Alfredo Pérez Lambán, Julia Romero y Genoveva Martí.


29 nov. 2019 9:05H
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La Clínica Montpellier, perteneciente al Grupo Hospitalario HLA y situada en Zaragoza, se encuentra desde hace cuatro años inmersa en una reforma completa de sus instalaciones. Precisamente, acaban de finalizar las de dos de sus espacios más sensibles y delicados y donde hay más factores de riesgo: por un lado, ha incorporado un nuevo quirófano de vascular; y, por otro, ha rediseñado la UCI. En estas obras, se han incorporado avances tecnológicos de última generación. “Es una tecnología totalmente distinta a la que teníamos; es una tecnología de proyección y futuro", señala el director del centro sanitario, Alfredo Pérez Lambán.

Alfredo Pérez Lambán, Genoveva Martí y Julia Romero repasan las nuevas reformas y cómo repercuten en los profesionales.

En una entrevista con Redacción Médica, el director de la Clínica Montpellier repasa las últimas reformas estructurales que se han llevado a cabo, como la del área quirúrgica que terminó a finales del año pasado en la que se incorporaron ocho quirófanos, dos paritorios, una sala de endoscopias quirúrgica y una sala de vascular. “Esta última es la que hemos actualizado ahora. Hemos instalado una nueva sala y hemos transformado la misma en un quirófano híbrido, con muchas más posbilidades disgnósticas y terapéuticas", explica.

Por otra parte, añade, se ha rediseñado la UCI, una de las primeras privadas que hubo en Zaragoza, “la hemos rehecho en un área completamente nueva, en un entorno más accesible y espacioso y con todas las instalaciones, medios y aparataje que precisa una Unidad de Cuidados Críticos hoy en día”. Hemos pasado a disponer de 324 metros cuadrados, entre UCI y REA, y a tener boxes cerrados, lo que proporciona una mayor intimidad a los pacientes.

Dosis mínimas de radiación, monitorización avanzada y fácil de manejar, área quirúrgica “sin cables”, cirugías menos invasivas y más humanización, son las principales líneas de soporte de esta última obra, que se completa con la incorporación de una tecnología de vanguardia. “La tecnología es imparable, avanza y proporciona mejoras al paciente, al profesional y a todo el entorno que trabaja en estas áreas”, indica el director médico y gerente de la Clínica Montpellier. 

“Por ejemplo, la anestesia ha evolucionado tanto que ha transformado la cirugía, sus tiempos, pero además saber que dispones de unos medios tecnológicos que te permiten trabajar en un quirófano de vascular con una dosis mínima de radiación, ver lo que estás haciendo con una calidad de imagen tremenda y compararlo simultáneamente con estudios anteriores, aporta mucha calidad a los procesos.. Hoy en día todo cuesta dinero, pero realmente si lo que queremos es avanzar en una línea correcta, tenemos que ir a eso”.


"Reinvertimos todos los beneficios"


Pérez Lambán recuerda que en los últimos tres años se ha invertido en este proceso de reforma más de cuatro millones de euros y que, en este momento, en lo que va de año, simplemente con los cambios de quirófano vascular y la UCI ya se puede hablar de otros casi dos millones de euros.

En este sentido, el director hace hincapié en el hecho de que el Grupo Hospitalario HLA pertenece al Grupo Asisa. "Nuestra filosofía es dedicarnos de lleno a nuestros pacientes y a sus inquietudes a proporcionar trabajo realizando una medicina colaborativa con nuestros facultativos y personal de Enfermería y a la mejora continua de nuestras instalaciones y medios, reinvirtiendo para ello, todos los beneficios. En este momento no conozco a nadie que lo haga. Eso es un punto y aparte diferenciador, en relación con otros entornos privados que obedecen a otros sistemas más mercantilistas”.

El nuevo quirófano vascular dispone de sistemas avanzados de exploración y tratamiento en 3D. 


Los profesionales sanitarios y los pacientes quieren “seguridad”


Los profesionales sanitarios de la Clínica Montpellier han acogido muy bien estas nuevas reformas “porque quieren seguridad y un entorno cómodo para poder trabajar”, apunta la coordinadora de la UCI, Genoveva Martí.  

Añade que la nueva UCI, además de pasar a tener los boxes cerrados, incorpora un cambio fundamental en la monitorización y en el resto del aparataje, como la ventilación. “La nueva monitorización da muchísimas más prestaciones, más posibilidad de medidas de parámetros de los pacientes y más facilidad de manejo"

La médica explica que la Medicina Intensiva es una especialidad que se basa en la Fisiología aplicada, desarrolla una atención global y continuada del paciente, y es realizada por un equipo sanitario (médico y personal de Enfermería), mediante la aplicación de una amplia tecnología. Estas mejoras y avances “suponen una menor agresividad para los pacientes para un mismo objetivo de intervención. Además, las complicaciones posibles también son mucho menores y el manejo y control de las mismas es mucho mejor”.

Por su parte, la directora de Enfermería, Julia Romero, manifiesta que la Enfermería de UCI es un personal muy especializado, que no solo cuida del cuerpo de los pacientes, sino que además con su humanidad y empatía tiran de ellos para que se agarren a la vida. Así, todas estas mejoras “repercuten en toda la Clínica y hacen que nuestro personal también tenga más facilidad a la hora de trabajar, aportando una mayor confianza en los procedimientos estructurados. En definitiva, la seguridad hacia el paciente y hacia el personal que trabaja con esos pacientes”. “Para mí es una mejora absoluta en el trabajo diario”, reconoce.

UCI: boxes, tecnología y una mayor intimidad para el paciente.



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