Víricö

La vocación hacia el paciente enlaza la decisión de una enfermera de Estados Unidos con la de un enfermero de Argentina

Dos historias de amor enfermero unidas por un mismo final feliz
Imagen de uno de los enfermeros con su bebé adoptado difundida por TN.com.ar.


26 mar. 2019 19:00H
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La vocación enfermera supone una tendencia innata al cuidado del otro, a velar por una correcta atención sanitaria cuando ese otro más lo necesita. Pero en muchas ocasiones su 'trabajo' no termina con el fin de su jornada laboral, sino que se prolonga colándose incluso en su propia vida personal. Eso es lo que ha ocurrido con varios enfermeros en los últimos meses, incapaces de desprenderse de ese paciente que necesita de sus cuidados. 

Angela Farnan junto al pequeño Blaze

Angela Farnan junto al pequeño Blaze. 

Uno de esos ejemplos es el de Angela Farnan, una enfermera de Estados Unidos que ha adoptado temporalmente a Blaze, un pequeño de un año al que cuidaba en la Unidad de Cuidados Intensivos en su hospital en Illinois desde el pasado 8 de junio. El bebé nació con síndrome del corazón izquierdo hipoplástico, una dolencia que obligaba a los padres a desplazarse al centro, unos gastos de viajes y estancias que no podían asumir. 

Según recoge 'Good Morning America', el pequeño pasó por hasta tres operaciones, en las que Farnan fue una de las enfermeras encargadas de su cuidado en la UCI. Fue después de la segunda de ellas cuando la madre biológica del bebé pidió a la enfermera que adoptara a su hijo, una propuesta que convenció a Farnan y su marido para solicitar la tutela legal temporal del pequeño en junio del año pasado, un momento que la enfermera señala como "uno de los mejores días de nuestras vidas". 

Matías y el pequeño Santi


Tampoco pudo renunciar a su pequeño paciente el enfermero argentino Matías Devincenzi, que conoció a Santi en el hospital Eva Perón de San Miguel de Tucumán donde trabaja. El pequeño había nacido veinte días antes y su familia lo había abandonado con un problema uronefrológico y malformaciones en pies y manos. Un mes después Santi sufrió una infección y fue ingresado en cuidados intensivos, aunque el enfermero estaba de vacaciones en esos días, según explica el medio local TN.com.ar 

Angela Farnan y Matías Devincenzi decidieron adoptar a dos pacientes que conocieron en Cuidados Intensivos



A su vuelta, Devincenzi se enteró del ingreso y fue a ver al pequeño a Cuidados Intensivos, pidéndole que abriera los ojos, ya que si lo hacía él se encargaría y lo llevaría a casa. "Los abrió y yo sentí que era una señal. Inmediatamente me asumí como su papá y comencé a averiguar sobre la adopción", declaraba entonces. 

"Nunca había pensado ser padre"


Comenzó entonces los trámites para la adopción mientras el pequeño estaba en neonatología, pese a que se separaron dos meses porque lo trasladaron de centro. Finalmente, el periodo de adaptación para la adopción llegó y Santi aterrizó en casa de este enfermero de 29 años soltero que "nunca había pensado en ser padre, pero durante todo el proceso siempre estuve confiado en que nos iban a permitir estar juntos como familia". 

El pequeño fue entregado con siete meses y un retraso madurativo de cinco, sin apenas moverse ni gatear, con complicaciones derivadas de su patología, e incluso fue operado de sus malformaciones antes de ser adoptado, pero su padre admite que ahora está muy bien tras el aprendizaje que ambos han tenido que llevar a cabo juntos. "Mi intención es concienciar sobre que hay muchos chicos en situación de abandono y que no hay nada más maravilloso que dar y recibir el amor de un hijo. Les pido que se animen a la adopción", sentenciaba al medio local. 
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