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VALÈNCIA, 4 (EUROPA PRESS)

El Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Doctor Peset de València ha demostrado que la actividad física en personas mayores con dolor crónico de origen musculoesquelético tiene "múltiples beneficios", entre los que se incluyen la mejora de la funcionalidad y de la salud física y mental, así como la disminución del dolor.

Estas son las principales conclusiones de un estudio que se ha llevado a cabo durante dos años, tras la puesta en marcha de escuelas de envejecimiento saludable en los centros de salud de Russafa y San Marcelino. Han participado 348 personas mayores de 75 años con dolor crónico en espalda (lumbalgia), rodilla (gonalgia) u hombro (omalgia), según ha indicado la Generalitat en un comunicado.

Todas ellas recibieron una charla formativa por parte del personal de Enfermería de sus centros de salud y, durante un mes, asistieron dos veces por semana a clases de ejercicio físico guiado por fisioterapeutas, que después debían continuar realizando en sus domicilios.

Además, en tres momentos diferentes --al inicio, un mes después de acabar y a los tres meses--, respondieron a cuestionarios para determinar los cambios asociados a esta intervención formativa y terapéutica sobre la funcionalidad, calidad de vida y dolor.

La doctora Mónica Jordá, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Doctor Peset, ha señalado que el envejecimiento poblacional "es una realidad" y saben que entre el 10 y el 30 por ciento de las personas adultas que viven en Europa "padece un dolor crónico que afecta en gran medida a su calidad de vida y a su capacidad funcional, es decir, a poder seguir haciendo lo que les gusta y quieren hacer independientemente de su edad".

Ante esta situación, y apoyados en la evidencia científica de que el ejercicio físico "mejora la función cognitiva, el control del peso y la salud ósea, reduce el riesgo de mortalidad cardiovascular y el riesgo de caídas", los profesionales del Hospital Universitario Doctor Peset planificaron esta intervención sobre la población de mayor edad del departamento de salud, que "ha resultado beneficiosa".

Los resultados de seguimiento a los tres meses de iniciar el programa han demostrado en las personas participantes un "aumento significativo" de la capacidad funcional (9,82 frente a 8,19 inicial) y una disminución de casi dos puntos del dolor (4,63 frente a 6,17).

Respecto a la calidad de vida, la salud física de las personas que asistieron a las escuelas de envejecimiento saludable ha aumentado en más de cinco puntos (41,23 frente a los 35,76 puntos iniciales). Además, también ha habido una mejora en la salud mental (de 49,54 a 51,27 puntos), han detallado.

Asimismo, el 96% de los participantes están satisfechos con el programa y piensan que las clases le han resultado útiles, el 78,5% corrobora que el programa le ha ayudado a disminuir su dolor articular, y el 86% afirma que gracias a estas escuelas se siente capaz de realizar actividades de la vida cotidiana que antes le resultaba difícil realizar.

"Conforme el envejecimiento poblacional aumenta, también es esperable un incremento del dolor crónico, la fragilidad y la dependencia. Como médicos rehabilitadores tenemos en nuestras manos tres armas para combatir estas consecuencias: la nutrición, el ejercicio físico y los hábitos saludables. Con nuestro estudio hemos comprobado que las escuelas de envejecimiento saludable son una herramienta válida en nuestro ámbito", ha afirmado la doctora Jordá.

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