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14 ago. 2023 14:12H
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MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

Una nueva investigación de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) realizado en ratones ha demostrado que las células cerebrales enfermas y envejecidas pueden sustituirse por otras nuevas y frescas, lo que podría ayudar a restablecer el funcionamiento normal del cerebro.

Movimientos incontrolables, pérdida de memoria, cambios de humor y olvidos, son algunos de los síntomas de las enfermedades neurodegenerativas, en las que las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren.

En concreto, muchas de estas afecciones están causadas por la enfermedad o la pérdida de las células de sostén del cerebro, llamadas células gliales. Estos trastornos son especialmente difíciles de tratar y estudiar porque las células enfermas se encuentran en el cerebro humano. Sin embargo, ahora hay esperanzas de nuevos tratamientos eficaces.

"Cuando trasplantamos células progenitoras gliales humanas sanas al cerebro de ratones que ya habían sido colonizados por células cerebrales humanas enfermas, las células sanas superaron a las enfermas. Y lo que es aún más sorprendente, también descubrimos que las células más jóvenes sustituyen a las envejecidas cuando se trasplantan a cerebros sanos. Esto amplía enormemente las posibilidades de uso del trasplante de células gliales, ya que podríamos abordar todo tipo de enfermedades en las que existan poblaciones de células gliales envejecidas", ha explicado Steve Goldman, autor principal del nuevo estudio.

Las células progenitoras gliales pueden fabricar células llamadas astrocitos, las células de soporte que protegen y aseguran el suministro de oxígeno y nutrientes de los vasos sanguíneos a las neuronas al tiempo que eliminan las sustancias de desecho, y otras llamadas oligodendrocitos, que fabrican mielina, la sustancia aislante de la sustancia blanca del cerebro.

Aunque el estudio se realizó en ratones, el método del cerebro humanizado desarrollado por Steve Goldman y su grupo permitió examinar células cerebrales humanas en el cerebro adulto vivo, lo que hace probable que sus resultados se apliquen también a pacientes humanos.

En el estudio, los investigadores trasplantaron células gliales sanas en cerebros de ratones ya poblados de células gliales humanas enfermas. Anteriormente, los investigadores habían demostrado los beneficios de trasplantar células humanas sanas en modelos de ratón de la enfermedad de Huntington.

Sin embargo, como en esos experimentos las células humanas sustituían a las células cerebrales de ratones, los investigadores necesitaban demostrar que se produciría el mismo resultado al sustituir células humanas por células humanas.

"Trasplantamos las células humanas sanas a los ratones 'humanizados' con la glía mutante que expresaba Huntington, y las células gliales sanas superaron y sustituyeron a la glía enferma, erradicando de hecho la población glial enferma", ha detallado Goldman.

El mismo resultado se observó cuando los investigadores intentaron sustituir las células gliales no enfermas, sanas pero envejecidas, por células nuevas. Las células más jóvenes superaron a las envejecidas.

"Eso nos dijo que no se trataba sólo de que las células sanas superasen a las enfermas de Huntington, sino que su uso potencial era mucho más amplio, porque podíamos entrar en todo tipo de enfermedades en las que tenemos poblaciones gliales viejas o enfermas. La ventaja es significativa en cuanto a las posibilidades, porque hay todo tipo de enfermedades de las células gliales", ha señalado Goldman.

Eso incluye enfermedades como la esclerosis múltiple y el derrame cerebral de la sustancia blanca, y también enfermedades neurodegenerativas como la de Huntington, la ELA y algunas de las esquizofrenias genéticas.

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