La ONT desliga la objeción de conciencia en trasplantes tras la eutanasia

La aprobación de la Ley de la eutanasia en junio de 2021 abrió una nueva vía para la donación de órganos. Desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)  se pusieron a trabajar rápidamente en un protocolo para dar respuesta a esos pacientes que solicitaran la ayuda a morir y que también "expresaran su deseo de ser donantes de órganos", tal y como explicó a Redacción Médica Beatriz Domínguez-Gil, directora la Organización.

Tras facilitar la donación de órganos a aquellas personas que así lo manifestaron a la hora de solicitar la ayuda a morir, bajo unas directrices que sobre todo hacían énfasis en "una independencia en la toma de decisiones sobre la prestación de ayuda a morir y la donación", la ONT ha trabajado de forma árdua durante este último año para dar forma al documento que ya ha entrado en vigor. Bajo el nombre Protocolo Nacional de Donación de Órganos tras la Aplicación de la Prestación de Ayuda a Morir, este documento de 37 páginas describe paso por paso cómo debe ser el proceso, qué agentes intervienen en él, incluso dedica un apartado a la objeción de conciencia.

En este sentido, la ONT recuerda que según la regulación de la objeción de conciencia sanitaria en la prestación de ayuda a morir (arts. 3 y 16 LORE) y con la independencia de los procesos de la eutanasia y la donación y trasplante de órganos, los profesionales implicados en estas dos últimas acciones (la persona responsable de la coordinación de trasplantes y el equipo extractor) no están incluidos entre los profesionales que pueden ejercer su derecho a la objeción de conciencia a la eutanasia. Asegura que estos sanitarios no están directamente implicados en dicho procedimiento.

Explica en este apartado, que el proceso de donación tiene finalidades y características propias y diferentes a la prestación de ayuda a morir. El protocolo recuerda que los implicados "deben actuar con diligencia en la obtención y trasplante de órganos para prolongar la vida y mejorar la calidad de los potenciales receptores, respetando la decisión autónoma del paciente que quiere donar, con independencia de sus circunstancias de fallecimiento".

En el caso de que un médico se declarase objetor de conciencia para realizar una eutanasia, esa oposición "no extiende sus efectos a otras actuaciones profesionales, como podría ser la extracción de órganos o la participación en un proceso de donación". En ningún momento, los profesionales encargados de la obtención de órganos y el trasplante de los mismos están "directamente implicados" en la prestación de la ayuda a morir. La ONT recuerda que los agentes implicados son "profesionales que participan de forma voluntaria en un proceso diferente".

Apoyo a los profesionales que participan en el proceso

El protocolo publicado por la ONT contempla, además, el apoyo posterior a los profesionales que han intervenido en el proceso. En los días siguientes a la donación, el equipo de sanitarios que han intervenido en este proceso de extracción y trasplante de órganos de personas a las que se les ha practicado la ayuda a morir, deben reunirse con el coordinador de trasplantes para abordar la situación vivida.

De esta forma, la ONT pretende, no solo apoyar a los profesionales sanitarios, sino mejorar los procesos. "La persona responsable debe brindar la oportunidad a todos los que participaron de verbalizar su experiencia, no solo para proporcionar apoyo emocional, sino también para reconocer y aprender de los aspectos susceptible de mejora", reza el documento.

Ejecutar la solicitud de donación

El procolo de la prestación de ayuda a morir y su intersección con el proceso de información sobre la donación de órganos en este escenario de fallecimiento tendrá que pasar por diferentes fases y autorizaciones. Una vez emitido el informe favorable, la donación se realizará cuando se fije la fecha para la ayuda a morir que es a decisión del paciente.