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10 abr. 2024 10:32H
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MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

El coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Álvaro Sánchez Ferro, estima que, debido a que "el principal factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Parkinson es la edad", en España, el número de afectados "crecerá a un ritmo superior al de otros países, y llegará a triplicarse en los próximos 25 años".

Con motivo del Día Mundial del Parkinson, conmemorado cada 11 de abril, desde la SEN recuerdan que esta enfermedad neurodegenerativa la padecen alrededor de 160.000 en España, afectando al 2 por ciento de la población mayor de 65 años; al 4 por ciento de los mayores de 80 años; y al 15 por ciento de personas menores de 50 años.

"En todo caso, la edad no es el único factor de riesgo para padecer esta enfermedad. Aunque aún desconocemos la causa exacta de su origen, cada vez se encuentran más evidencias de que puede ser el resultado de una combinación de factores ambientales en personas genéticamente predispuestas", detalla el doctor Sánchez Ferro.

Así, el experto explica que "mantener un estado de inactividad física y aislamiento social, o no controlar adecuadamente factores de riesgo vascular, como el azúcar en sangre, la presión arterial o el colesterol, son factores que también pueden predisponer a padecer la enfermedad".

SÍNTOMAS MOTORES Y NO MOTORES

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva caracterizada por una reducción gradual de la capacidad del cerebro para producir un neurotransmisor (la dopamina) en el área que controla, entre otros aspectos, el movimiento y el equilibrio.

Por esa razón, los síntomas más comunes de esta enfermedad son el temblor, la rigidez muscular, la lentitud en el movimiento (bradiquinesia) y la inestabilidad postural.

No obstante, también son comunes otros síntomas no motores como la pérdida del sentido del olfato, cambios en el estado de ánimo, depresión, alteraciones del sueño o incluso degeneración cognitiva por la afectación de otros sistemas y neurotransmisores.

"Los primeros síntomas que nos pueden alertar de la enfermedad son, en el ámbito motor, la aparición de un temblor de reposo, sobre todo en las manos y los dedos, problemas progresivos en la marcha, con la sensación de que los movimientos son cada vez más lentos y torpes, y falta de equilibrio", comenta el experto.

"Pero los síntomas motores no siempre son los primeros en aparecer. Hasta en un 30 por ciento de los casos la primera manifestación del Parkinson es la depresión y debemos estar alerta cuando en personas a partir de los 60 años debutan con este síntoma sin haber tenido episodios previos", añade.

MAYOR INCIDENCIA EN MUJERES

Asimismo, desde la SEN explican que la enfermedad de Parkinson tiene una incidencia dos veces mayor en hombres que en mujeres, y la edad media de inicio de la enfermedad es ligeramente mayor en las mujeres que en los hombres, aunque estas presentan una menor esperanza de vida y una mayor mortalidad por la enfermedad.

También se han encontrado diferencias en función del sexo respecto a la sintomatología de la enfermedad ya que, por ejemplo, diferentes estudios han mostrado que el temblor es el signo motor de debut y el más frecuente en las mujeres, mientras que la rigidez suele ser menor; o que la alteración de los reflejos posturales aparece más tardíamente en las mujeres que en los hombres, aunque cuando aparece suele ser más grave.

Por el contrario, síntomas no motores como la fatiga, ansiedad, depresión, estreñimiento, piernas inquietas, alteración del gusto y olfato, sudoración excesiva y dolor son más frecuentes y graves en las mujeres.

Respecto al deterioro cognitivo asociado a la enfermedad de Parkinson, las mujeres presentan peores funciones visoespaciales, mientras que el deterioro del resto de los dominios cognitivos (atención, función ejecutiva, memoria) es mayor en los varones.

"En todo caso, lo que hemos visto es que, en general, con un tratamiento y manejo adecuado, muchas personas con Parkinson pueden tener una buena calidad de vida muchos años después del diagnóstico", señala el doctor Sánchez Ferro.

"También se ha comprobado que tratando antes la enfermedad, su curso evolutivo es más largo, los síntomas mejoran y/o se mantienen más estables y es menor el tiempo de los pacientes con alguna discapacidad funcional. De ahí la importancia del diagnóstico precoz", subraya el experto.

NUEVOS TRATAMIENTOS

En la actualidad, los tratamientos disponibles para la enfermedad de Parkinson son eminentemente sintomáticos. A los farmacológicos y a las terapia físicas y ocupacionales se han unido otros como la estimulación cerebral profunda, cuando los pacientes desarrollan complicaciones que afectan al movimiento y, más recientemente, los ultrasonidos de alta intensidad.

De esta manera, la comunidad científica sigue investigando para conseguir tratamientos más efectivos: junto con las investigaciones en terapia génica también se está apostando por la inmunoterapia, para desarrollar medicamentos que, mediante anticuerpos monoclonales, intenten actuar sobre aquellas proteínas que dañan las neuronas , aunque con resultados muy modestos hasta la fecha.

Ante este contexto, el doctor Sánchez Ferro afirma que "es crucial avanzar de forma urgente en la investigación de una cura, y también mejorar la capacidad de atención médica y los servicios destinados a los pacientes"

"La enfermedad de Parkinson no solo impacta en la salud física y mental de los pacientes, también ejerce una considerable presión sobre los sistemas de atención sanitaria, centros de rehabilitación, etc. y los recursos disponibles son a día de hoy insuficientes", concluye el doctor Álvaro Sánchez Ferro.

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