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4 nov. 2019 13:24H
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MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El neumólogo de Valencia y miembro del Grupo de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias (TIR) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Francisco Sanz Herrero, ha aconsejado la vacuna antineumocócica a las personas mayores de 65 años, aunque estén sanas, así como aquellas que tienen enfermedades de base y ciertos grupos de riesgo deben ponerse la vacuna antineumocócica.

El experto se ha pronunciado así durante el 52 Congreso SEPAR 2019, celebrado en Santiago de Compostela (Galicia) y es fruto del 'Consenso sobre la vacunación antineumocócica en el adulto por riesgo de edad y patología de base. Actualización 2017', firmado por 18 sociedades científicas, entre ellas SEPAR, y del que el doctor Sanz, es coautor.

El 'Streptococcus pneumoniae' (neumococo) es el principal agente causante de la neumonía comunitaria (NAC), de la otitis, de la neumonía neumocócica (NN) y de la enfermedad neumocócica invasora (ENI), que es el paso a la sangre de esta bacteria, y causa, aunque en menor frecuencia, meningitis.

Actualmente, existen dos tipos de vacunas que pueden prevenir la infección por 'S. pneumoniae': la vacuna polisacárida, de 23 serotipos o tipos diferentes de neumococos (VNP23), y la vacuna conjugada de 13 serotipos (VNC13).

De los dos tipos de vacunas disponibles, la vacuna polisacárida (NNP23), que se emplea en mayores de dos años de edad, es la que más serotipos incluye, si bien los expertos han recordado que presenta limitaciones, porque "no genera memoria inmunitaria", es decir, los niveles de anticuerpos disminuyen con el tiempo, por lo que se precisan dosis de recuerdo cada cinco años.

Asimismo, no actúa sobre la colonización nasofaríngea y, a diferencia de esta vacuna conjugada (VNC13), puede emplearse a cualquier edad, a partir de las 6 semanas de vida, genera memoria inmunitaria, una respuesta inmunitaria más potente que la vacuna polisacárida (VNP23) y tiene un mayor impacto en la colonización nasofaríngea, si bien tiene como limitaciones que tiene un menor número de serotipos incluidos.

"La vacuna VNC13 es la que mayor y más duradera inmunidad produce por lo que únicamente es necesario vacunarse una vez en la vida en pacientes inmunocompetentes con enfermedades de base, a diferencia de la VNP23 que precisa dosis de recuerdo cada 5 años por agotamiento de la respuesta inmunitaria", ha destacado Sanz.

"CLARO BENEFICIO" DE LA VACUNA CONJUGADA

De hecho, un reciente ensayo clínico, hecho en más de 84.000 personas de más de 64 años ha demostrado la eficacia vacunal de la VNC13 para prevenir tanto la ENI como la NN y, aunque se precisan más estudios con ambas vacunas en distintas situaciones comórbidas, los expertos responsables del consenso han asegurado que es "esperable un claro beneficio" en términos de morbimortalidad, especialmente con la vacuna conjugada (VNC13).

Actualmente, con las vacunas antineumocócicas y evidencias científicas disponibles respecto a ambas, se aconsejan las siguientes pautas de vacunación: para pacientes inmunodeprimidos, mayores de 65 años, con fístulas de líquido cefalorraquídeo o sin bazo (asplenia), una primera dosis de VNC13 y a las 8 semanas-1 año, vacunación con VNP23; y, en aquellos ya vacunados con VNP23 más de un año, dosis de VNC13 y revacunación con VNP23 a los 5 años, con el fin de maximizar la protección.

La vacunación antineumocócica se puede emplear a cualquier edad, a partir de las seis semanas de vida, y está especialmente recomendada en los siguientes grupos de riesgo: en ausencia de bazo, fístulas de líquido cefalorraquídeo, personas portadoras de implantes cocleares y pacientes inmunodeprimidos como, por ejemplo, los pacientes con leucemias, linfomas, insuficiencia renal crónica, pacientes que han recibido un trasplante, tratamiento inmunosupresor, quimioterapia, infección por el VIH, enfermedades reumatológicas y la enfermedad inflamatoria intestinal, que incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

También está aconsejada en mayores de 65 años inmunocompetentes y sanos y en todas aquellas personas con otras patologías de base o factores de riesgo como tener alguna enfermedad respiratoria, como EPOC, asma grave y patología intersticial difusa pulmonar), enfermedad hepática crónica (que incluye cirrosis), enfermedades cardiovasculares crónicas (insuficiencia cardiaca crónica, cardiopatía isquémica, cardiopatías congénitas, hipertensión con afectación cardiaca y pacientes con patología cerebrovascular), enfermedades hepáticas, diabetes mellitus en tratamiento con antidiabéticos orales o insulina, tabaquismo y abuso del alcohol.

PERSONAS QUE NO DEBEN VACUNARSE Y EFECTOS ADVERSOS

Las personas que no deben recibir la vacunación antineumocócica son aquellas que hayan sufrido una reacción alérgica a la vacuna conjugada de siete serotipos (VNC7) o a las vacunas que contengan el toxoide diftérico, ni tampoco las que tengan hipersensibilidad a algunos de los componentes de la vacuna.

En cuanto a los efectos adversos de las vacunas antineumocócicas disponibles, el experto ha informado de que puede aparecer algún tipo de reacción leve y local en el lugar de inyección o febrícula, sensación de cansancio, escalofríos, cefalea o dolor muscular de pocas horas o días de duración.

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