La prueba se realizará a partir de enero de 2017 y tendrá un coste global de 500.000 euros,

Cataluña adelanta a Europa e incorpora el test de los 'niños burbuja'
Pere Soler, responsable de Inmunodeficiencias Pediátricas del Hospital Vall d'Hebro, Toni Comín, consejero de Salud, y Carmen Cabezas, subdirectora general de Promoción de la Salud.


19 sept. 2016 15:00H
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POR REDACCIÓN
La Consejería de Salud incorporará a partir de enero de 2017 en el panel de cribado neonatal una prueba pionera para detectar la inmunodeficiencia combinada grave, conocida como enfermedad de los 'niños burbuja', que sufren entre uno y cuatro bebés nacidos cada año en esta comunidad y que es la forma más grave de las 301 inmunodeficiencias existentes.

El consejero de Salud, Toni Comín, la subdirectora general de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas, y Pere Soler, responsable del departamento de Inmunodeficiencias Pediátricas del Hospital Vall d'Hebron, han anunciado este lunes en rueda de prensa la medida, incluida en la ampliación del Programa de detección precoz neonatal de Cataluña: las inmunodeficiencia combinadas graves.

"Es el primer sistema sanitario público de Europa que incorpora esta prueba", ha afirmado el consejero, quien ha recordado que la incorporación de este test en el cribado neonatal da respuesta a un compromiso adquirido en abril durante la Semana de las Inmunodeficiencias Primarias.

El test, que se aplicará de forma "universal" y se realiza a partir de la sangre de la prueba del talón, tiene un coste de casi 8 euros, por lo que la partida total que se destinará será de 500.000 euros, incluyendo todo el proceso necesario para la prueba: personal asistencial, aparatos y análisis de las muestras, ha dicho Comín.

Los 'niños burbuja' que no se someten a un trasplante fallecen en el primer año de vida y si son trasplantados a partir de la primera infección tienen una supervivencia de entre el 40-50 por ciento. Sin embargo, la inclusión de este test en algunas zonas de Estados Unidos ha aumentado la supervivencia entre el 95 y 98 por ciento, ha puntualizado Soler.

Actualmente, se está detectando esta enfermedad entre los tres y seis meses de vida, a raíz de un cuadro de infección grave que lleva al niño afectado a ingresar en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o tiene desenlace de muerte. "Son enfermedades que si no se tratan ni se diagnostican desde el primer momento tienen un desarrollo fatal", ha expuesto Comín al añadir que por esta razón es muy importante poder aplicar un cribado desde el primer momento.


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