Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
España y la
Unión Europea llevan sufriendo una gran dependencia de plasma por parte de
Estados Unidos desde hace tiempo. Fuentes de la
Comisión Europea estiman que alrededor de
un cuarto del plasma necesario para la realización de medicamentos dentro del territorio proviene de
Estados Unidos. Por lo tanto, la Unión Europea no es
autosuficiente porque además, la
demanda de fármacos de plasma es
mayor que el volumen que
se puede suministrar basado en plasma recogido en la UE.
Así, desde la institución detallan a
Redacción Médica que están preparando actualmente "una
nueva propuesta legal para la legislación de sangre de la UE cuyo objetivo es remediar algunos de estos aspectos". No obstante, consideran que "algunas otras
acciones no legislativas están ayudando a aumentar la recolección de plasma dentro de la UE, como las
recomendaciones del EDQM (Consejo de Europa) de 2019 y el uso del
Instrumento de Asistencia Urgente para fortalecer las capacidades de los servicios nacionales de sangre para recolectar plasma".
La vocal de la
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH),
Cristina Arbona Castaño, explica a
Redacción Médica que “en Estados Unidos la donación de plasma se paga, debido a que está en manos de
empresas privadas. Por otra parte, en Europa la legislación insiste en la
donación de forma
altruista y
voluntaria. El donante con este concepto acude a donar sea en el momento que sea. En Europa
no se ha promocionado la
donación de plasma mediante aféresis. Se ha hecho sobre todo en donación de sangre total y eso es lo que ocurre también en España".
"En Europa no se ha promocionado la donación de plasma mediante aféresis"
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Desde hace unos años,
dos factores han alterado enormemente la
exportación de estas dosis por parte del país americano: la
pandemia y la nueva
legislación llevada a cabo por el gobierno de
Joe Biden. Arbona afirma que “las donaciones remuneradas de plasma en Estados Unidos, que se realizan en plantas de producción,
disminuyeron de forma espectacular debido a la
pandemia, ya que se
prohibió la salida de la gente a la calle. Por otra parte, las
ayudas que ha ofrecido Biden a las personas que se quedaron
sin trabajo, más cuantiosas que si acudían a donar sangre, ha provocado también una
disminución de donantes”.
La donación de plasma gestionada por empresas privadas llega a Europa
Por otra parte, la vocal de la SEHH advierte que Europa llevaba tiempo avisando de que teníamos una dependencia excesiva con Estados Unidos en relación con el plasma.
Así pues, Arbona asegura que en Europa se está empezando a trabajar para iniciar un
proceso a la hora de conseguir plasma, contando con los
equipos y
personal necesario para ejecutarlo que ahora mismo no se tiene: “No podemos lanzar un mensaje de 'necesitamos donantes de plasma' si
no estamos perfectamente equipados para atenderlos”.
"No podemos lanzar un mensaje de 'necesitamos donantes' si no estamos equipados para atenderlos"
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Por otra parte, algunos países de Europa han reaccionado con
iniciativas distintas que Narbona detalla: “
Alemania,
Austria y
Chequia han permitido la donación gestionada por
empresas privadas a cambio de una compensación económica, perdiéndose un poco el sentido altruista. Pese a ello, estos países y el resto de Europa trabajan a nivel público con las donaciones de plasma”.
Arbona ha recordado que se necesita mucho tiempo para que una donación acabe produciendo un
lote de fármaco derivados del plasma: “Se tarda entre seis y un año para tener el producto derivado tras unir los plasmas de muchos donantes. Recordamos que tiene que haber un
periodo de cuarentena obligatorio antes de disponer de las unidades, además del proceso de producción y fabricación del lote”.
La solución pasa por la fidelización del donante y la priorización
En España, la
donación de aféresis hace tres años suponía un
3% de toda la producción de la donación y estamos
subiendo poco a poco. No es fácil captar donantes. Nuestros
criterios para la donación son más
estrictos que lo que tienen los estadounidenses. Intentamos que el donante se fidelice y ofrezca varias donaciones al año de plasma.
La gestión a nivel hospitalario de la Agencia Española del Medicamento debe intentar solventar esta necesidad, que no la cubre en los momentos de crisis. Por otra parte, estamos en 17 comunidades autónomas que se gestionan de forma distinta, por lo que en algunas de ellas han tenido menos dosis que en otras.
Arbona nos recuerda que el desabastecimiento de plasma sufrido durante el pasado mes de junio obligó a alguna comunidad a disminuir algún tipo de tratamiento. La solución que ofrece la vocal ante esta situación es “hacer una priorización. Hay patologías que tienen que recibir el tratamiento con inmunoglobulinas porque sí y hay otras patologías que ofrecen otras alternativas. No solamente debemos producir más plasma, sino que también se tiene que priorizar”.
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