Representantes públicos muestran sus dudas respecto a la calidad asistencial que pueda resultar del fin de conciertos

Preocupación política por la purga de conciertos orquestada por Comín
Antoni Comín, consejero de Salud de Cataluña.


21 sept. 2016 17:30H
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POR REDACCIÓN
El proceso de fin de conciertos sanitarios del consejero de Salud catalán, Antoni Comín, comienza a generar preocupación política. Después de que se ejecutara el fin del concierto con la Clínica del Vallés, parece que el siguiente paso de la ruta del consejero sanitario es el Hospital General de Cataluña, situado en Sant Cugat del Vallés.

Precisamente la alcaldesa de la citada localidad, Mercè Conesa, ha admitido estar “preocupada” por esta purga, que debería culminar en diciembre, si bien fuentes sindicales han confirmado a Redacción Médica que todavía no se han puesto en contacto con ellos para las pertinentes negociaciones laborales.

En un pleno municipal celebrado este martes, la alcaldesa ha reclamado a Antoni Comín que la retirada de la concertación pública del citado centro “no afecte” a los ciudadanos, y que estos tengan la atención sanitaria pública “totalmente garantizada”. Por otro lado, la responsable del consistorio ha admitido que la acción de la Consejería podría significar el despido de 150 trabajadores del centro hospitalario.

Además de pedir una reunión tanto con el consejero Comín como con la empresa concesionaria, Conesa ha pedido el impulso de un nuevo hospital de referencia público para el área sanitaria de Sant Cugat, Rubí y Castellbisbal, que alberga más de 200.000 habitantes a los que se tendrá que seguir garantizando la asistencia sanitaria en los oportunos estándares de calidad.
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