastante tremendo. El sistema sanitario vasco cuenta con un personal de unos 27.000 trabajadores, y según los presupuestos públicos del Gobierno Vasco, de todos ellos, 100 son directores. Tenemos que centrarnos en las condiciones de trabajo del personal sanitario, porque la plantilla de Osakidetza es una plantilla muy maltratada. De hecho, la fuga de mucho talento y de que estemos en esta situación de que no haya personal sanitario pasa también por las condiciones de trabajo que se ofrecen aquí. Y es una falta de planificación tremenda que tiene unos responsables muy claros.

Las nuevas generaciones están incidiendo más en temas como la conciliación o la flexibilidad horaria. ¿Cómo se puede avanzar en esta dirección asegurando la accesibilidad al sistema en todo momento?

Hay un cambio de paradigma de cómo se entiende la atención. Hay muchas cuestiones que pasan por procesos de democratización, desde cómo elegimos a los jefes de ambulatorios, hasta cómo se toman las decisiones de las acciones que se ponen en marcha desde el Gobierno Vasco o cómo se está planificando todo. El otro día leía un artículo de opinión sobre la propuesta del Ministerio de eliminar las guardias y me hizo reflexionar acerca de los cambios de paradigma. Esos turnos de 24 horas los tenemos ya muy interiorizados de que sean así. Pero diría que estamos en un momento de cambios acerca de cómo entendemos el sistema. Con más recursos y con diferente manera de planificar las cosas se pueden hacer mejor y de otra manera. En ese sentido, por supuesto que al tema de la conciliación y a cómo se plantean los horarios, como los de las guardias, hay que darle una vuelta, porque se puede hacer de una manera más eficaz para la atención de los pacientes, pero también para la vida de las personas que trabajan.

Euskadi podrá homologar títulos universitarios extranjeros a partir del mes de julio. ¿La política de personal de Osakidetza tiene que pasar por contratar a más médicos extracomunitarios?

La transferencia de las competencias en materia de homologación de títulos está bien en tanto que nosotros, la coalición Sumar, defendemos el autogobierno y tener una serie de competencias que podamos gestionar. En ese sentido, claro que está bien que Osakidetza cuente con médicos y médicas dando igual de dónde procedan. Si tienen los títulos avalados, entendemos que son profesionales absolutamente cualificados para trabajar en el sistema de salud público.


"El euskera tiene que estar como requisito en Osakidetza, pero hay que poner más facilidades desde lo público para su aprendizaje"



¿Considera que los requisitos del euskera deben primar en Osakidetza?, ¿Hay que rebajarlos para paliar la falta de profesionales?

El tema del euskera es un tema complejo. Yo misma como persona euskaldunberri, que somos las personas que hemos sido euskaldunizadas siendo mayores, no en el colegio, entiendo bien lo que implica el estudio de la lengua siendo adulta, teniendo que financiártelo tú, y teniendo que poner tu tiempo y tu vida para el estudio. Creo que un deber que tienen las Instituciones públicas es facilitar que el estudio del euskera no sea a coste de los trabajadores, ni económicamente ni en horas de vida. Entendiendo que el euskera es nuestra lengua y que en Euskadi tenemos dos lenguas oficiales, el euskera y el castellano. Y entiendo que tiene que haber un requisito para trabajar en lo público, pero creo que hay que poner todas las facilidades desde la Administración Pública, también para la población en general. Es decir, lo que no puede ser es que pidamos a la gente que lo hable y que tenga un nivel de euskera para trabajar en la Administración Pública, como en Osakidetza, cuando en Euskadi hay dos idiomas oficiales. Lo que no puede ser es que haya esa exigencia y que luego no haya un apoyo desde lo público tanto en dinero como en tiempo. Al final, esto pasa porque los trabajadores saquemos de nuestro tiempo horas para hacer el curso y pagarlo de nuestro bolsillo. Genera una frustración y un coste para la vida y para la economía terrible. Creemos que el euskera tiene que estar como requisito, porque existen dos idiomas oficiales, pero hay que poner más facilidades desde el sector público.

Otro de los puntos de mayor fricción entre Gobierno y oposición han sido los diferentes procesos de Ofertas Públicas de Empleo (OPE). ¿Hay que sacar a concurso más plazas?, ¿Hay que estabilizar a los interinos actuales?, ¿Cuántas plazas calculan que habría que consolidar en Osakidetza?

No te puedo decir el número exacto, pero lo que sí te digo es que Osakdietza tiene a 24.600 empeladas interinas. Y de esas, 14.700 tienen más de tres años de antigüedad, y otras 9.600 más de ocho. Esto no puede ser. Hay que regular e insertar a esta gente en Osakidetza. No puede haber interinos de por vida.

En otros puntos del Estado, en Galicia, por ejemplo, Sumar propuso auditar los contratos del sistema sanitario para fiscalizar las relaciones público-privadas. ¿En Euskadi también abogarán por auditar los contratos sanitarios?

Auditar es una medida, pero hay muchas más. En estos momentos, tenemos un sistema de salud público que tiene privatizado todo, hasta los servicios de comedor. Eso hay que mirarlo. Porque si el 95 por ciento de los abortos lo estamos realizando en clínicas privadas, habrá que ver cuáles son (esas clínicas). Si estamos externalizando los servicios de limpieza siempre a las mismas empresas, habrá que ver cuáles son. En el momento en el que privatizas todo, como las pruebas médicas, los comedores, los abortos, las resonancias... hay un momento en el que sale de tu control. Y así, ni garantizamos la calidad del servicio ni garantizamos los derechos laborales. Entonces, hay que mirarlo de alguna manera. Desde luego que para nosotras la clave está en que eso se devuelva a lo público. No puede ser que haya una gestión con dinero público absolutamente privada.

Si de sus votos depende, ¿facilitarían un gobierno entre el PNV y PSE-EE?

A la hora de hablar de posibles pactos o apoyos de gobierno, soy muy insistente. La clave esté en ver qué nos van a ofrecer, qué propuesta tenemos encima de la mesa. Se me hace muy difícil pensar en un gobierno sin saber qué propuestas hay. Es cierto que con el PNV tenemos poco en común en cuanto a programa. Si hablamos de salud pública, creo que es evidente cada posición. El PNV entiende la sanidad como una cuesitón cada vez más de lujo. Por darte un dato, en Euskadi más del 23 por ciento de la población se está haciendo un seguro en la sanidad privada. Y esto no es azaroso, está dirigido. Por lo tanto, nuestro modelo de país en el sistema de salud es antagónico. Nosotras entendemos que el sistema de salud público es la garantía de que haya un modelo social integrador, eficaz y eficiente, pero eso pasa por la universalidad y gratuidad. Somos antagónicos. Con lo cual se me hace muy difícil verme gobernando con el PNV.
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