El Gobierno británico anuncia un cambio legislativo para recuperar "500 millones de libras" en atención a no residentes

Los no británicos, o pagan, o no serán operados en Reino Unido desde abril
Jeremy Hunt, secretario de Estado de Salud de Reino Unido.


6 feb. 2017 16:50H
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El Departamento de Salud de Reino Unido ha anunciado una ley para cobrar por adelantado a los pacientes extranjeros que no requieran atención urgente y puedan permitírselo. Los planes del Gobierno británico pasan por obligar a los hospitales a determinar "qué pacientes son candidatos para un tratamiento gratuito". En caso de no entrar en estos parámetros, se cobrará por adelantado "cualquier atención sanitaria no urgente".
 
El organismo (que equivale al Ministerio de Sanidad en España) deja claro en un comunicado que estas medidas incluyen que los hospitales y los trabajadores del sistema de salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) "identifiquen y señalen la capacidad de gasto de los pacientes". La información aportada por el Departamento de Salud no señala qué criterios se seguirán, pero afirma que proporcionará "apoyo y directrices" para identificar a los no aptos y ayudará ante "los retos" que puedan surgir.
 
Mark Porter, portavoz de la British Medical Association (Asociación Médica Británica, el sindicato profesional mayoritario) ha criticado esta indefinición: "No se especifica cómo se va a introducir en apenas tres meses este cargo por adelantado en un sistema sanitario que ya es incapaz de asumir las operaciones normales". Además, considera que "no se puede esperar que sean los médicos y enfermeros quienes arbitrariamente decidan si un paciente recibe tratamiento o no".
 
"Contribución justa"
 
El secretario de Estado de Salud, Jeremy Hunt, ha afirmado no tener problemas con los extranjeros que usan el NHS, "siempre que hagan una contribución justa, igual que hacen los británicos con sus impuestos". Hunt justifica la medida en la necesidad de "recuperar 500 millones de libras (unos 581 millones de euros) al año para la mitad de la legislatura y reinvertirlos en el sistema".
 
Esta cifra es la cantidad que se pierde "en tratamientos a extranjeros que no son candidatos a atención sanitaria gratuita", según el Departamento de Salud. El portavoz sindical Porter no coincide con esta tesis y critica que "se trata de una justificación vaga" y que "en ningún caso solucionará la enorme crisis financiera que arrastra el sistema sanitario". Además, señala que los responsables políticos "no deberían confundir al público y hacerles pensar que esto llevará a dinero caído del cielo para el NHS".
 
Proyecto piloto
 
Los inmigrantes y la atención sanitaria que reciben llevan ya bastante tiempo en el punto de mira del Gobierno británico, que ha llegado a amenazar con crear brigadas en los hopsitales para controlar el gasto de los extranjeros. Otro de los argumentos que encuentra el Departamento de Salud para sustentar sus planes es un proyecto piloto de cobro a extranjeros en los hospitales de Peterborough y Stamford (que se engloban en el mismo grupo del NHS). En palabras de su director general, Stephen Graves, "no ha producido ningún impacto en el número de no residentes que han venido a tratarse". Señala, además, que los fondos "se han reinvertido para el beneficio del paciente".
 
Otra de las justificaciones del organismo para cobrar los servicios sanitarios a extranjeros la encuentra en la encuesta titulada Hacer una contribución justa, un cuestionario online que estuvo abierto entre diciembre de 2015 y marzo de 2016 (antes de la votación del brexit) y que respondieron 418 personas. La conclusión a la que se aferra el Departamento de Salud viene dada por la respuesta a dos preguntas sobre si los inmigrantes deben pagar por adelantado su atención sanitaria. En ambos casos las respuestas a favor superaron el 50 por ciento: un 55 por ciento creía que los residentes de la UE debían pagar y un 51 por ciento se mostraba a favor de que lo hicieran los no residentes. 
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