La nueva estrategia contempla una auditoría previa de reservas y vigilancia epidemiológica coordinada con las CCAA

Seguridad Nacional prepara una producción pública de fármacos estratégicos
Reunión del Consejo de Seguridad Nacional del pasado 18 de noviembre donde se expuso la nueva Estrategia.


12 ene. 2022 18:55H
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La nueva Estrategia de Seguridad Nacional estudia la fabricación pública de fármacos estratégicos, según explican a Redacción Médica fuentes de este Departamento dependiente de la Presidencia del Gobierno. “Es necesario realizar un estudio para asegurar las necesidades críticas y decidir cuáles se pueden cubrir con fabricación propia o cuáles con reservas”, señalan estas fuentes.

Así, el Gobierno de España prepara una reserva sanitaria estratégica independiente de la que ya tienen en marcha muchas comunidades autónomas, y que se activó tras las carencias de material y tecnología sanitaria padecida cuando la pandemia de Covid-19 estalló en marzo de 2020.

Asimismo, Seguridad Nacional afirma que “será el Ministerio de Sanidad quien tendrá que definir las mejoras del sistema de vigilancia epidemiológica”; otro de los grandes puntos de la mencionada nueva Estrategia, y que se realizará “en colaboración con las Consejerías de Sanidad” autonómicas.

La citada nueva Estrategia fue aprobada mediante Real Decreto en el último Consejo de Ministros del año 2021, celebrado el pasado 28 de diciembre. Un proyecto que se ha acelerado pues como el propio Ejecutivo señala, la actual data del año 2017 y la Ley de Seguridad Nacional exige renovarla cada cinco años. Sin embargo, se decidió la revisión de la misma “para adaptarla al contexto actual caracterizado por una mayor competición geopolítica y un entorno socioeconómico marcado por las consecuencias del Covid-19, así como por la aceleración de la transformación provocada por la tecnología y la transición ecológica”.

Recuperar autonomía estratégica en recursos sanitarios


“Los objetivos de la nueva estrategia, que tiene un diseño más integrado, proactivo y de orientación preventiva, son avanzar en materia de gestión de crisis, favorecer la seguridad de las capacidades tecnológicas y los sectores estratégicos y desarrollar la capacidad preventiva, de detección y de respuesta frente a las amenazas híbridas”, explicaba el Gobierno tras la reunión del Consejo de Ministros. El mismo en el que se señalaba que una de las prioridades sería “la modernización del sistema de vigilancia epidemiológica”.

Asimismo, Margarita Robles, ministra de Defensa, ya adelantaba en una entrevista a Redacción Médica el pasado mes de octubre que “la amenaza de pandemias y epidemias es un factor bien analizado en la Estrategia de Seguridad Nacional”. Fue entonces cuando declaró que “la aparición cíclica de crisis sanitarias cuenta con una única incertidumbre, que es el momento exacto en el que se producirán, por lo que la preparación para afrontar la siguiente crisis debe considerarse ya en marcha, extrayendo las lecciones aprendidas en la gestión de la pandemia por Covid-19”.

Robles explicaba que “dicha preparación será más eficaz cuanto mayor sea la coordinación en su aplicación y cuantos más pasos se den para recuperar cierta autonomía estratégica en lo que respecta a los recursos sanitarios”. Unas declaraciones que casan con lo adelantado ahora por Seguridad Nacional para una estrategia que tuvo su visto bueno previo al Consejo de Ministros en el informe favorable del Consejo de Seguridad Nacional del pasado 18 de noviembre de 2021.
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