La consejera de Salud de Baleares analiza el papel de su Comunidad, ahora una de las punteras en la desescalada

Patricia Gómez, consejera de Salud de Baleares.


4 may. 2020 17:50H
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Con la colaboración de
Patricia Gómez es consejera de Salud de las Islas Baleares. Enfermera de profesión, ha vivido y liderado durante estos últimos meses la gestión de la epidemia de coronavirus en su región, que ahora cuenta con la isla de Formentera como una de las que inician la desescalada desde la fase 1. Con un total de 1.908 casos confirmados de Covid-19 en la Comunidad, allí se detectó el segundo caso de toda España y ha sido además una de las zonas donde la enfermedad ha registrado una menor incidencia.

En esta entrevista con Redacción Médica analiza tales circunstancias, los hechos que les han llevado a ellas y también hace un repaso de autocrítica y puntos fuertes a una crisis que apunta a cambiar la gestión sanitaria para siempre, y que se incluye a su vez en el documento 'Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)', que este periódico ofrece a sus lectores como vehículo de reflexión.

¿Cómo se vive a nivel sanitario tener la responsabilidad de ser una de las autonomías que llevan la avanzadilla en la desescalada?

A nivel sanitario nos preocupa absolutamente todo. El radar para el control tiene que ser más amplio y tener en cuenta más aspectos. Debemos estar preparados para poder hacerlo bien. Al mismo tiempo, entendemos que la desescalada se tiene que ir produciendo con unas garantías de seguridad. Evidentemente, se tiene que ir haciendo, tenemos que ir relajando las medidas de confinamiento, y a nivel sanitario, ir reforzándonos cada vez más.

Baleares, a pesar de ser una comunidad que recibe mucho turismo, la incidencia de la enfermedad no ha sido tan grave como en otras regiones. ¿Qué factores se asocian a esta circunstancia?

Patricia Gómez sobre la compensación económica a los sanitarios.

Hay varios factores. Uno de ellos es haber tenido el segundo caso de España. Es cierto que cuando veíamos cómo se situaba el resto del mundo, no éramos conscientes de lo que podía acabar pasando. Nadie pensaba que el coronavirus fuera a tener tanta incidencia. Por lo tanto, nos íbamos poniendo en marcha, preparando los planes de contingencia en los hospitales; repensando la Atención Primaria, que ha sido un factor clave. Es decir, empezamos a planificar, revisando el material de todos los almacenes, empezando a hacer comandas extra...

Haber tenido el segundo caso de España nos puso a prueba. Este caso tuvo 71 o 72 contactos a los que hacer seguimiento. Es un número muy amplio y nos encontramos con las primeras dificultades: hacer un buen seguimiento y hacer pruebas. Además, nos encontrábamos en época de gripe y un porcentaje amplio de estos contactos la tuvo. En este sentido, fue una primera lección que nos ayudó a diseñar los sistemas, a planificar con más antelación. Creamos el comité de alertas, por ejemplo.

Después, la apuesta y la deconstrucción que hemos hecho en Atención Primaria. Hemos sido los únicos que hemos desmontado todos los cupos de Atención Primaria e hicimos dos circuitos, uno de ellos para pacientes con infección respiratoria y otro para el resto. Se montó también una central de coordinación. Los profesionales del 061 han hecho una labor extraordinaria, pero no podíamos mantener la situación solo con este equipo, por lo que creamos esta central de coordinación para la atención al Covid-19.

Las unidades de atención al coronavirus con vehículos y profesionales específicos nos han ayudado ha hacer una contención muy buena en Atención Primara. Han llegado a los hospitales los casos graves de Covid-19, lo que ha permitido tener una relativa tranquilidad. Los profesionales se han desvivido y no hemos tenido problema para cubrir las UCI. Todo el mundo se ha volcado. Supongo que será así en toda España porque siempre dan lo mejor de sí mismos y en situaciones difíciles lo han demostrado.

¿Qué problemas y qué ventajas tiene gestionar una crisis sanitaria de esta magnitud en un territorio de islas?

