El SNS contiene un repunte de casos 7 veces mayor al de 2024 con coberturas vacunales altas

 Diego García, portavoz de Seimc y Fernando Moraga-Llop, portavoz y vocal sénior de AEV señalan las armas del SNS para protegerse del aumento de casos de sarampión
Diego García, portavoz de Seimc y Fernando Moraga-Llop, portavoz y vocal sénior de AEV.


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El repunte de casos de sarampión experimentado en Europa -con un inusitado aumento en el último año y repunte previsto en primavera- ha situado a España ante un escenario, si no de alerta, de calma tensa ante la tormenta que podría desatar una disminución reseñable en las actuales coberturas de vacunación, situadas en un 95 por ciento, y que habrían permitido frenar, de momento, una transmisión constante. Sin embargo, cuantos más contagios importados se registren en suelo nacional, más posibilidades habrá de generar "casos autóctonos" -hasta ahora inexistentes- por lo que, tal y como advierten los expertos, "no hay que relajarse". De hecho, ya se buscan posibles muros de contención, reforzando las defensas de los profesionales sanitarios y adelantando la segunda dosis vacunal en la población pediátrica para alargar la inmunidad. 

Al contrario que países como Rumanía o Austria, la protección vacunal que mantiene nuestro país frente a esta enfermedad vírica es moderadamente alta, pese al "pequeño descenso" que se habría producido respecto a datos anteriores. "Estamos hablando de un 96 por ciento con la primera dosis y un 92 por ciento con la segunda dosis", explica Diego García, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). 

Aún así, "nuestros porcentajes de vacunación son relativamente buenos como para concentrar los casos en una serie de circunstancias, bien sea en aulas de colegios o en algunos sitios cerrados donde el virus puede conseguir atacar a esa población que no está suficientemente vacunada". 


Los casos se multiplican por siete  


En total, España habría confirmado 179 casos de sarampión en el primer trimestre de 2025, siete veces más que los 25 registrados en el mismo periodo del año pasado, de un total de 329 sospechas declaradas, según datos del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones. De ellos, 57 fueron clasificados como importados y 69 estuvieron relacionados, mientras que otros 53 casos permanecen en investigación o se desconoce su origen. Andalucía y País Vasco han sido las comunidades más afectadas (con 51 y 46 casos, respectivamente), además de Cataluña (21) y Melilla (20). 

La difusión de la infección en el ámbito sanitario ha jugado un papel relevante en varios de los brotes registrados, según advierten desde la entidad. Es por ello que, de cara a prevenir futuros brotes, "se está haciendo es el seguimiento muy estricto de personal sanitario que entra a trabajar en hospitales para ver cuál es su estatus inmunológico y, a partir de ahí, en el caso de que no tenga suficientes anticuerpos, darle una nueva dosis de vacuna". El principal objetivo es proteger la diseminación en aquellas personas susceptibles de tener graves complicaciones, como pueden ser la población mayor, los pacientes oncohematológico o los niños menores de un año. 

Fernando Moraga-Llop, portavoz y vocal sénior de la Asociación Española de Vacunología (AEV) también vería útil adelantar la segunda dosis de la vacuna e inocularla en el segundo año de vida "y con una fecha determinada" en vez de a los 3 años como hasta ahora. Es decir, "si la primera dosis se pone a los 12 meses, la segunda, hay que ponerla a los 15, a los 18 o a los 21, dentro del segundo año", puesto que "a medida que el niño aumenta en edad, la cobertura vacunal de todas las vacunas baja algo, porque el niño va perdiendo contacto con el sistema sanitario. Va menos al pediatra un niño a los cuatro años, que un niño a los 18 meses". 

El 90% de contagios, sin vacunar 


Más allá de la relativa "pérdida de confianza en las vacunas", el verdadero reto del Sistema Nacional de Salud es llegar a esos "colectivos más desfavorecidos, que no están ni siquiera dentro del circuito sanitario" para lograr "mejores tasas de vacunación" a nivel nacional. "Tenemos que pensar que aproximadamente el 90 por ciento de los casos que hay de sarampión se producen en personas que no tienen ni una dosis de vacuna puesta. Hay un pequeño porcentaje de casos declarados que es en personas que tienen las dos dosis de vacunación, pero no es lo habitual", puntualiza García.

Además, la alta capacidad de ataque de este virus hace que sea fundamental recibir una segunda dosis en según qué casos, ya que "si ataca a alguien que no tiene inmunidad suficiente, es muy sencillo que pueda coger una infección con todos los problemas que hay asociados", advierte. 

Y es que, la segunda dosis vacunal frente al sarampión "no es de recuerdo", sino que infiere la protección necesaria a ese 5-10 por ciento de pacientes que no consiguen una reacción inmunológica con la primera inyección y que necesitarían, por tanto, la pauta completa para conseguir un escudo lo suficientemente robusto como para hacer frente a este virus. Es decir, una protección de entre el 98 y el 99 por ciento, indica el portavoz de AEV.

Por ello, el mayor temor de los expertos es que este colectivo sin vacunar se convierta en una posible puerta de entrada del virus. "Cuando llega el sarampión de fuera, ¿quién lo coge? Los más susceptibles, es decir, aquellos que no están vacunados o que están insuficientemente vacunados", alerta Moraga-Llop.
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