Redacción. Madrid
El Hospital Infanta Leonor ha editado una guía de ‘Cuidados para la prevención del linfedema’, un trastorno crónico, causado por una anomalía en el funcionamiento del sistema linfático, que se caracteriza por aumento de volumen y, a menudo, pérdida de movilidad en una extremidad.
![]() Imagen de la guía. |
En la mayoría de los casos, el linfedema –cuyo Día Mundial se ha celebrado el 6 de marzo– aparece tras la cirugía de cáncer de mama y afecta al brazo. Sus síntomas son sensación de pesadez en el miembro afectado, percepción de piel tirante, aumento de volumen, menor movimiento o flexibilidad en mano o muñeca. Además, puede suponer una pérdida de funcionalidad en la extremidad afectada y complicarse con procesos infecciosos.
La publicación ha sido elaborada por un equipo multidisciplinar del Hospital Infanta Leonor integrado por fisioterapeutas, médicos rehabilitadores y personal de Enfermería del Hospital de Día. El documento tiene una orientación preventiva basada en medidas higiénicosanitarias (cuidados de la piel, ejercicios, pautas para las actividades diarias…) y su objetivo es minimizar la aparición del linfedema en pacientes de riesgo.
La guía se distribuye desde enero de 2011 a las pacientes operadas de cáncer de mama en el Hospital Infanta Leonor, tanto durante su estancia hospitalaria como en el Hospital de Día y en el Servicio de Rehabilitación, donde se les realiza el seguimiento.
El tratamiento indicado para el linfedema incluye el denominado ‘drenaje linfático manual’, técnica específica de fisioterapia que requiere profesional con entrenamiento y formación específicos. Un total de 88 pacientes afectadas por linfedema han recibido tratamiento de fisioterapia en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Infanta Leonor desde la apertura de este centro sanitario, en febrero de 2008.
Incidencia del linfedema
En la mayoría de los casos, el linfedema aparece tras la cirugía de cáncer de mama. Su incidencia varía, según los estudios, del 5 por ciento al 54 por ciento, siendo los factores de riesgo más relevantes el número de ganglios linfáticos extirpados y la radioterapia, según datos de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física.
El linfedema puede producirse inmediatamente, meses o años tras la cirugía. Lo más frecuente (75% de los casos) es que aparezca entre los 6 meses y dos años posteriores a la operación. Una vez que hace su aparición, se convierte en una complicación crónica; de ahí la importancia de comenzar con las medidas preventivas inmediatamente después de la intervención quirúrgica.