Para evitarlo, el organismo económico recomienda varias medidas que contengan el gasto y aumenten el ahorro

La OCDE fija 2060 como el primer año "insostenible" para la sanidad mundial
España se queda por debajo de la media OCDE de gasto sanitario.


11 ene. 2018 11:40H
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En las últimas décadas el gasto sanitario ha superado las cifras de crecimiento económico global. Aunque dicho crecimiento ha permitido mejorar la inversión pública en sanidad, la OCDE ha lanzado una alerta sobre la sostenibilidad financiera de esta tendencia. Según el organismo económico, 2060 será el primer año que los gobiernos no podrán contener el gasto en salud.

Según el último informe de la OCDE centrado en Salud, sin las “necesarias” políticas de contención económica, el gasto en sanidad y servicios sociales supondrá de media el 9 por ciento del PIB en 2030, y el 14 por ciento en 2060.

Los sistemas sanitarios serán de muy difícil financiación futura si no se hacen reformas desde la administración pública



“El aumento del gasto sanitario ha supuesto mejoras en los sistemas de salud, siendo una importante fuente de crecimiento laboral. Sin embargo, los sistemas sanitarios que conocemos en la actualidad, en el futuro serán muy difícil financiarse desde la administración pública sin efectuar reformas”, afirma el informe de la OCDE.

Esta insostenibilidad estará provocada, según la OCDE, por varios factores, tales como los demográficos, el aumento del gasto, revolución tecnológica, o políticas sanitarias asociadas a los servicios sociales. “Todo estos elementos han demostrado hasta la fecha ser determinantes en la evolución del gasto sanitario, hasta llegar al punto que sean insostenibles”, aseguran. 

Recetas de sostenibilidad

La OCDE recopila en su último informe varios consejos para que la sostenibilidad del sistema sanitario sea posible. Estas recetas están destinadas al control del gasto público, mediante mejores métodos de pago a proveedores, uso de medicamentos genéricos, subastas públicas, así como un gasto directo sobre los precios farmacéuticos.

Por otro lado, la inversión en tecnología supone para la OCDE un ahorro a largo plazo. Así, encomiendan a una reconversión paulatina de las tecnologías sanitarias que suponen un ahorro en diagnósticos y tratamientos. 

Reto para España

En 2015 –último año recogido- el gobierno español gastó un 14,9 por ciento en sanidad. Este dato coloca a España por debajo de la media de la OCDE que se sitúa en un gasto de 15,3 por ciento. En referencia al PIB, España dedica a salud un 9 por ciento de su PIB, un porcentaje que, sin embargo, es inferior a los alcanzados en los años inmediatamente anteriores de 2014 y 2015, rompiendo una racha de dos años consecutivos de crecimiento de este indicador.

De hecho, con esta reducción la inversión en sanidad vuelve a la tasa más baja alcanzada en los años de la crisis, puesto que ya estuvo en el 9 por ciento del PIB en 2009, en 2010 y en 2013.
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