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Edith Cavell, la enfermera-espía muerta en la IGM que España intentó salvar
La enfermera británica Edith Cavell.


6 dic. 2019 17:15H
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El 28 de julio del año 1914 y tras meses de juegos de tensiones en el tablero de la política europea, la situación salta por los aires y da comienzo uno de los mayores conflictos a escala internacional: la Primera Guerra Mundial. La contienda fue de tal magnitud que no sólo los soldados de los ejércitos regulares fueron militares, sino que también requirió de la sociedad civil y, como no, de los profesionales sanitarios. Este es el caso de la enfermera británica Edith Cavell, que actuó como espía contra los alemanes y fue ejecutada en 1915 a pesar de los intentos de España por salvar su vida.

Su historia la cuenta a través de un hilo de Twitter Catéter Doble Jota (@cateterdoblej). “Edith Cavell (1865-1915) estudió enfermería y en 1896, con 30 años, comenzó a trabajar en prácticas en el Royal London Hospital de Whitechapel a las órdenes de la reputada matrona Eva Charlotte Ellis Luckes, amiga de Florence Nightingale”, explica. Posteriormente, estuvo trabajando como matrona en hasta tres hospitales del Reino Unido.




Antes de graduarse, ejerció como institutriz para familias ubicadas en Inglaterra, Austria y Bélgica. En este último país, residió en Bruselas durante cinco años, una estancia que provocaría “que tuviera ya relación de por vida con este país”. De hecho, años más tarde, en 1907, Antoine Depage, fundador de la Cruz Roja belga, la nombró enfermera jefe del Instituto Berkendael. El mismo Depage fundó más adelante L'École Belge d'Infirmières Diplômées, primera escuela de enfermeras de Bélgica y nombró directora a Cavell. Tal era la involucración de la enfermera con su profesión que en 1910 fundó en Bélgica la entrevista especializada L’infirmière.

Sin embargo, el estallido de la Gran Guerra da un vuelco a su vida. Es reclutada por el MI6, el servicio de inteligencia británico, para comenzar a realizar labores de espionaje para los aliados. No obstante, los alemanes enseguida tomaron la ventaja en la contienda e invadieron Bélgica rápidamente. Es entonces cuando deja sus labores de espionaje para viajar hacia Oriente Próximo y llega al mandato británico de Mesopotamia (actual Irak). Allí realiza labores como enfermera bajo el amparo de la Cruz Roja Internacional.

“Estando en el hospital, la mayor parte de los enfermos eran heridos de guerra y muchos del bando aliado, fundamentalmente británicos, franceses y belgas. Los alemanes ordenaron sacar del hospital a todos los que ellos consideraban peligrosos o de interés”, señala Catéter Doble Jota en la citada red social. Ante esta situación, además de sus labores como enfermera, Cavell decide ayudar a soldados heridos a huir hacia Países Bajos, país neutral. Para ello, opera a través de una red organizada por la resistencia.






Se calcula que gracias a esta gesta dio cobijo, hasta en su propia casa, a cientos de soldado. Además, “los usaba de correo para pasar mensajes al bando aliado cosiendo mensajes en el interior de su ropa”. “Por desgracia, un espía alemán infiltrado destapó esta red, lo que llevó a su neutralización y a la detención de la mayor parte de las personas involucradas, entre ellas Edith, que fue arrestada el 03/08/1915 y encarcelada en la prisión de Saint-Gilles”, indica el citado usuario en Twitter.

En 1915 fue condenada tras admitir todos los cargos “con extrema valentía”. De nada sirvieron las peticiones de Reino Unido, y las presiones de España y Estados Unidos, que todavía no había entrado en guerra, con el argumento de la cantidad de heridos alemanes que también había salvado y de la Convención de Ginebra. “Después de su fusilamiento, Edith se convirtió en un icono mediático de propaganda para el reclutamiento militar en Reino Unido y EE.UU. Ser mujer, enfermera y su actitud heroica ante la muerte la convirtieron en un mito frente a la barbarie alemana”, concluye Catéter Doble Jota.



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