Sólo la Unidad de Reproducción Montpellier envía sus resultados al Registro de la Sociedad Española de Fertilidad

Redacción. Zaragoza
La Unidad de Reproducción Montpellier, junto con el Hospital Miguel Servet, son los únicos centros de Aragón que remiten sus resultados todos los años al Registro de la Sociedad Española de Fertilidad, quien, según directrices del Ministerio de Sanidad, publica un informe de carácter anual con la información de todos los centros de las distintas Comunidades Autónomas que envían datos.

El análisis de los últimos datos (desde enero de 2009 hasta Octubre de 2010) muestra que la Unidad de Reproducción Asistida de Clínica Montpellier, en los más de 300 ciclos de tratamiento llevados a cabo durante este tiempo, mantiene e incluso incrementa los porcentajes de gestación obtenidos en años anteriores.
 

El equipo de la Unidad de Reproducción Asistida de Clínica Montpellier, con Salvador García Aguirre (izda.) y José Ignacio González Hevia (dcha.), en una imagen reciente junto al Director de Clínica Montpellier, Alfredo Pérez Lambán y Federico Pérez Milán, Jefe de Servicio Unidad de Reproducción Asistida en el Hospital Gregorio Marañón.

La tasa de gestación en las mujeres receptoras de ovocitos, en estos dos últimos años, ha sido del 62 por ciento y del 63 por ciento, por ciclo y transferencia respectivamente. Esto significa que en un solo intento han quedado gestantes el 62 por ciento de las pacientes que han iniciado un tratamiento en la Unidad de Clínica Montpellier.

Estos datos consolidan a la Unidad de Reproducción Asistida de Clínica Montpellier, año tras año, entre los Centros punteros a nivel nacional, hecho constatable en el Registro de la Sociedad Española de Fertilidad, que es público. La Unidad de reproducción Asistida de la Clínica Montpellier es el único Centro privado de Aragón que todos los años remite sus resultados a dicho registro. El otro Centro de la Comunidad que remite sus datos a dicha entidad es un centro de titularidad pública (el Hospital Miguel Servet de Zaragoza).