Hemos mantenido el espacio aéreo solo con dos vuelos diarios a Madrid y Barcelona; y entre islas también hay pocos vuelos diarios. Al ser un territorio insular, la entrada está limitada. Hemos hecho controles en puertos y aeropuertos con cuestionarios, haciendo una declaración firmada de las personas que se han movido, identificando si han estado con personas de riesgo, si tienen síntomas, etc. Esto lo hemos mantenido durante este tiempo.

Se ha notado un incremento importante de tránsito aéreo cuando se abrieron las actividades no esenciales. El transporte de mercancías se ha mantenido, no ha habido dificultad en las islas y también se ha hecho un control a los transportistas. El hecho de ser un territorio insular ha favorecido un mejor control.

Se está insistiendo en la importancia de disponer de un buen equipo de rastreadores en Atención Primaria para detección precoz y aislamiento de casos y entorno. ¿Qué planes tiene Baleares para ello?


"Queremos empezar ya el rastreo de personas sospechosas de padecer Covid-19"


Hemos reforzado todos los ámbitos con 660 profesionales más. Uno de ellos ha sido Salud Pública para crear un equipo que esté en permanente coordinación con Atención Primaria. Contamos con entre 8 y 10 profesionales ahora mismo solo para este asunto.

Por otro lado, se va a mantener la central de coordinación de Atención Primara durante la desescalada, al igual que las UCI y las unidades de hospitalización. Se trata de una herramienta que nos ha permitido tener un control y desde ahí se dirigen los recursos de una manera más eficaz. Hemos dado apoyo a las residencias y de hecho solo hemos tenido que intervenir dos de ellas. A medida que disminuyen el número de casos, entiendo que volvemos a la fase inicial donde cada caso genera una serie de contactos.

Por tanto, a partir de esta semana y si todo va bien, queremos empezar este rastreo de personas sospechosas de padecer el Covid-19 para hacerles pruebas, al igual que a sus convivientes.

¿Cómo va a ser la atención sanitaria en los próximos meses hasta que exista una vacuna?

En los hospitales vamos a mantener los dispositivos. A partir de esta semana recuperamos un 30 por ciento de la actividad de los hospitales. Entramos en la fase de las consultas y operaciones quirúrgicas preferentes. Se hace con un sistema de citación y seguimiento para indicar a las personas y así tener el menor volumen de pacientes en las salas de espera y, por supuesto, con todas las medidas de protección.

En atención primaria no nos hemos planteado tener centros específicos. Lo estamos estudiando, aunque nos parece más complicado que tener el doble circuito. Hay unidades básicas que no permiten ese doble circuito por el volumen de profesionales. De momento, se van a mantener.

Lo importante es ir recuperando el resto de las actividades. Tenemos un sistema de información (Sofía) que nos permite una atención proactiva, es decir, saber la situación de los pacientes para poder tenerles en el radar de la atención a la cronicidad, un área en el que hemos apostado y hemos avanzando el últimos años. No queremos que esta situación cronifique todavía más o haga empeorar a estos pacientes.

¿Cómo está funcionando el estudio serológico que se puso en marcha hace apenas una semana a nivel nacional?, ¿tienen ya alguna evidencia?


Los datos del primer informe muestran que la incidencia es baja. Nos han sorprendido estos primeros resultados porque mucha gente ha renunciado a participar. Nuestra muestra es de 2.400 y en torno a 500 personas (datos de ayer) han renunciado a participar. El director del proyecto en Baleares ha confirmado que siguen insistiendo porque hay familias que querían pensárselo. Sinceramente, es algo que nos ha llamado la atención.

La primera incidencia que tenemos de los primeros casos analizados nos da una prevalencia muy baja, de en torno al 2 por ciento. Pero es una muestra muy inicial y no es significativa.

El presidente Sánchez, a una pregunta de Redacción Médica, admitió ser “empático” a aprobar pluses de compensación económica a los sanitarios que han luchado frente al Covid-19 pero dejó su presupuesto en manos de las autonomías. ¿Cómo lo valoran?

Estamos negociando permanentemente. En estos momentos tenemos que garantizar la seguridad de los profesionales y estudiar qué complementos o medidas se van a poder adoptar durante este año, teniendo en cuenta la situación presupuestaria. Toda esta situación inesperada hace que ya estemos por encima de los presupuestos que se aprobaron en la Comunidad. La previsión de hecho es que acabemos con un déficit muy importante.

