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23 oct. 2023 13:26H
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MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha pedido "respuestas urgentes" y "alianzas globales" ante la creciente crisis climática y ambiental y sus implicaciones directas en la salud pública.

Así, han recordado los principales puntos expuestos en el documento 'Cambio climático y salud: una mirada iberoamericana', que fue presentado hace unos meses en colaboración con la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (SIBSA), donde se señala que "existe consenso en relación con los impactos del cambio climático en la salud, entre otras cosas, porque ya se están produciendo y se están observando".

"Es necesario que las autoridades y los tomadores de decisiones actúen cuanto antes y se pongan en marcha sistemas de alerta que permitan proteger a la población más vulnerable a los efectos del cambio climático", han señalado.

Las olas de calor y las sequías, cada vez más frecuentes por el avance del cambio climático, tienen numerosos efectos perjudiciales en la salud de la población. Las altas temperaturas pueden empeorar las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales, así como otros trastornos neurológicos, endocrinos o electrolíticos.

Por su parte, la escasez de agua se relaciona con la disminución del rendimiento y calidad de los cultivos, amenaza los recursos pesqueros y ganaderos, crea inestabilidad en los precios y acceso a los alimentos y produce riesgos relacionados con la seguridad alimentaria.

Además, el cambio climático afecta de manera negativa al bienestar y la salud mental de la población, causando, a corto plazo, alteraciones del sueño, el incremento enfermedades mentales como depresión o ansiedad y aumentando la incidencia de suicidios. A largo plazo, muchos eventos relacionados con el cambio climático, como la degradación de ecosistemas y pérdida del entorno, el aumento de conflictos, las alteraciones sociales y económicas y las migraciones, también tendrían consecuencias negativas en la salud mental de la población, principalmente en los más vulnerables.

En consecuencia, desde SESPAS se recomienda que las políticas, planes y programas ambientales sean sensibles al impacto en la salud mental, incorporando intervenciones de carácter económico y sociosanitario, tanto en España como a nivel mundial.

"Si se sigue retrasando la puesta en marcha de una acción concertada a nivel mundial, se agotará el breve plazo del que disponemos para asegurar un futuro digno", señala el informe.

Asimismo, incide en que es "fundamental fortalecer la articulación entre los servicios meteorológicos y las autoridades sanitarias para contar con sistemas de alerta temprana", así como "redoblar los esfuerzos en medidas de promoción y protección de la salud y mejorar la capacidad de respuesta de los sistemas de salud".

Desde SESPAS han pedido a los tomadores de decisión que controlen las emisiones de contaminantes relacionados con el cambio climático, lo cual daría un beneficio a corto plazo sobre la salud de la población y a largo plazo el beneficio de mitigación del cambio climático.

Por su parte, los sistemas de salud deben estar preparados para hacer frente al previsible incremento en la incidencia y expansión de las enfermedades causadas por mosquitos y otros vectores, como garrapatas o chinches, así como a la posible aparición de pandemias, en particular en los territorios y sociedades más vulnerables.

En conclusión, el informe de SESPAS y SIBSA pretende romper barreras geográficas y unir intereses para reforzar la función de la salud pública frente al cambio climático, que debe abordarse como un reto global.

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