Se trata de una actividad formativa para el personal de residencias de mayores y discapacitados

La AEDV premia el proyecto de úlceras crónicas del Infanta Leonor
Elena Conde y Pablo de la Cueva, adjunta y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Infanta Leonor.


20 dic. 2016 9:00H
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POR REDACCIÓN
El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid ha sido premiado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) con el galardón ‘Dermatólogos desde el corazón’ por un proyecto de formación multidisciplinar en el cuidado de úlceras crónicas en piernas dirigido al personal sanitario de residencias de mayores y discapacitados físicos.

La iniciativa, denominada ‘Por unas piernas sin heridas’, está liderada por Elena Conde y Pablo de la Cueva, adjunta y jefe del Servicio de Dermatología del centro madrileño, junto a Celia Horcajada, dermatóloga del Hospital de Fuenlabrada (Madrid).

El germen de esta iniciativa es el trabajo que se desarrolla desde hace dos años en la Consulta de Heridas del Centro de Especialidades Vicente Soldevilla, en Vallecas, bajo el impulso de Conde junto con el personal de Enfermería.

El proyecto fue seleccionado como el mejor de entre 24 candidaturas presentadas en el ámbito estatal, por su objetivo de mejorar la calidad de vida de pacientes con patología dermatológica. Este reconocimiento fue entregado durante la XXVIII edición del Congreso Nacional de Dermatología Estética, celebrado recientemente en Santiago de Compostela.

Talleres de formación presenciales

La iniciativa está dirigida a mejorar el manejo de las heridas crónicas que afectan a las piernas en centros residenciales, desde un planteamiento psicoeducativo y práctico, a través de talleres presenciales. Sus promotores argumentan que las úlceras crónicas son una patología muy prevalente, con un impacto psico-sanitario infraestimado y una escasa implicación del dermatólogo y que, en muchos casos, son motivo de aislamiento social para los pacientes afectados.

De ahí que quieran abrir esta nueva línea de trabajo. “Es el momento de implicarse y de romper las barreras entre los especialistas en heridas y los cuidadores de centros residenciales, que son los que realizan las curas y no siempre están formados adecuadamente”, explican.

El objetivo final es que los pacientes afectados por úlceras crónicas reciban el mejor tratamiento por parte de sus cuidadores en residencias. Que estos entiendan mejor por qué aparecen las úlceras y qué medidas permiten prevenirlas y curarlas. De esta forma, el paciente verá una mejoría en su estado, aumentará su autoestima y, en definitiva, su calidad de vida.

Los beneficiarios de este proyecto son los cuidadores y los pacientes de residencias de mayores y residencias de discapacitados físicos de áreas deprimidas de la Comunidad de Madrid.

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