Gilead organiza una jornada para abordar el reto que supone el envejecimiento de esta población para el SNS

Expertos avisan de la fragilidad del paciente mayor de VIH
Joan Guix.


6 jun. 2016 16:40H
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Expertos en salud pública han participado en el VI Encuentro de Salud Pública bajo el título: “Políticas Sanitarias y Envejecimiento de la Población VIH en España”. El acto, organizado por la Fundación Gaspar Casal en colaboración de Gilead, abordó los retos prioritarios y la política sanitaria derivados del envejecimiento de los pacientes con VIH.
 
La jornada, que tuvo lugar en la Residencia de Estudiantes, contó con la presencia de autoridades sanitarias nacionales y regionales del ámbito de VIH como Araceli Arce, Subdirectora General de Promoción de la Salud y Epidemiología (Ministerio de Sanidad) y Joan Guix, Secretario de Salut Pública, Generalitat de Catalunya, quienes destacaron la importancia de establecer políticas destinadas a los nuevos retos relacionados con el envejecimiento de la población VIH en nuestro país.
 
Antonio Antela, Coordinador de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), durante su intervención en la conferencia inaugural,  destacó que “la inflamación crónica parece estar detrás del incremento de comorbilidades de las personas con VIH y la importancia de trabajar con un estándar de cuidados usando un modelo multidisciplinar para atender a todos los aspectos de prevención y mejoría de la salud, proporcionará beneficios a largo plazo en esta población.  Estos pacientes presentan más comorbilidades y antes que en la población general como hipertensión arterial, cáncer, infarto de miocardio, enfermedades hepáticas, renales o cerebrovasculares. El 50 por ciento de las personas que se mueren con VIH no se mueren por VIH. El VIH contribuye a la aparición de eventos no sida, pero también contribuyen tanto los estilos de vida como el envejecimiento”.
 
La primera mesa redonda contó con la presencia de  la Dra. Rosa Polo, Jefa del Área Asistencial y de Investigación del Plan Nacional sobre el Sida; la Dra. Julia del Amo, Profesora de Investigación de la Escala OPI del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III; D. Manuel García, Profesor Titular de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid. En esta mesa se destacó el problema que representa el retraso diagnóstico en personas de edad avanzada que llega a ser de un 66% si tienen más de 60 años. El diagnóstico y el tratamiento precoz de las comorbilidades mejoran la supervivencia del paciente. Esto obliga a que existan consensos para un mejor manejo de los pacientes, ya que tenemos un nuevo perfil del paciente, puesto que es una enfermedad crónica de alta complejidad.
 
En la segunda mesa redonda el Dr. Vicente Estrada, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, y la Dra. Fátima Braña, Geriatra del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid trataron los retos prioritarios en estos pacientes: Riesgo cardiovascular y Fragilidad. El Dr. Estrada señaló que “los pacientes VIH tienen más riesgo de sufrir eventos cardiovasculares que la población general a igualdad de factores de riesgo: 1,5 veces más de tener infarto de miocardio u otra enfermedad cardiovascular y que además según la evidencia científica la incidencia aumentará en los próximos años”.
 
Fátima Brañas expuso ante los asistentes el cambio en la realidad del envejecimiento. “La causa real de envejecimiento es la reserva funcional de cada uno y no la edad. Lo que da paso al término de fragilidad, lo que sucede cuando, ante un estresor externo el individuo no es capaz de recuperarse de forma correcta. Para medir el índice de fragilidad se emplea el Fenotipo de Fried cuyos indicadores son: pérdida de peso involuntaria, estado de ánimo decaído, velocidad de la marcha, actividad física y debilidad muscular”.
 
Brañas destacó que “hay que valorar la fragilidad en el paciente mayor con VIH porque es prevalente y tiene impacto en los mayores de 50 años, permite definir un grupo de pacientes especialmente vulnerable para realizar una intervención precoz. Además, detecta problemas ocultos susceptibles de tratamiento y permite prevenir o retrasar el deterioro funcional, la discapacidad y la pérdida de autonomía”. Según un estudio que se está llevando a cabo en varios hospitales se estima que un 15 por ciento de los pacientes VIH están en situación de fragilidad y más del 50 por ciento en situación de pre fragilidad.
 
Como cierre de la jornada, los presidentes de las sociedades científicas Seisida, Gesida y GEAM, moderados por Daniel Álvarez, diputado del Grupo Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, trazaron una hoja de ruta en la que se detectaron mejoras en el abordaje del VIH en pacientes con edad avanzada.
 
Una de las principales conclusiones que se pusieron de manifiesto en la Jornada es la necesidad de construir entre todos un nuevo modelo asistencial multidisciplinar, que de un mejor soporte a las personas con VIH para disminuir la carga de la plurimorbilidad en el envejecimiento precoz. El incremento de las comorbilidades está obligando a introducir cambios en el modelo asistencial y probablemente, estos cambios sean más llamativos según vaya envejeciendo más la población con el VIH. Los especialistas requieren tener una sólida formación así como amplios conocimientos y experiencia en la propia infección por el VIH y sus enfermedades asociadas y en todas las facetas del tratamiento antirretroviral, incluidos el diagnóstico y manejo de sus efectos adversos, de sus interacciones medicamentosas y de la resistencia farmacológica frente a sus componentes”.    
 
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