Los profesionales se lo merecen todo, pero tenemos que ser creativos y ver si hay medidas compensatorias que ellos podrían valorar de manera positiva y que no tengan un coste económico tan elevado. Está todo sobre la mesa. Debemos escucharles. Los sindicatos están haciendo estas reivindicaciones. Los profesionales están dándolo todo y tenemos que pensar en ellos; ver de qué manera se puede compensar este esfuerzo.

¿Y el papel de los MIR? Los futuros R1 aún no saben cuándo se van a incorporar a una plaza qui ni siquiera han elegido.

La consejera analiza la incorporación de los MIR.

Yo celebré que el Ministerio de Sanidad fuera más flexible y haya abierto de nuevo la oferta que teníamos para que repensáramos todas aquellas plazas que no hemos ofertado y ver si estamos en disposición de ofertarlas y poder ampliar el número de personas aprobadas. En nuestro caso, creo que podremos ofertar alguna de las plazas que no teníamos al principio.

¿Qué aciertos y qué errores creen que podemos extraer de esta crisis?

El hecho de que el Ministerio de Sanidad haya hecho un papel de coordinador con las comunidades autónomas es un acierto. Es importante conseguir la equidad entre comunidades autónomas. Es una fortaleza que se hayan establecido unos parámetros para poder dar cuenta del número de casos en las mismas condiciones. Es decir, que los criterios sean homogéneos, lo que nos ha permitido dar una información fiable y trasparente.

El hecho de aunar esfuerzos también nos ha ayudado para resolver las dificultades que nos hemos ido encontrando en el camino. El poder ponernos en contacto con otras comunidades autónomas que ya han desarrollado proyectos o han avanzado en algunos aspectos es también una fortaleza, el sentirnos parte de un equipo y remar en la misma dirección a pesar de los colores políticos.

En cuanto a las debilidades, una de las mayores, en mi opinión, es el desconocimiento del virus. Inicialmente pensamos que no íbamos a tener tanta afectación; eso hizo que todo se precipitara de una manera muy rápida. El tener que dar respuesta a todo nos ha supuesto mucho sufrimiento; poder organizar todo para dar la mejor respuesta. Hemos sufrido en las primeras semanas porque estábamos justos de material. Baleares, una comunidad pequeña, se ha enfrentado al mercado chino con más países intentando conseguir material pero se ha hecho un buen trabajo en cuanto a la gestión de las compras del material porque se han volcado todos los departamentos.

Ahora, se ve que la letalidad del virus es superior a la que se pensaba. Al principio creíamos que los circuitos diferenciados serían suficientes y después nos hemos dado cuenta que pacientes con otras patologías también ha sido positivos en Covid-19 y han contagiado a profesionales. Para mí, la mayor tristeza es ver cómo fallece la gente porque te sientes impotente. Te das cuenta que no puedes ir a la velocidad que las necesidades de la epidemia te exigen.

¿Qué pueden aportar los consejeros de Sanidad de todas las Comunidades si les toca volver a enfrentarse a una epidemia así?

Lo más importante es que mantengamos las medidas. Hay unas normas publicadas a las que hay que dar respuesta y tenemos que ser ejemplares desde la Administración. No nos podemos relajar en las medidas de distanciamiento. Por ejemplo, las aglomeraciones que se han visto en algunos puntos este fin de semana, hay que evitarlas.

En cuanto a los consejeros, compartir buenas prácticas es muy importante porque nos tenemos que reinventar en cada territorio para aplicar lo que ya funciona en algunos. Atención Primaria nos ha demostrado que es capaz de controlar la epidemia de una manera muy eficaz, por lo tanto, invirtamos más en Primaria, apostemos más y pongamos a más profesionales en este área.

Por otra parte, seamos creativos con la puesta en marcha de los hospitales. Si han funcionado las consultas telemáticas o telefónicas, no volvamos a la sanidad que teníamos hace unos meses donde citábamos a pacientes crónicos sin ser del todo necesario. Dejemos de hacer aquello que ha demostrado no tener valor.


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