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28 ene. 2019 11:00H
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MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

Aproximadamente 311.000 mujeres en todo el mundo murieron de cáncer cervical durante 2018, y más del 85 por ciento de estas muertes se dieron en países de ingresos bajos y medios, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El cáncer cervical es, con mucha diferencia, la enfermedad más común relacionada con el virus del papiloma humano (VPH). Casi todos los casos de este tipo de tumor pueden atribuirse a una infección por el VPH, la infección viral más común del tracto reproductivo. La infección con ciertos tipos de VPH causa además una gran proporción de cánceres de ano, vulva, vagina, pene y orofaringe, que se pueden prevenir con estrategias de prevención primaria similares a las del cáncer cervical.

El VPH se transmite sexualmente, pero no se requiere sexo con penetración para la transmisión: el contacto genital piel con piel también es un modo de transmisión. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH se resuelven por sí mismas y la mayoría de las lesiones precancerosas se resuelven espontáneamente, existe un riesgo de que la infección se convierta en crónica y dichas lesiones precancerosas progresen a cáncer cervical invasivo.

El cáncer cervical tarda entre 15 y 20 años en desarrollarse en mujeres con sistemas inmunitarios normales. Solo pueden pasar de 5 a 10 años en mujeres con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellas con infecciones por VIH no tratadas.

En todo el mundo, el cáncer cervicouterino es el cáncer más frecuente en mujeres, con un estimado de 570.000 casos nuevos en 2018, que representan el 7,5 por ciento de todas las muertes por cáncer en mujeres. La tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino a nivel mundial se sitúa en 6,9 por cada 100.000 habitantes en el último año.

En los países desarrollados, existen programas que permiten que las niñas se vacunen contra el VPH y que las mujeres se realicen pruebas de detección regularmente. El cribado permite identificar lesiones precancerosas en etapas en las que se pueden tratar fácilmente. El tratamiento temprano previene hasta el 80 por ciento de los cánceres cervicales en estos países.

En los países en desarrollo, el acceso a estas medidas preventivas, sin embargo, es "limitado", advierte la OMS. El cáncer cervicouterino a menudo no se identifica hasta que ha avanzado más y se desarrollan los síntomas. Además, el acceso al tratamiento de dicha enfermedad en etapa tardía (por ejemplo, cirugía de cáncer, radioterapia y quimioterapia) puede ser "muy limitado", lo que resulta en una mayor tasa de muerte por cáncer cervical en estos países.

RECOMENDACIONES DE LA OMS

La OMS recomienda un enfoque integral para la prevención y el control de este tipo de cáncer. El conjunto de acciones recomendado incluye intervenciones a lo largo del curso de la vida. "Debe ser multidisciplinar, incluyendo componentes de educación comunitaria, movilización social, vacunación, detección, tratamiento y cuidados paliativos", detallan.

En niñas de 9 a 14 años, recomiendan la vacunación contra el VPH. En todo el espectro de niños y adolescentes, aconsejan dar información sanitaria y advertencias sobre el consumo de tabaco, realizar una educación sexual adaptada a la edad y cultura, promover el uso de preservativos, o la circuncisión en el caso de los niños.

La prevención primaria comienza con la vacunación contra el VPH de niñas de 9 a 14 años, antes de que se vuelvan sexualmente activas. Otras intervenciones preventivas recomendadas para niños y niñas, según corresponda, son la educación sobre prácticas sexuales seguras, la promoción y provisión de preservativos, advertencias sobre el uso del tabaco, que a menudo comienza durante la adolescencia y que es un factor de riesgo importante para el cáncer cervical y otros tipos de cáncer; y la circuncisión masculina.

Por su parte, señalan que en las mujeres que son sexualmente activas deben ser examinadas para detectar células cervicales anormales y lesiones precancerosas a partir de los 30 años de edad. Si es necesario el tratamiento del precáncer para extirpar células o lesiones anormales, se recomienda la crioterapia (la destrucción del tejido anormal en el cuello uterino mediante la congelación). En el caso de que haya signos de cáncer cervical, las opciones de tratamiento para el cáncer invasivo incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia.

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