Su función es evaluar qué equipos precisa adquirir y desechar cada hospital



24 oct. 2013 10:49H
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Redacción. Madrid
El paso del tiempo ha puesto de manifiesto que el sistema sanitario resulta cada vez más dependiente de la tecnología médica y que ésta se revela fundamental para alcanzar una mayor eficiencia de los servicios de salud. “Desde la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (Seeic) consideramos que, hasta el momento, no se ha tenido en cuenta el valor de la tecnología médica en el entorno sanitario global. Ahora es cuando se está empezando a medir el valor y el coste real de estos procedimientos, y, como consecuencia, estamos asistiendo a cambios en la gestión de la alta tecnología en algunas comunidades autónomas”, ha explica Jesús L. Manzanares Pedroche, presidente de la Seeic.

Jesús L. Manzanares.

En este entorno de dependencia de los equipos electromédicos, la Seeic recuerda la necesidad de administrar y gestionar los recursos de la forma más eficiente posible. En este sentido –señalan fuentes de la Sociedad– ES de vital importancia el mantenimiento de estos equipos para mantener la calidad y seguridad necesarias, tratando de que sean coste-efectivos.

“Desde la Seeic consideramos elemental que todos los centros sanitarios cuenten con un experto tecnológico que tenga la capacidad y la responsabilidad de gestionar toda la tecnología existente en su centro”, ha puntualizado Manzanares.

A esta figura le corresponde estar al tanto de qué equipos son los más adecuados para cada proceso, cuáles son los últimos avances para una técnica diagnóstica o terapéutica determinada, entre otros aspectos. “Así, este gestor de la tecnología debe proponer qué equipos y materiales son necesarios adquirir según las necesidades que se plantean a nivel asistencial, en colaboración con los profesionales sanitarios del centro, así como valorar qué equipos están obsoletos y deben ser sustituidos, y por cuáles”, aseguró el presidente de la Seeic.

Por otro lado, desde esta sociedad científica reivindican que sea este profesional el que ejerza como interlocutor entre la industria y el personal asistencial que va a utilizar esta ‘aparatología’. Se trata de un eslabón intermedio muy necesario, que se debe encargar de recibir el equipamiento, instalarlo e impartir la formación necesaria para su manejo.
“Sin embargo, a día de hoy, la evaluación de estos procedimientos no es la adecuada. Por el contrario, se están dejando de tomar decisiones clave como incorporar recursos humanos cualificados en áreas vitales como las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), o la e-Health, de capital importancia, a medio y largo plazo, para el potencial desarrollo de su propia gestión y evolución”, señala el presidente de la Seeic.

Inversión no significa gasto

Optimizar el rendimiento de los quirófanos, la sostenibilidad de las técnicas de imagen o la creciente implantación de las TIC en el entorno sanitario son temas de actualidad y, habitualmente, objeto de debate. “La incorporación de nuevas tecnologías en el ámbito de la sanidad viene acompañada de costes, pero también de un retorno de la inversión muy interesante y, a largo plazo, de un ahorro global”, apunta Jesús L. Manzanares.

Desde la Seeic recuerdan que una adecuada implantación y funcionamiento de las tecnologías sanitarias es crucial, pero siempre acompañado de una correcta ordenación de los recursos humanos implicados.

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